domingo, 29 de diciembre de 2019

GARCÍA BRAGADO: "TENGO QUE OLVIDAR LOS 50 AÑOS Y PENSAR EN TOKIO"


EP

El atleta Jesús Angel García Bragado tiene claro que intenta "no ponerse límites" y que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los octavos de su carrera, son "la ilusión y la motivación" que le hacen seguir hacia adelante, a sus 50 años y tras una larga carrera como marchador, donde espera poder despedirse del atletismo y del deporte, que le ha dado "todo". "Uno con la edad va notando los límites aunque intento no ponérmelos. A pesar de que muchas veces pienso que ya tengo 50 años, intento olvidarlo, dejar eso de lado y pensar en seguir hacia delante, en Tokio. Mi decisión es estar en los Juegos y la idea es intentar hacer un buen tiempo en invierno que me lo permita, aunque ya esté clasificado. Solo tengo que poner el crono y conseguir el tiempo que pide el Comité Olímpico Internacional", destacó García Bragado a Europa Press.
El campeón del mundo de 50 kms marcha en 1993 y subcampeón en 1997, 2001 y 2009 logró clasificarse para los Juegos Olímpicos del próximo verano al finalizar octavo en los Mundiales de Doha y ahora está pendiente de cumplir con la mínima olímpica en el Campeonato de España de este invierno. Los de la capital japonesa serán los octavos para el madrileño. "Intento mantener la ilusión de cuando fui a los primeros en el 92. Me hace mucha ilusión poder ir a Tokio y poderme despedir del atletismo y del deporte, que me lo ha dado todo, en otros Juegos. Por eso creo que le puse tanta ilusión al Mundial de Doha porque sabía que era una oportunidad para mí de poder estar en Japón el año que viene. Esa es la ilusión que tenía y la motivación que me hace seguir hacia adelante", recalcó.
El marchador ha estado recientemente en Sudáfrica realizando entrenamientos durante tres semanas "preparando la temporada" junto con todo el equipo nacional, con la idea de hacer un "buen tiempo" en invierno. "Me gustaría conseguir la marca que nos piden para estar en los Juegos, aunque ya tenga todos los números para poder ser el seleccionado", afirmó. El inagotable 'Chuso' se enfrentará a un nuevo reto en Japón, donde se prevén altas temperaturas para julio y agosto, fecha en la que se disputarán los Juegos y para los que ya se están tomando medidas de precaución como trasladar las pruebas de marcha y los maratones a Sapporo, tras el "duro" Campeonato Mundial de Atletismo vivido en Doha el pasado mes de septiembre.
"Allí el principal hándicap era el calor que íbamos a soportar y teníamos que prepararnos. El calor principalmente es una percepción mental, porque tú y yo podemos estar en la calle y tú tienes más frío que yo o viceversa. El objetivo era que fuera solo eso, una percepción mental. Lo que hice fue someterme a situaciones de mucho estrés térmico, de mucho calor", relató. El veterano atleta español explicó que tras varios entrenamientos en una cámara térmica, viajó a Doha 14 días para "llegar más avanzado" en este aspecto. "Además de esta previa preparación, seguí entrenándome para poder estar más preparado y convencido de que podría soportar un esfuerzo de 4 horas como la de 50 kilómetros marcha", sentenció.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

MARÍA LASITSKENE: "ES UNA VERGÜENZA"

EFE

La campeona mundial de salto de altura, la rusa María Lasitskene, criticó este lunes a las autoridades rusas por la exclusión de cuatro años dictaminada por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que tachó de "vergüenza" para el país, y adelantó que seguirá compitiendo como neutral.
"No dudaba de dicho desenlace. No me creía los cuentos de que todo irá bien. Lo que ha pasado hoy es una vergüenza", escribió en su cuenta de Instagram.
Lasitskene, que se proclamó en septiembre pasado en Doha campeona mundial por tercera vez consecutiva, un hito sin precedentes, ha sido en los últimos años muy crítica con el presidente de la Federación Rusa de Atletismo, Dmitri Shliajtin, que dimitió recientemente tras un nuevo escándalo de dopaje.
"¿Mis planes de futuro? Luchar por mí misma y competir. Nunca tuve intención de cambiar de ciudadanía y no lo haré ahora. Demostraré en la pista que los deportistas rusos están vivos, aunque sea en calidad de neutrales. Es lo que hice durante los últimos años", señaló.
La saltadora, una de las pocas atletas rusas que ha dominado su disciplina pese a la marginación del atletismo ruso desde los Juegos de Río, criticó a las autoridades por defender a los deportistas "sólo de palabra".
"Lo que me indigna es que los atletas están solos en esta lucha", dijo.
Aunque algunos políticos rusos han llamado a todos los deportistas rusos a boicotear las competiciones internacionales, leyendas del deporte de este país han apoyado que los atletas que demuestren que están limpios compitan como neutrales.

