Lilian Cid Escalona/ DeporCuba
Iván Pedroso Soler es un ícono del deporte cubano y del
atletismo mundial con un expediente de lujo, en el que resaltan el oro olímpico
(Sydney ´00) y siete títulos mundiales en el salto de longitud.
Este hombre, admirado siempre por su capacidad competitiva,
es hoy el entrenador de otro que ha mostrado tener un talento excepcional:
Teddy Tamgho, campeón mundial en Moscú 2013.
Por estos días, el binomio hace estancia en La Habana, donde
las Playas del Este y el Estadio Panamericano han devenido en teatro de
operaciones para unas cinco semanas de preparación general que serán la base
para que el triplista francés, poco a poco, recupere su estado de forma tras
mantenerse fuera de la competición durante 2014 a causa de una fractura de
tibia.
Precisamente en el Estadio encontramos a este hombre que en
Cuba es toda una leyenda, y sorteando algunos obstáculos, pudimos eslabonar la
siguiente, aunque inconclusa, conversación:
Salto triple y de longitud. ¿Cómo valora el panorama
mundial?
Son muy diferentes. El triple salto se ha caracterizado por
contar con figuras prominentes cada año. En ello, mucho ha tenido que ver Cuba
que posee una de las mejores escuelas de esta especialidad. Ahora mismo atletas
como Lázaro Martínez que con sus escasos 17 años es capaz de saltar 17.24m,
además de Ernesto Revé y Pedro Pablo Pichardo, así lo confirman.
El salto de longitud, por su parte, ha experimentado un
descenso en sus resultados como tendencia global.
¿Las causas?
Soy sincero, no lo sé. No soy capaz de explicármelo. Me han
hecho muchas veces esta pregunta y he pensado mucho en ella, sin embargo, no sé
a qué puede responder que hoy los resultados sean muy discretos (comparado con
los años en los que estuve activo) y por demás, tampoco existe un atleta que
logre sostenerse, por ejemplo, sobre los 8.50m por mucho tiempo.
Esta faceta como entrenador…
Siempre me gustó enseñar. Mientras fui atleta me caractericé
por ayudar a mis compañeros en cuestiones técnicas y tal. A mi entrenador Milán
Matos le debo mucho, tanto de mi rendimiento profesional como personal. Fue de
él, con su experiencia práctica, de quién más aprendí estas cuestiones de
planificar y organizar el entrenamiento deportivo.
El cambio de atleta a entrenador siempre es complicado.
Ahora entiendo por qué Milán se ponía tan nervioso en las gradas. Cuando eres
atleta tú lo controlas todo, sin embargo, como entrenador, hay cosas que se te
van de las manos.
¿Cómo vivió la final del triple salto de Moscú 2013?
Allí fui feliz a medias. Es complejo, por un lado estaba
Cuba y por el otro Teddy, que en el fondo es también mi fruto. Pichardo(Pedro
Pablo Pichardo, medallista de plata) demostró que es un gran atleta y a pesar
de su juventud, demostró que además del enorme talento que posee, es capaz de
competir y lograr resultados bajo la presión que supone una final mundial.
A propósito de Teddy, ¿lo ve con posibilidades de quebrar el
récord del mundo?
No pensamos en números, preferimos ir poco a poco,
trabajando por mejorar cada detalle técnico. El resultado sale solo.
Objetivos.
Como te he dicho, trabajar. Tenemos que cumplimentar todo el
entrenamiento pues Teddy viene saliendo de una lesión muy fuerte y necesitamos
ir paso a paso. De momento todo va bien, y estamos muy contentos con el trabajo
que estamos realizado.
Atesora un historial de resultados excepcionales. ¿Qué
virtud considera clave en la vida de un atleta?
Para mí lo fue el optimismo. Siempre hay que perseverar pues
las victorias se beben en la copa del sacrificio.
Miembro de una generación dorada para el atletismo cubano.
¿Qué resaltaría del equipo que formaban?
La compenetración.
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