CARLOS ARRIBAS
El País.com
Se esperaba a Ashton Eaton, pero el norteamericano se quedó a 13 puntos (1,2s en el 1.000m) de batir su marca de heptatlón; se creía en Sally Pearson, pero tras deslumbrar en series la australiana no fue siquiera capaz de ganar la final de 100m vallas; se apostaba por Iván Ujov, el ruso que había saltado 2,42m hace nada y que llegaba con los 2,43m de Javier Sotomayor en el punto de mira, pero el potente saltador de altura tampoco pudo siquiera ganar el oro (saltó a la tercera 2,38m, mientras que el catarí de Doha Mutaz Essa Barshim, plata al aire libre en Moscú 13, lo hizo a la primera) en la que quizás fue la prueba de más nivel del Mundial en pista cubierta de Sopot (Polonia).
Y cuando ya se habían perdido las esperanzas de que un récord mundial salvara unos campeonatos de un nivel de marcas mediocres, en la última prueba, el relevo 4x400, Estados Unidos, que corrió una carrera perfecta, lo consiguió. Con un tiempo de 3m 2,13s, el cuarteto Kyle Clemons, David Verburg, Kind Butler y Calvin Smith, hijo del explusmarquista mundial de los 100m del mismo nombre, rebajó siete décimas la marca también de EE UU en 1999.
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