FERNANDO CARRO, MEJOR ATLETA DEL AÑO

JUANMA BELLÓN
AS.com

Fernando Carro se levantó este martes 10 de diciembre por la mañana temprano. Sobre las 9:30 ya hizo unas llamadas de teléfono. Estaba nervioso. Era un día especial, recibiría el premio José Luis Alonso a atleta del año en el restaurante Pedro Larumbe de Madrid. Eso sería a las 21:30. Antes hizo muchas más cosas… Con las piernas todavía tocadas del Europeo de cross, fue al INEF a hacer series. Esta vez tocaba 15x300, con el grupo femenino de Arturo Martín… Carro ponía el ritmo a Clara, Elena, Agueda, Anapatri, Bea… 13:45. Fin del entrenamiento y ducha.
A las 15:00 tenía preparado un reportaje. Pero iba justo de tiempo, fue al Restaurante Los Austrias, tomó un pincho de tortilla y se compró un bocadillo de lomo con queso. Le pidió un favor a Adri Ben. Fotos (clavos incluidos). Un buen rato. Charló con Mariajo Pérez y Solange Pereira y a las 16:30 se subió con su fisio José Antonio Bodoque a comerse el lomo y el queso (“Dieta de deportista, pero todavía está caliente”, bromeaba). Cogió su FIAT azul, que posiblemente cambiará por un Peugeot, y a la radio. Entrevista a las 18:00.
Después se trataba de decidir outfit para la gala. Era un día importante. ¿Chaqueta, chinos…? Al final una chaqueta y vaqueros semirotos. Tras la decisión cogió el coche y se fue a la calle Serrano. Allí le esperaba Rafa Pajarón, el presidente de los Amigos de los Martes, y la hija del histórico José Luis Alonso. Otras veces entregó el premio a Casado, a Ruth Beitia, a Manolo Martínez, a Natalia Rodríguez, el último a la marchadora María Pérez. Esta vez se lo dio a Fernando Carro, que lo celebraba feliz con la gente de Moratalaz, Jesé Ramos, Arturo Martín, Jesús del Pueyo… y Arturo Casado, su ídolo, premiado en 2010 por su oro europeo, y que le dijo a Carro: “¡Ves! Es tu momento”.
El madrileño, de 27 años, consiguió este 2019 el récord de España de 3.000 metros obstáculos (8:05.69 y se lo arrebató a Berlanas). Se hizo un fijo en la Diamond League (octavo en la final), fue undécimo en los Mundiales de Doha y ganó el Europeo por selecciones. Le votaron entre 104 personas (directivos, estadísticos, periodistas, entrenadores, clubes, veteranos, jueces) y ganó a Orlando Ortega y Cienfuegos.
 “Este premio supone algo grande para mí, cerca de mi gente querida y ser reconocido por tantos sabios del deporte. En 2018 gané la medalla de plata en Berlín y este año el récord nacional (8:05.69). Sobre todo me he asentado en unas marcas de nivel mundial. Estoy ahí por si alguna vez surge la oportunidad de hacer algo grande”, decía Carro mientras brindaba en un día que tuvo todo. Series, reportajes, bocadillo de lomo y cena de gala. Así fue el día del atleta del año.

MARTÍN FIZ: "AL FINAL SE CORRERÁ DANDO BRINCOS"


EFE

El atleta Martín Fiz afirmó este miércoles durante la presentación en Barcelona de la Carrera de las Empresas, apadrinada por Banco Santander y de la cual es embajador, que se debe "poner un límite", porque al final se correrá "dando brincos", en relación a las innovaciones en las zapatillas.
Fiz se mostró partidario de la tecnología, pero con restricciones. "Las zapatillas, como los GPS, han ido evolucionando. Ahora las zapatillas van muy deprisa y otros deportistas de otras marcas se están viendo afectados porque la diferencia es abismal. Se debe poner un límite", reflexionó.
El atleta, además, auguró un futuro sorprendente si esta tecnología se sigue implantando: "Esto ocurre en carreras de ruta, pero no me extrañaría que en Tokio que con el sistema de carbono veamos a un atleta de altura rebasar los 2,50 metros y a uno de triple salto que llegue a la arena con dos saltos".
Martín Fiz, en definitiva, opinó que se va a producir "un antes y un después". "Todos los atletas deben competir con las mismas características. Se trata de correr, no de dar brincos y al final se va a ir dando brincos", insistió.
El embajador de la Carrera de las Empresas sigue compitiendo al máximo nivel en la categoría másters. "Estoy en buen nivel y para 2020 quiero intentar varias cosas, me gustaría participar el 16 de febrero en Barcelona, con un récord de másters 55 de 1 hora, 10 minutos y 24 segundos", subrayó.
La Carrera de las empresa aglutinará a 3.000 participantes, un 34 por ciento de mujeres, de 250 empresas. Es un evento aire lúdico y con una vertiente solidaria, en colaboración la Fundación Arrels. Los corredores deben ir vestidos tal como van en su día a día en el trabajo, por ejemplo, de médicos, cocineros o con traje.
La carrera contempla dos categorías, de cinco y diez kilómetros a lo largo de L'Hospitalet. A diferencia de la edición pasada, en esta ocasión los dos recorridos son distintos para evitar aglomeraciones debido al distinto nivel de los participantes.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

