EP/Reuters
Las quejas por las pocas y caras entradas para los Juegos Olímpicos de Londres de este año son producto de una demanda sin precedentes por parte de los británicos, según aseguró este lunes el hombre encargado de la política vinculada al tema.
"Construiría un estadio con un millón de asientos porque tenemos más de un millón de peticiones para ver la ceremonia inaugural y la final de los 100 metros lisos", declaró Paul Williamson, director de venta de entradas de Londres 2012, en la Cumbre de Liderazgo Global en la Escuela Comercial de la capital inglesa.
La demanda de entradas superó ampliamente la oferta, lo que generó quejas de los británicos sobre la primera asignación de las mismas a través de internet, los precios y la cantidad de localidades destinados a los patrocinadores.
Las entradas para la ceremonia inaugural cuestan entre 20,12 libras esterlinas (31,80 dólares) y 2.012 libras (3.200 dólares). Williamson dijo que los organizadores de Londres tenían que promocionar entradas para deportes como el balonmano, que es un misterio en el país anfitrión. El directivo indicó que ésa y otras especialidades como el tiro con arco, el tiro y lucha podían también registrar llenos completos.
Los atletas también pueden esperar un estadio Olímpico completo en las pruebas de clasificación. "Las sesiones matinales del atletismo, cuando se realizan las pruebas preliminares, siempre fueron con un estadio a medio llenar", señaló Williamson.
"Tendremos 60.000 o más en Londres, así que tenemos que tener una política de precios. Será una audiencia diferente a las nocturnas, con más familias, pero será una atmósfera vibrante", explicó.
Por otro lado, en la reunión se desveló que las entradas para los partidos de fútbol en sedes como Newcastle y Glasgow estaban siendo más complicados de vender, señaló el directivo.
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