PATRICIA CAZÓN
AS.com
Cuando comenzó 2014, Ruth Beitia pensó: “A ver si me
aguantan las piernas otro año más...”. Once meses después lidera el ránking
mundial en salto de altura, en su cuello brillan dos medallas más y su voz,
dulce y cálida, suena feliz al otro lado del teléfono: “Para mí ya es un
regalazo estar nominada a los Premios AS del deporte”. El cierre en oro a una
temporada “fantástica”. Porque Ruth no duda en llamar a 2014 “el año de su
vida”. Y lo dice a sus 35, después de 14 en la élite resumidos en 13 medallas (cinco
oros, cuatro platas y cuatro bronces) y tres Juegos Olímpicos. “Es la primera
vez que estoy nominada a los Premios AS y sería fantástico ganar. Estoy muy
orgullosa de que la vida me haya dado esta segunda oportunidad. Me siento mejor
que nunca”, añade emocionada.
La suya es una prórroga real. Después de Londres, Ruth le
puso un punto y final a su carrera. Tras esos Juegos anunció que lo dejaba. E,
incluso, comenzó a hacer “todo lo prohibido”. Montar en moto. Patinar. Pero
llegó el invierno. Y empezó a llover. Y se dio una vuelta por el gimnasio de su
entrenador desde hace 25 años, Ramón Torralbo, y lo que sigue ya se sabe.
Descolgó las zapatillas. Comenzó su prórroga. El punto y final se quedó en
punto y aparte.
Bronce en el Mundial Indoor en marzo al saltar 2,00, el
cielo lo tocó el 17 de agosto: revalidó el título de campeona de Europa en
Zúrich. Saltó 2,01 a la primera. Oro, como en 2012. Nunca había saltado tanto
en un campeonato. “He alcanzado mi mayor equilibrio. Ese oro ha sido la
recompensa a una vida dedicada al deporte”. Ahora quiere el corazón de los
Premios AS para que el cierre de 2014 sea como el año: el mejor de su carrera.
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