MUTAZ BARSHIM: "MIS OBJETIVOS SON EL RÉCORD MUNDIAL Y EL ORO OLÍMPICO"


CARLOS ARRIBAS
El País.com

Mutaz Essa Barshim (Doha, Qatar, 24 de junio de 1991) acababa de cumplir 27 años el día que conoció el valor absoluto, máximo, del atletismo concebido como una lucha personal contra cualquier límite. Intentando superar 2,46m, lo que nadie ha conseguido nunca, el mejor saltador de altura del siglo se rompió el tobillo. Fue el tercer intento, ajustadísimo de un concurso disputado el 2 de julio de 2018 en Alba Regia (Hungría). Barshim es un junco, una pluma de 70 kilos y 1,92m. Se operó, se recuperó lo justo para ganar un Mundial y el día más lluvioso de todo el otoño madrileño aterrizó en la capital, donde el martes será galardonado por el Diario AS en su gala del deporte. Le acompañará en la fiesta el cubano Javier Sotomayor, quien dejó en 1993 el récord del mundo en 2,45m. “Me gusta la lluvia. Para mí este tiempo es perfecto, siempre que no tenga que saltar, jeje”, dice el qatarí, cuya mejor marca, 2,43m, data de 2014. “Nunca había estado antes en Madrid, no. De hecho, nunca había estado antes en España”.
Pregunta. Creo que nunca hubo una persona más feliz que usted, el 4 de octubre pasado, en el estadio Khalifa, de Doha después de saltar 2,37m y ganar el Mundial…
Respuesta. Fue alucinante, fue como dicen que es la historia, muy grande, muy grande, más de 40.000 personas empujando. Eran los Mundiales, en mi casa, en mi país, y mi gente había venido. Tenía que darles un buen espectáculo. Era muy, muy importante ganar ese título mundial. Fue mi primera gran competición después de la lesión. Antes del Mundial no estaba al 100%. La lesión había sido muy grave y psicológicamente estaba un poco bajo, pero cuando vi tanto público jaleándome me olvidé de todo, me olvidé de la lesión, del dolor, estaba preparado para morir ese día. Estaba 100% pensando ‘no me importan las consecuencias, hoy lo tengo que dar todo’. Y toda la gente que vino a verme, ellos son los verdaderos campeones, no yo.

P. ¿Ve como algo simbólico que se lesionara intentando batir el récord intocable?
R. Creo que todo sucede por alguna razón. Cuando intenté saltar los 2.46m, ningún humano lo había conseguido jamás, así que no podía dar solo el 60%, o el 80%, o el 100%. No, tenía que dar el 200%, el 300%. Así que cuando iba corriendo sabía que me estaba arriesgando, era un intento muy peligroso. Estoy seguro de esto, pero es mi decisión, es mi trabajo. Cuando empecé a entrenar para ser saltador de altura sabía que tenía una responsabilidad, que tenía que tomar decisiones con mucho riesgo. Así que da pena que fuera justo allí, fue un momento muy extraño emocionalmente. Porque me sentía muy bien, y era solo julio, y estaba muy contento de estar así para la temporada, pensaba que si todo iba bien podría intentar batir el récord mundial. Y aquel intento estuvo muy cerca, pero en el deporte no siempre pasa lo que uno quiere, y cinco minutos después no podía andar.

P. ¿Hay algo que le pueda preocupar más a un saltador que su tobillo?
R. Los saltadores de altura solo tenemos nuestro cuerpo y las piernas son el motor. Fue muy duro romperme los ligamentos del tobillo [el izquierdo, el del pie de impulso]. Nunca dudé, nunca llegué a pensar que fuera el fin de mi carrera, pero siempre queda una incógnita, ¿volveré a saltar de nuevo al máximo nivel? Cuando me lesioné había saltado 2,40m, e intentaba 2,46m, el récord del mundo, estaba en el top, era el líder mundial... Este es el tipo de preguntas que siempre me acompañarán, estas dudas, si será posible o no, y me cuestiono a mí mismo, y el doctor dice, ok, no podrás volver a andar en dos meses, ni hacer nada hasta dentro de cuatro meses... Este tipo de cosas.

