El sonado récord mundial de los 60 metros establecido el
pasado viernes por la nueva estrella de la velocidad mundial, Christian
Coleman, podría quedar en agua de borrajas si la Federación Internacional de
Atletismo (IAAF) respeta su propia normativa.
Coleman logró el nuevo registro (6.37) en en la reunión de
Clemson (Carolina del Sur, Estados Unidos), batiendo por dos centésimas la
marca conseguida por Maurice Greene en Madrid en 1998.
La pista de Clemson tiene tacos certificados pero no
electrónicos, requisito indispensable de la IAAF para homologar cualquier
registro.Se da la circunstancia que el desaparecido Palacio de los Deportes de
Madrid donde Greene logró su plusmarca mundial tampoco tenía tacos electrónicos
pero en aquella época no era un requisito de la IAAF.
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