El
proceso contra el exatleta senegalés Lamine Diack, que dirigió la Federación
Internacional de Atletismo (IAAF) entre 1999 y 2015, fue aplazado este lunes en
el Tribunal Correccional de París que debe juzgarle por corrupción para ocultar
el dopaje ruso.
La
vista oral fue pospuesta por problemas de procedimiento al menos hasta junio
próximo.
A
sus 86 años, el hombre que revolucionó el atletismo africano, sucesor del
carismático Primo Nebiolo al frente de la IAAF, se enfrenta a una pena de hasta
diez años de cárcel. Ha pasado los últimos cuatro años bajo arresto
domiciliario en París.
Junto
a él, hay otros cinco acusados, tres juzgados en rebeldía, entre ellos su hijo
Papa Massata Diack, refugiado en Senegal; y los rusos Valentín Balájnichev y
Alexéi Mélnikov, a cuya extradición se ha opuesto Moscú.
El
médico francés Gabriel Dollé, responsable de la lucha contra el dopaje en la
IAAF entre 1999 y 2014, comparecerá ante los jueces con Diack, para tratar de
esclarecer su papel en la ocultación del dopaje de estado en Rusia, denunciado
desde 2012 por varios atletas de ese país y que en el terreno deportivo se
acabó saldando con la exclusión de ese país de toda competición durante cuatro
años.
El
sexto acusado es Habib Cissé, abogado de Diack, imputado por haber contribuido
al sistema de corrupción.
El
Tribunal Correccional de París se centrará en el papel de todos esos dirigentes
en la ocultación de esos casos, supuestamente a cambio de importantes sumas de
dinero.
Los
investigadores han determinado que Diack aceptó dinero ruso para financiar su
carrera política en Senegal a cambio de esconder esos casos y permitir a
atletas rusos participar en los Juegos de Londres de 2012 y en los Mundiales
del año siguiente en Moscú.
Según
el acta de acusación, el entonces presidente de la IAAF corrompió a Dollé, que
recibió 190.000 euros y en contrapartida ralentizó los procedimientos
sancionadores.
A
Diack le pagó Balájnichev, expresidente de la Federación Rusa de Atletismo,
exministro ruso de Deportes hasta 1,5 millones de euros para su campaña de las
presidenciales senegalesas, siempre según la acusación.
Además,
exigía fuertes sumas a los atletas para ocultar sus positivos con la
complicidad de Melnikov, antiguo entrenador.
En
el trasfondo estaba la negociación de jugosos contratos de patrocinio, que
según los investigadores también se saldaron con desvío de comisiones a través
de sociedades tapaderas creadas por el hijo de Diack.
Como
el médico de la IAAF era francés, al igual que su abogado y buena parte de esos
presuntos negocios fraudulentos se hicieron en Francia, la Agencia Mundial
Antidopaje (AMA), que se ha constituido en acusación particular junto al Comité
Olímpico Internacional (COI) y la IAAF, decidió presentar la denuncia en París.
Allí
fue detenido Diack junto a su abogado Cissé en noviembre de 2015 y allí se
encuentra en arresto domiciliario desde entonces.
El
antiguo hombre fuerte del atletismo internacional tiene abiertas otras causas
en Francia, por las sospechas de corrupción en la atribución de los Juegos de
Río y Tokio, así como de los Mundiales de 2013 y 2021.
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