P. ¿Después de la operación, aún duda? ¿Está igual de fuerte que antes su tobillo, su tendón de Aquiles tan flexible?
R. En el Mundial me sorprendió que estuvieran fuertes como para saltar 2.37m, no me lo esperaba. Pero necesitan un tiempo. Ahora están bien, sanos, recuperados. No sé si igual que antes, no estoy seguro, porque una vez que se rompen, no pueden volver a estar igual. No están al 100%, pero no necesito que lo estén para saltar tan alto.

P. ¿Es importante para crecer tanto contar con un rival como Bondarenko, del mismo nivel?
R. En los tiempos de Sotomayor estaba también Patrick Sjoeberg, que saltaba 2,40m… entonces se saltaba mucho, pero después llegó un gran vacío y la gente dejó de creer, y pensaba que nadie podría volver a saltar tanto. Pero en 2013 [tenía 21 años] salté 2,40m y la gente volvió a creer, sí, es posible. Y Bondarenko y yo lo saltamos, 2,40m, en casi todas las competiciones. 40, 41, 42, 43... Y lo hacíamos sin pensar que saltábamos tanto. Lo único en lo que pensábamos era en ganar, yo quería ganar, él quería ganar...bang, bang, bang... Él me ayudaba, yo le ayudaba. Es muy importante tener ese tipo de rivalidad. Para mí es mejor saltar 2,40m aun no ganando que ganar saltando 2,32 o 2,30m. Eso no me motiva. Busco siempre algo grande, aunque quede quinto con ese salto, pero si es de 2,40m, soy feliz.

P. Todos los que han saltado 2,40m esta década se han lesionado, usted, Bondarenko, Drouin, Protsenko...
R. No es fácil saltar 2,40m varias veces al año. Para el cuerpo es muy, muy duro. Estar sano y saltar tanto es casi imposible. Es muy triste que Bondarenko no se haya recuperado aún, claro que me va a afectar, a no ser que llegue alguien que me presione como él. Siempre intento en todas las competiciones ganar, y no solo ganar, saltar lo más alto que pueda... La rivalidad siempre lo hace más fácil.

P. ¿Es tanta la presión a la que se somete al cuerpo que las lesiones son inevitables?
R. Son duras algunas partes del salto, no todas, pero se necesita saltar fuerte para rendir. Creo que se trata de ser inteligente. Yo y Bondarenko y algunos más somos más listos ahora. Cuando era joven era estúpido. Saltaba en dos o tres competiciones todas las semanas. En un mes competía a lo mejor veinte veces y varias por encima de 2,35m, 2,40m, 2,42m. Y sin pensar, porque a lo mejor era más joven y me recuperaba mejor. Pero ahora tengo que ser más listo y tengo que escuchar a mi cuerpo. Si me duele algo tengo que ir con calma y no competir esa semana. Porque lo he ganado todo, he ganado todas las competiciones que necesito. Ahora, para completar el currículum, solo me quedan dos objetivos: de medallas olímpicas tengo bronce y plata, así que me falta el oro, y luego el récord del mundo y ya está. Así que tengo que pensar bien y centrarme solo en las grandes competiciones, las grandes cosas.

P. Parece obvio que después del bronce y la plata olímpicos tiene que venir el oro en Tokio, ¿lo ve así de claro?
R. Lo sé, eso sería lo normal, ir para arriba, si todo va bien. Pero son los Juegos Olímpicos, sé que va a ser muy difícil, hay muchos saltadores muy buenos que se están entrenando ya, y no va a ser fácil. Pero sé de lo que soy capaz e intentaré hacerlo lo mejor posible. La semana que viene empiezo a prepararme y haré todo lo que pueda. Espero poder dar a mi país su primer oro.

P. Psicológicamente, después de la lesión, ¿sigue sintiendo la llamada de batir el récord del mundo?
R. Siempre he sido así, nunca he tenido un solo objetivo, el récord del mundo. Me gusta mirar a toda mi trayectoria. Cuando me retire quiero haber conseguido todo lo que sea posible: récord del mundo, récord de competición o récord olímpico, medallas, lo que sea. Para poder decir que he hecho todo lo que he podido. Y claro que sí, sigo saltando, así que sigue siendo uno de mis objetivos batir el récord del mundo.

