La historia de las participaciones de Puerto Rico en Juegos Olímpicos cuenta hasta hoy con un capítulo de plata como la mejor actuación de representantes de ese pueblo caribeño en las citas bajo los cinco aros.
A punto de vivir la trigésima edición de tales eventos en la era moderna, entre el 27 de julio y el 12 de agosto próximos en Londres, los boricuas quieren hacer realidad un largo sueño y decir con orgullo: "Ya tenemos un campeón olímpico".
Entre los deportistas puertorriqueños que estarán en el evento de la capital del Reino Unido, las miradas de especialistas y aficionados se detienen sin prisa en el corredor de 400 metros con vallas Javier Culson.
Para muchos, este atleta, nacido en Ponce el 25 de julio de 1984, tiene enormes posibilidades de escalar hasta la parte más alta del podio de premiaciones, e iniciar así la desconocida, pero muy ansiada, senda dorada.
Culson ostenta el mejor registro del presente año en dicha especialidad, y ningún rival pudo superarlo en las dos paradas de la Liga del Diamante, donde intervino junto a reconocidos corredores como el titular olímpico de Atenas-2004, el dominicano Félix Sánchez.
Durante la reunión de Oslo, el pasado 7 de junio, el puertorriqueño cronometró 47.92 segundos, tope universal en este 2012, y una semana antes, en Roma, estampó 48.14 para comandar la tabla general del concurso.
Esas actuaciones, además de una carrera en la ciudad natal en 48 segundos exactos, separan a Culson sin muchas preocupaciones de su más cercano perseguidor en tiempo, el estadounidense Bershawn Jackson (48.20).
La capital de Italia presenció también la victoria del boricua sobre el norteamericano, quien en Beijing-2008 se colgó la medalla de bronce y escoltó a sus compatriotas Angelo Taylor, oro, y Kerron Clement, plata.
Taylor, monarca en la ciudad australiana de Sydney hace 12 años, secunda ahora a Culson en el acumulado de las citas diamantinas gracias a su primer puesto en la urbe china de Shanghai con 48.98.
Otro rival de cuidado para el vallista largo de Puerto Rico en Londres será el británico David Grenne, campeón del Mundial de Daegu, Surcorea, el pasado año.
Entonces, Culson tuvo que conformarse con la presea plateada, un resultado idéntico al desempeño de Berlín-2009, cuando secundó a Clement y aventajó a Jackson, ganador del bronce.
Con la experiencia acumulada desde su debut en las pistas a los 16 años de edad bajo la tutela de José Cano y el amargo sabor de no haber llegado a la final de Beijing, el boricua anhela toda la gloria olímpica.
Estoy entrenando muy fuerte todos los días y el fin de semana me voy a distintas pistas de Puerto Rico para entrenar con clubes especializados en atender a los corredores más jóvenes, comentó el atleta a medios de prensa.
Aquí, y no en Estados Unidos, agregó, puedo estar con mi gente alimentándome de la energía que necesito para bajar mi tiempo y hacer que el himno boricua suene en Londres.
Por los méritos cosechados, y quizás para conceder las primeras dosis de alegría al deportista, el Comité Olímpico de Puerto Rico decidió que Culson porte la bandera de su delegación en la ceremonia inaugural de los próximos juegos.
Mientras, sus más de tres millones 706 mil compatriotas esperan la ansiada corona, esquiva desde la
primera asistencia olímpica de la isla caribeña a este tipo de eventos en 1948.
Con sede también en Londres, aquel encuentro concedió al boxeador Juan Venegas un bronce histórico, el mismo color logrado por otros cuatro colegas en Montreal-1976, Los Ángeles-1984, Barcelona-1992 y Atlanta-1996.
El único metal de plata, para un total de seis preseas, llegó 28 años atrás de los puños del igual pugilista Luis Francisco Ortiz, víctima en la final de la división de hasta 60 kilogramos del anfitrión Pernell Whitaker.
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