ÁNGEL CRUZ
AS.com
El estadounidense Chris Taylor saltó 18,11 metros el viernes pasado, en Eugene, y se quedó a 18 centímetros del récord mundial del británico Jonathan Edwards, que va a cumplir 22 años. Chris, de padre y madre nacidos en Barbados (sangre caribeña, ya sabéis) tiene un mejor registro de 18,21, hechos en la final de los Mundiales de Pekín 2015. Segundo registro de la historia, tras la plusmarca de Edwards.
El que fuera estudiante de la Universidad de Florida ha saltado cuatro veces más allá de la colosal barrera de los 18 metros. Es decir, que tiene las bases para hacer un brinco espléndido más allá del tope mundial. Como dato anecdótico, pero muy indicativo, hay que recordar que aquel día en que saltó sus 18,21 consiguió 18,32 desde el punto en que despegó. Hubiera sido récord del mundo, pero… Todos los datos se refieren, lógicamente, a marcas ganadoras en cada concurso.
A lo largo de la historia se han conseguido once saltos por encima de 18 metros, por cinco atletas: Taylor lo ha hecho cuatro veces, Edwards, tres; el cubano Pedro Pablo Pichardo, dos, y el estadounidenses Kenny Harrison y el francés Teddy Tamgho, una cada uno.
El mejor promedio de cinco marcas lo tiene Taylor, con 18,07, dos centímetros por delante de Edwards, pero la media de los diez mejores registros sigue sonriendo al británico, con 17,95, también dos centímetros por delante del estadounidense.
Taylor ya ha sentado las bases para su ataque definitivo a la plusmarca mundial. Yo creí que lo iba a batir antes, pero es cierto que la plusmarca de Edwards es absolutamente impresionante. Por cierto, es el único blanco entre los hombres del club de los 18 metros.
Yo creo que el jaque mate está sobre el tablero. Cierto es que la pista de Eugene es propicia a grandes registros en las pruebas explosivas y que el viento suele ser generoso, pero también es verdad que la temporada no ha hecho más que comenzar y que el margen de progresión de Taylor es evidente. Además, la lucha contra Claye beneficiará a ambos.
Una curiosidad sobre Claye: es el primer atleta conseguir medallas olímpicas en longitud (bronce) y triple (plata) desde 1936. Sucedió en los Juegos de Londres 2012. Su antecesor fue el japonés Naoto Tajima, que ganó en triple y fue bronce en longitud, en aquella prueba en la que se impuso el mítico Jesse Owens… al que nunca le dio por ser triplista.
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