P. ¿Le parecería la suya una trayectoria incompleta si no lo lograra batir?
R. No, no lo creo. Porque el récord del mundo es solo una cosa, y una cosa no determina toda mi trayectoria. Creo que aunque me retirara hoy estaría muy contento con lo que he conseguido. Estoy muy agradecido de todo lo que he logrado, y creo que no se puede hablar del salto de altura sin mencionar algunos de mis saltos. Así que no creo que un solo récord, una sola competición, o una sola medalla vayan a determinar todo lo que he hecho. Pero de todas formas, siempre intento mejorarme. Y mirando al futuro, están el récord mundial y el oro olímpico. Creo que voy a lograr grandes cosas.

martes, 3 de diciembre de 2019

GARCÍA BRAGADO: "EN TOKIO PONDRÉ PUNTO Y FINAL A MI CARRERA"


Marca.com

Jesús Ángel García Bragado recibirá el hoy 2 de diciembre en la Ciudad de la Raqueta de Madrid el Premio María de Villota en su categoría de Hazaña Deportiva. Jesús García Bragado logró en los pasados Mundiales de Atletismo, celebrados en Doha, su clasificación para disputar por octava vez unos Juegos Olímpicos. García Bragado fue campeón del Mundo de 50 km Marcha en los mundiales celebrados en Sttutgart en el año 1993 y más de un cuarto de siglo después, sigue al más alto nivel.

¿Qué supone para usted el recibir un galardón como es el Premio María de Villota en el apartado de Hazaña Deportiva?
Es un honor. A María de Villota la conocí personalmente hace mucho tiempo en el Consejo Superior de Deportes. Era un encanto de persona, igual que su familia. María nos dio a todos una lección de vida. Además, fue una pionera en un deporte como la Fórmula 1. Es un claro ejemplo para todos. Me hace una gran ilusión este premio.

Después de tres décadas al más alto nivel, ¿con qué perspectiva ve su carrera?
Cuando empecé a competir, era el siglo pasado, y ya estamos bien metidos en el siglo XXI. Todo ha cambiado mucho. Ahora, por ejemplo, hay muchos más países compitiendo y eso ha incrementado el número de participantes. El atletismo ha cambiado en la misma medida que lo ha hecho el mundo. En el año 92, aún existía la CEI, que era la heredera de la Unión Soviética, y ahora hay grandes potencias que en aquella época no tenían tanto nivel, como China o varios países sudamericanos. Otro cambio muy relevante es que cada vez se celebran más competiciones internacionales fuera de Europa, que ha dejado de ser el centro del atletismo. Todos los países han encontrado en la política deportiva una gran herramienta de promoción. El deporte se ha globalizado y las medallas se reparten entre más países.

Y la forma de entrenar y afrontar las competiciones desde el lado del atleta, ¿Ha cambiado mucho desde que comenzó a competir?
También ha cambiado mucho. Si en el año 92 hubiera sabido lo que sé ahora, otro gallo me hubiera cantado. En estos años, hemos entendido mejor conceptos como la fisiología del cuerpo en las carreras de resistencia...Por ejemplo, antes se entrenaba demasiado y, además, mal. Ahora los entrenamientos son más eficaces. Lo importante no es estar en el puesto del trabajo todo el día, sino trabajar sabiendo cuándo hay que hacerlo más o cuándo menos.

También ha cambiado el atletismo en todo lo que no es competición propiamente dicha. El 'envoltorio' de una competición es ahora muy potente....
Es increíble. Hay que ver todo lo que se monta en un mitin o por ejemplo cómo ha sido desde el punto de vista tecnológico el Mundial de Doha. Para el espectador es sorprendente. Ahora mismo, todas las competiciones se han convertido en un gran espectáculo. La idea es atraer al espectador. Hay que competir con otros deportes.

¿Con qué se queda de su carrera?
Me quedo con la trayectoria. Pero si tengo que elegir algo, sería con el oro de Sttutgart y también con la medalla de Berlín, pero si no hablamos de medallas, me quedo con el recibimiento que los deportistas me hicieron en la Villa Olímpica. Aquel pasillo de mis compañeros fue toda una experiencia. Fue algo espontáneo. Me sentí halagado y honrado a la vez.

A un atleta que está empezando en la marcha, ¿qué consejos le daría? Tiene que tener capacidad de entrenar, superarse y esforzarse. También tiene que entender la técnica y la motricidad de la marcha. Tiene que ser una atleta con mucha coordinación y capacidad de resistencia.

¿Son ustedes los marchadores una 'rara avis' dentro del atletismo?
Siempre ha sido la especialidad más diferente. Hemos evolucionado a mejor. Ahora tenemos más reconocimiento, pero es una disciplina que exige mucho tiempo y dedicación.

¿Son los marchadores especialistas en el sufrimiento?
Está claro que hay que tener capacidad de sufrir. La marcha es un deporte agonístico que requiere mucho esfuerzo y superación personal. Hay que estar dispuesto a pasar un mal rato. Ahí está, en parte, la satisfacción de poder con tu propio esfuerzo, mejorar tus marcas...esa es la esencia del atletismo.

