Rafa Payá y Jaime Dávila
AS.com
Noah Lyles (Gainesville, Florida, 25 años) es una superestrella
de la velocidad con un impresionante palmarés que incluye ser campeón del mundo
de 200 metros en Oregón 2022 y Doha 2019, oro en el 4x100 de este último
certamen, plata en ese mismo relevo corto de la última cita en Eugene y bronce
en el doble hectómetro de los Juegos Olímpicos de Tokio. Uno de los iconos del
atletismo estadounidense es, además, un firme defensor de los derechos civiles
de los afroamericanos y alza su voz contra el racismo. Su tremendo duelo con
Knighton le llevó a ser parte de una polémica en su país con defensores y
detractores de la nueva joya que muchos comparan con el rayo jamaicano que aún
reina en tiempos en el 100 y el 200. Lyles derrotó a Erriyon en Eugene (ayer
volvió a hacerlo en la Diamond League de Mónaco, 19.46 por 19.84) y mejoró el
récord de la leyenda Michael Johnson. Lyles responde a AS y con sinceridad y
rotundidad sobre deporte, justicia, récords, legado, salud mental...
-Han pasado ya unos días desde Oregón. ¿Cómo vivió la cita en su país? ¿Su oro en 200 fue más especial por ser en EE UU?
-Sin duda ha sido muy especial. Ser animado en el estadio por los fans de mi país hizo que la victoria fuese más dulce, lo hice por ellos. Retener mi título y conseguir el récord de EE UU a la vez fue la guinda del pastel. Dimos un espectáculo para todos los seguidores del atletismo del mundo con el triplete junto a Kenny (Bednarek) y Erriyon (Knighton).
-¿Ha visto repetida su carrera de Eugene? ¿Siente que tiene
cosas que mejorar y que puede bajar aún más su marca?
-Por supuesto que lo he visto, siempre lo hago para poder evaluar mi actuación. Fue increíble revivir ese momento, pero no sólo por eso. Veo mis carreras de nuevo para ver qué hacen mis rivales y sacar lo que hicieron bien para aprender. Siempre hay espacio para mejorar y desarrollarse personalmente, y eso incluye conocer bien la competición y a los adversarios.
-Calzado con sus Adizero Prime SP2 ganó el oro con 19.31, récord
de EE UU mejorando una centésima el tiempo Michael Johnson que databa de 1996.
Y a doce del récord del mundo de Usain Bolt (19.19). ¿Cree que es posible
bajarlo?
-Confío en que es posible romper ese récord mundial, pero todo tendría que alinearse para que ocurra. Tendría que ser en la carrera perfecta, con las condiciones adecuadas. Mis zapatillas son esenciales para el rendimiento. Por eso es tan importante tener un socio como Adidas. Siguen empujando los límites de lo que es posible para seguir trayendo los mejores avances tecnológicos en calzado.
-Su enfrentamiento con Knighton en ese 200 vino precedido de mucha tensión extradeportiva. John Carlos nos dijo en Eugene que su duelo con Tommie Smith siempre fue en términos de respeto, admiración y amor mutuo. Que les hizo ser mejores individualmente y que si ustedes aprendieran eso sus actuaciones serían aún superiores. ¿Qué opina?
-A la gente le gusta hacer más grande la rivalidad de lo que realmente es. Sin una dura competencia no habría mejoras ni emoción en el deporte. Ambos lo abrazamos porque saca lo mejor que hay en nosotros. Siempre es divertido saltar a la pista con Erriyon, sabes que va a ser una buena carrera. Tiene un enorme talento y estoy expectante por ver qué puede hacer en los próximos años.
-Usted siempre ha sido un luchador y su camino no ha sido fácil.
Ha tenido que pelear contra el asma, depresiones... ¿Cómo ha trabajado la parte
mental para sobrellevar todos esos impedimentos?
-El juego mental es tan importante como el trabajo físico. Me ha llevado mucho tiempo y esfuerzo llegar al lugar en el que estoy ahora. La terapia me ayudó a enfrentarme a mi depresión, y empecé a sentirme mucho mejor. He superado adversidades y quiero ayudar a otra gente para que haga lo mismo. Eso es por lo que estoy trabajando para ayudar a que más niños pequeños practiquen atletismo, incluso si no tienen los medios para poder hacerlo.
-Habla abiertamente sobre salud mental. ¿Cómo de necesario es
que cada vez más personas con una relevancia como la suya lo hagan?
-Siempre he hablado de ello y pienso seguir haciéndolo. Estoy agradecido por el altavoz que tengo por mis éxitos que me permite llegar a una mayor audiencia. Siempre habrá alguien ahí fuera que está sufriendo por los mismos problemas por los que yo lo hice y quiero hacerles saber que hay maneras para sentirse mejor. Y que no están solos.
-Su voz es escuchada y la eleva contra las injusticias sociales. Fue muy crítico con lo sucedido con George Floyd y toma la palabra cada vez que hay un caso similar de vulneración de derechos civiles con afroamericanos en su país. ¿Eso le trae problemas?
-Tengo mucha suerte de tener una relevancia que me permite decir lo que pienso cuando suceden injusticias para crear conciencia en la gente. Creo que es importante alzar la voz por defender lo que tú crees... y continuaré haciéndolo.
-¿Quiere ser recordado como algo más que un atleta, como en su día dijo LeBron James?
-Dejar un legado es definitivamente importante para mí. Todos queremos dejar una marca de algún modo. Me gustaría que la mía fuera la de un atleta que superó momentos duros y, pese a ello, llegó a la cima. Quiero ser un faro de esperanza para aquellos niños que no ven una salida fácil o que quieren tener a alguien en quien fijarse y aspiran a ser como él. Y, sobre todo, quiero ser recordado como alguien que defendió lo que creía y usó su altavoz para el bien.
-Fue muy bonito escuchar sus palabras sobre Allyson Felix en la
rueda de prensa del Mundial. ¿Qué otros deportistas le han motivado en su
carrera?
-Allyson es una leyenda del deporte, pero Michael Johnson siempre ha sido una fuerte motivación para mí. He estado persiguiendo su récord nacional durante mucho tiempo. Cuando el electrónico mostró 19.32, dudé... no quería compartir el récord. Cuando salió el tiempo oficial y apareció 19.31 me volví loco. Es increíble estar en los libros de historia por delante de Michael, que es uno de los mejores velocistas de siempre.
-Por último, ¿qué deseos y objetivos, deportivos y personales,
tiene de cara para el futuro?
-Hay muchas cosas que quiero conseguir en mi vida, dentro y
fuera de la pista. En el deporte quiero seguir mejorando, ganando títulos en
grandes campeonatos y, por supuesto, intentar romper el récord mundial de Bolt,
que es mi gran objetivo. Una vez que deje el atletismo probablemente le daré a
la música más de mi energía porque es una de mis grandes pasiones. La gran meta
que persigo en la vida es ser feliz y hacer lo que amo, así que ojalá eso es lo
que aguarde para mí en el futuro.
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