RAFA PAYÁN
AS.com
Erriyon
Knighton (29/01/2004) es una estrella del presente (recordman mundial Sub-20) y
la gran joya futura del atletismo norteamericano y mundial en los 200 metros.
Bronce en Eugene 2022 (el más precoz medallista de la historia en la
distancia), plata en Budapest 2023 y el más joven debutante del país de las
barras y estrellas en unos Juegos Olímpicos (tenía 17 en Tokio donde fue
cuarto) desde Jim Ryun en 1964, el velocista de Tampa (191 cm y 77 kilos)
atendió en exclusiva a AS en la casa itinerante de Adidas situada en el margen
izquierdo del Danubio, en la zona de Buda en la capital húngara.
-Felicidades
por su medalla de plata. ¿Qué siente tras este éxito en Budapest?
-Gracias. Me siento bien, estoy muy feliz de volver a casa con una medalla de plata. Y ya tengo dos con el bronce de Oregón. Me entrené muy duro y cuidé mi cuerpo para alcanzar esta posición.
-¿Ve
posible vencer a Noah Lyles en el futuro?
-Sí, todo es posible. Cualquiera puede ser vencido, no hay nadie que sea invencible. Simplemente hay que hacerlo, debo convencerme de que puedo ganarle para poder hacerlo. Igual que los récords, todos se pueden batir.
-En
el pasado hubo piques entre ustedes... ¿Cómo es su relación ahora con Noah?
-No tengo ningún problema con él. Cuando corrermos, básicamente intentamos sacar lo mejor de cada uno. Fuera de la pista, te diría que somos casi amigos. Somos diferentes: vivimos en diferentes ciudades, distintas culturas... pero todo bien.
-Otra
cosa que comparten es su objetivo de batir el 19.19 de Usain Bolt. ¿Ve posible
que alguno de los dos lo consiga?
-Por ahora, yo estoy haciendo todo lo que mejor puedo hacer con mi edad. Por supuesto que querría conseguirlo. Seguramente es un objetivo en común, igual que ser el atleta más dominante en el 200.
-¿Por
qué empezó a correr?
-Lo hice porque debía mantenerme en buenas condiciones para el fútbol americano. Y después de un tiempo elegí el atletismo en lugar del fútbol. Al principio, sinceramente, sólo quería estar en la pista y divertirme. Si miro atrás, tres años por ejemplo, probablemente no habría pensado que estaría en el lugar en el que me encuentro ahora. Estoy muy agradecido. Dos medallas mundiales, qué más podría soñar.
-Usted es una persona reservada y tímida. De pocas palabras. Muy antagónico con otras estrellas de la velocidad...
-Quizá eso podría cambiar con el tiempo, no lo sé, pero ahora mismo siento que soy solo yo. Me gusta salir a la pista con un enfoque más humilde y mostrarles a todos lo que puedo hacer simplemente corriendo. Hay muchos atletas que son un poco, digamos, más exuberantes en la salida y, obviamente, en la meta.
-Está
acostumbrado a batir récords de precocidad. ¿Eso le supone una presión añadida
a un chico de 19 años?
-Sí, sólo tengo 19 años. Creo que tengo mucho recorrido para crecer en el deporte y personalmente no tengo prisa por hacer nada. He ganado dos medallas mundiales y todavía soy un atleta menor de 20 años.
-En
2024 hay Juegos Olímpicos. ¿Sueña con ese oro?
-Sí, sin duda. Intentaré conseguirlo. Mi principal objetivo es conseguir una medalla olímpica... pero todo el mundo va a luchar por ese primer puesto y todo el mundo quiere esa medalla de oro en París.
-¿Practica
o ve otros deportes?
-No, realmente no quiero hacer ningún otro aparte del que estoy haciendo. Y no tengo referentes en otros deportes.
-¿Qué
zapatillas usa para las carreras?
-Las Adidas Adizero Finesse, las más novedosas.
-La
última, ¿cuál es su mayor sueño en la vida?
-Mi
sueño y mi meta es simplemente ser el velocista más dominante en mi prueba. Y
si puedo seguir sumando metales en Mundiales y conseguir un par de medallas
olímpicas siento que estaré satisfecho.
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