En Tokio disputará sus octavos Juegos Olímpicos. ¿Será su última gran competición?
Mi decisión personal es poner punto y final a mi carrera deportiva en los Juegos Olímpicos. Y así lo afrontaré. Será la última vez que me ponga un dorsal.
¿Cómo será el día después tras tantos años dedicado al atletismo?
Seguiré dedicado al atletismo dentro del mundo del entrenamiento. Proyectos no me van a faltar para seguir dedicándome a esto. Además, quiero dedicar más tiempo a mi profesión de podólogo.

SOTOMAYOR: ¿CÓMO VOY A QUERER QUE BATAN MI RÉCORD DEL MUNDO?


JUANMA BELLÓN
AS.com

-Tiene el listón de 2,45, la altura de su plusmarca mundial, en la puerta de casa.
-Esta varilla, el listón, me hace recordar cada día que tengo la mejor marca mundial de la historia. También el Museo del Deporte Cubano lo tiene puesto en la entrada, que por allí también paso con frecuencia, y en el Museo Olímpico de Lausana igualmente está. Así que hay varias cosas que me hacen tener presente ese salto. Aquí en Cuba es una marca reconocida y supone un orgullo.

-Han pasado 26 años de su último récord mundial, el 27 de julio de 1993 en Salamanca, y todavía sigue vigente.
-Así es. Pero no olvide que esa no fue mi primera plusmarca. Todo comenzó con el 2,43 de hace 31 años (en 1988), también en Salamanca (le quitó el tope al sueco Sjöberg). Después llegó el 2,44 en San Juan (Puerto Rico) en 1989, y luego ese día del 2,45 en Salamanca. En los dos últimos récords todo el mundo se abalanzó hacia la colchoneta para celebrar las marcas.

-¿Tiene la sensación de que pudo llegar más lejos? Por algún entrenamiento o algo...
-En entrenamiento nunca salté más de 2,40, así que por ahí no, pero en competición si podría haber llegado más lejos de no haberse muerto mi entrenador (José Godoy) tan temprano. Falleció tras el récord de 2,44, y aunque el 2,45 vino después, ya no era lo mismo.

-¿Le cambió la vida ser el plusmarquista mundial?
-Como atleta, sí, pero como persona, no, porque yo siempre me he sentido igual. Eso sí, acarrea unos compromisos y una responsabilidad con tu familia, tus seguidores, tu gente...

-¿Una medida gráfica del récord mundial?
-Es como saltar un larguero de fútbol, que mide 2,44, y al que le guste el voleibol, la red masculina está en 2,43.

-Siente que con el tiempo su récord ha ganado valor...
-Sí, porque han pasado muchos años. Más hoy en día, con tanta tecnología y la ciencia que se aplica al deporte. Así que, por supuesto, que tiene un valor extra. En Cuba nos ayudó la capacidad de superación y nuestros entrenadores.

-También fue oro en Barcelona 1992.
-Sí, eso como medalla para mí fue lo máximo. El título olímpico es lo que todos anhelamos­­­. Antes podía haber estado en dos Juegos, pero no pude asistir. Así que me hizo una ilusión especial. La recuerdo como una final estratégica y fue uno de los mayores regalos de la vida.

-En Sídney 2000 cazó una plata...
-En Atlanta 1996 me lesioné y la final de Sídney se desarrolló con lluvia, que ahí yo era pésimo, porque me obligaba a cambiar mi técnica. Salté 2,32 y llegó el agua. Cogí una plata, en ese momento no estaba feliz, pero después ya sí.

-Récord mundial en Salamanca, oro en Barcelona... Su vida está conectada a España.
-Sí. Muchísimo. Gané varios títulos, obtuve el Premio Príncipe de Asturias, me preparé mucho en Guadalajara, Alcalá de Henares, Coslada... y todo hace que me sienta muy ligado a España. Además, actualmente tengo la nacionalidad. Me hace mucha ilusión recoger todos los premios, pero los cubanos y españoles son un orgullo mayor.

¿Pensaba que su récord mundial duraría tanto?
-Cuando lo hice por primera vez en 1988 nunca pensé que 31 años después sería el plusmarquista. Tanto no.

-¿Quiere que caiga su récord?
-No (se ríe). ¿Cómo voy a querer? Convencido estoy de que se batirá, pero no es que anhele que se haga rápido. Cuando toque. Es una marca sin fecha de caducidad, como los productos. Los puedes consumir en un mes, en un año, en dos, en tres... No sabes cuándo se lo va a tomar alguien.

-Sabe que también tiene el Premio AS Barshim, que saltó 2,43, ¿le ve candidato?
-De momento, es el único que puede hacer la plusmarca. No veo a otro saltador con posibilidades.

-¿Qué diferencias hay entre Barshim y usted?
-Cada cual tiene sus características. Él es bien técnico y buen competidor y yo dependía de mi potencia y mi fuerza.

