EFE
En pleno auge del deporte femenino en España, la marchadora
María Pérez es el mejor ejemplo de que el éxito tiene mucho que ver con el
esfuerzo, pero poco con la edad. Ha conseguido en este 2018, con sólo 22 años,
proclamarse campeona de Europa de 20 kilómetros marcha, lograr la mejor marca
mundial del año y ser plusmarquista nacional de la distancia.
Estos logros le han valido para conseguir el Trofeo 'José
Luis Alonso' al atleta español del año (hombre o mujer), que recogió este
martes en Madrid tras ser elegida por 104 representantes de todos los
estamentos del atletismo nacional por delante de deportistas de la talla de la
saltadora de triple Ana Peleteiro o el velocista Bruno Hortelano.
La granadina dice que recibir este galardón, en el que
sucede al decatleta Jorge Ureña, es "un placer y todo un honor" en
una entrevista concedida a EFE, en la que reconoce que no se pone techo, que le
van a venir "cosas buenas y cosas malas", y que le quedan
"muchas alegrías por dar", pero que también va a recibir "muchos
puñetazos a nivel deportivo".
¿Qué supone para usted haber sido elegida la mejor atleta
española del año?
Nada más que estar en esa lista con grandes compañeros y
grandes atletas es un privilegio, y obtener ese premio por delante de ellos,
aún más. Motiva mucho para seguir hacia adelante con nuevos retos, tanto
personales como deportivos.
Además, lo logra superando a destacados atletas a nivel
mundial.
Los dos son compañeros con los que tengo muy buena relación,
con Bruno un poco más de trato porque tenemos el mismo mánager (Alberto Armas)
y estamos más en contacto. Estar por delante de dos medallistas mundiales, y en
el caso de Bruno finalista olímpico, es un placer. Y todo un honor estar a su
lado. También son dos personas muy mediáticas y es complicado siempre
superarles.
Campeona de Europa, mejor marca mundial de 2018 y
plusmarquista nacional con 22 años, ¿dónde está su techo?
Lo digo muchas veces, soy muy joven, tengo 22 años. En los 20 kilómetros me
quedan todavía muchas alegrías por dar, pero también me darán muchos puñetazos
por todos lados en cuanto a resultados. Me queda mucho por aprender, no me
pongo techo, pero sé que me van a venir cosas buenas y cosas malas.
Dicen que lo más difícil no es llegar, sino mantenerse,
¿está preparada para quedarse en la elite?
Yo creo que sí estoy preparada, soy joven; para estar en la
elite se tiene que aprender de todo y yo me veo preparada.
¿Cuáles son sus objetivos para 2019?
Mantenerme como estoy, entrenar bien y que las lesiones me
respeten. El gran objetivo es el Mundial de Doha 2019 y antes la Copa de Europa
de Marcha.
¿Es pronto para pensar en los Juegos de 2020?
Pues no tenía pensado
viajar antes de los Juegos, pero me voy a Tokio el miércoles de concentración
con la selección española. Vamos a ver dónde nos vamos a concentrar allí de
cara a los Juegos. Hay que coger rápido los sitios para que todo vaya bien
luego. Llegaré a la cita con 24 años y espero que mis primeros pasos allí en
unos Juegos sean buenos.
¿Cree que es la edad perfecta para esa gran competición?
Los grandes atletas fueron a sus primeros juegos con 24
años. Yo creo que es la edad madurativa buena, en la que al cuerpo aún le queda
por tener su pico de forma. Es una edad muy buena para aprender en esas
competiciones.
Se ha conocido en los últimos días el dopaje de la mexicana
Guadalupe González, pasada subcampeona olímpica de 20 kilómetros marcha.
¿Qué sensación le producen estas situaciones?
Recibí la noticia porque después del Europeo de Berlín yo
era la segunda mejor marca mundial del año, estaba ella por delante, y entonces
ahora soy yo la mejor marca. Deja un sabor agridulce porque no es bueno recibir
noticias así, ya que todos queremos competir de la manera más limpia posible y
cuando los rivales dan positivo no gusta. No voy a ver su sanción como que
ahora hay una rival menos, me hubiera gustado competir con ella en las próximas
competiciones de una manera limpia, pero cada uno hace lo que quiere.
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