-Tiene buena relación con Iván Pedroso, que ahora triunfa como entrenador en España (Yulimar Rojas, Peleteiro...).
-Sí, somos muy buenos amigos. Iván fue grande, pero también hubo atletas espectaculares como Juantorena, Quirot, Quesada... A que haya tanto talento ayuda el sistema deportivo de Cuba, que tenemos grandes entrenadores que saben detectar figuras.

-¿Qué es lo que más le apasiona del salto de altura?
-La elegancia y la técnica. Y la forma de competir, que se disfruta. Porque cada atleta que intenta un salto sabe lo que representa. El público goza y los deportistas se tensan a medida que la varilla sube.

-¿Cómo vivió la retirada? Estuvo en una banda de música.
-A mí siempre me gustó la música y su mundo. Y, en 2001, cuando no había dado mis últimos saltos, tenía mi banda: Salsa Mayor. El ritmo es importante para la música, pero también para el salto de altura. En mi vida paro por La Habana, que tengo mis hijos.
-Y está muy vinculado al equipo cubano de atletismo.
-Fui mánager de la selección por ocho temporadas y ahora soy el secretario general de la Federación. También entreno a dos atletas.

-¿Son saltadoras de altura?
-Claro, hombre. No voy a entrenarlas en vallas (ríe).

-¿Cómo ve el atletismo cubano? Tienen talentazos como Juan Miguel Echevarría.
-Creo que en Tokio 2020 los resultados serán mejores que los de Doha, que tuvimos tres medallas. Juan Miguel es el candidato que puede llegar a los nueve metros en longitud. Tiene el talento para hacerlo.

-Y hablando de límites, ¿cuál será el del salto de altura?
-Es muy difícil decir eso. Creo que el tope del ser humano es 2,50, pero ya no estaré yo en vida. Lo saltará, pero en los próximos 50 años no sucederá.

viernes, 29 de noviembre de 2019

MO FARAH VOLVERÁ A LAS PISTAS EN TOKIO

EFE

El atleta británico de origen somalí Mo Farah, dos veces campeón olímpico de 5.000 metros y otras dos de 10.000, ha anunciado que regresará a la pista, después de su incursión en carreras de ruta, para defender su título olímpico de 10.000 metros en los Juegos de Tokio 2020.
Después de conseguir el doblete olímpico en carreras de fondo en pista (5.000 y 10.000) tanto en Londres 2012 como en Río 2016, Farah se pasó al maratón en 2017. Ganó el de Chicago en 2018 con un nuevo récord de Europa (2h05:11) pero no pudo vencer en Londres -fue tercero- ni extender al maratón el dominio absoluto que había ejercido en la pista bajo la dirección del entrenador estadounidense Alberto Salazar, en la actualidad suspendido por cuatro años por prácticas de dopaje.
"La gran noticia es que vuelvo a la pista para el 10.000 de Tokio el próximo año", anunció Farah en un vídeo publicado en youtube. "Espero no haber perdido mi velocidad, estoy entrenando duro para ello, a ver qué puedo hacer", dijo.
Farah, de 36 años, intentará lograr en Tokio un tercer título olímpico en 10.000. "Estoy muy emocionado con mi vuelta a la pista", aseguró el atleta, que se desvinculó de Alberto Salazar cuando el técnico de origen cubano quedó en entredicho tras la investigación realizada por la Agencia Estadounidense Antidopaje, que ha desembocado en una suspensión de cuatro años.

BARSHIM: "MI SUEÑO ES EL ORO EN TOKIO"

Hossam Usama
AS.com

-Primero... ¿qué representa que le elijan para ser el Premio AS Arabia 2019?
-Sentí una felicidad inmensa por ganar este trofeo, especialmente cuando viene del Diario AS, con su fama mundial y su visión para todos los deportes y los deportistas. Estaré presente en la gala para recibir el premio el 3 de diciembre. Este galardón es un honor y una confirmación de que nuestro esfuerzo, el de mi equipo y el mío, no fue en vano.

-¿Sorprendido por la distinción y por su temporada?
-No esperaba lograrlo, especialmente porque viene después de una etapa muy difícil en mi carrera: por la lesión que sufrí, que dejaba mi participación en los Mundiales de atletismo en duda. Sinceramente, no estaba listo al 100% para participar, y se decidió el asunto dos semanas antes de la competición. Teníamos miedo de una recaída por estar casi un año lejos de las pistas, pero al final las cosas fueron como esperábamos y pude ganar el oro en mi país y ante mi gente, que la considero la causa principal para conquistar esta medalla.

-Hablando de la lesión... ¿cómo superó el sufrimiento de la fractura de su tobillo y fue capaz de regresar de nuevo a la élite mundial?
-Fue una época muy complicada, especialmente porque estuve un año recuperándome, y teniendo miedo de no rendir a la altura de siempre. Pero me mantuve paciente y optimista a lo largo de todo 2019, algo que me ayudó para volver con mucha fuerza y subir al podio de nuevo.

-Después de estos logros... ¿a qué aspira el próximo año 2020?
-La temporada que viene tendremos muchos eventos muy importantes, algo que me pondrá muchos retos en mi camino, eso me gusta y me anima, porque ya me acostumbré a afrontar la presión de las competiciones más grandes. Participaré en varias citas, pero la más destacada para mí serán los Juegos en Tokio, donde aspiro a ganar el oro después de haberme colgado el bronce y la plata (en las últimas dos ediciones, Londres y Río). Y el otro logro que me gustaría es batir el récord mundial (2,45 metros de Javier Sotomayor, también premiado por AS) tras conseguir 2,37 en los Mundiales de Doha.

-¿Se siente presionado por las expectativas de sus seguidores por ganar el oro olímpico?
-La presión es un aspecto con el que convive cada deportista que busca triunfar en su deporte a nivel mundial, y por eso tengo que acostumbrarme para afrontar ese tipo de tensión, y es algo que estoy consiguiendo últimamente. Y la presión de buscar una medalla nunca será más que la que sentí en la etapa de la lesión que amenazaba toda mi carrera.

-¿Qué rol tiene la academia Aspire de Qatar en su trayectoria deportiva?
-Considero a la academia Aspire como mi segunda casa. Y desde que empecé mi carrera allí, sentí que todos los responsables quieren mejorar a todos los deportistas y dotarles de habilidades. Tenemos un ambiente de deporte, que ayuda a cualquier deportista para triunfar, y es algo que me puso en el camino de los éxitos.

-¿Cuál es el consejo que daría a los deportistas jóvenes?
-Les aconsejo esforzarse todo lo que puedan y que se sacrifiquen para ser mejores, y cada uno tiene que aprovechar todas las circunstancias que están a su favor para llegar a su meta. Es algo que hice estando en Aspire, y lo encontrarán todos los deportistas que trabajan en la academia.

-¿Cómo se siente siendo una estrella?
-Sinceramente, no pienso en eso. Yo, como deportista, no busco la popularidad, sino que persigo conseguir mis metas y tener más éxitos con mi equipo. Aspiro a ganar la confianza de los responsables y los seguidores y eso es algo que me hace feliz. Siempre intento ser humilde y trato de mejorar todos los aspectos en mi carrera y mi técnica.

-¿Última palabra para los lectores de AS?
-Le doy las gracias al Diario AS por esta entrevista, y por elegirme como el mejor deportista árabe en 2019. Y les dedico a los lectores mi firma, que lleva mi ambición para romper récord del salto más alto en la historia (2,45 metros).

miércoles, 27 de noviembre de 2019

KIPCHOGE Y MUHAMMAD, MEJORES ATLETAS MUNDIALES DE 2019

JUANMA BELLÓN
AS.com

Dalilah Muhammad y Eliud Kipchoge fueron nombrados mejores atletas de 2019 en Montecarlo, en la Gala de World Athletics, la Federación Internacional antes conocida como IAAF. Kipchoge repite el galardón que ya se llevó en 2019 gracias a su victoria en la maratón de Londres y el reto de bajar de dos horas en Viena (corrió en 1h59:40), una carrera comercial sin validez como récord mundial ni para los rankings por sus circunstancias especiales (liebres permanentes, no homologación...). Sin embargo, World Athletics sí lo ha tenido en cuenta para dar el galardón por delante de Warholm, Lyles, Kendricks...
"Estoy muy feliz por hacer historia. Tengo un gran equipo, de entrenadores, de sponsors, nutricionistas... Fue muy especial que me felicitara tanta gente, en especial Barack Obama, el primer presidente negro de los Estados Unidos. Él demostró que el ser humano no tiene límites", decía en videoconferencia Kipchoge, que no estuvo en Montecarlo y al que también se le tuvo en consideración su victoria en la maratón de Londres.
Sí acudió Muhammad, que batió este 2019 el récord mundial de 400 vallas en dos ocasiones.  "Fue un año fantástico. No esperaba volver a casa con este galardón. Las vallas son una carrera en la que entran en juego muchos factores y pude prepararme muy bien", explicaba la neoyorquina de 29 años, que primero hizo una plusmarca en los Trials de Des Moines (52.20) y la ratificó en los Mundiales de Doha (52.16).
El etíope Selemon Barega, que grababa con su teléfono móvil la ceremonia, se llevó el premio a mejor atleta incipiente masculino. Barega, de 19 años, fue subcampeón mundial en Doha. Ese galardón en categoría femenina fue para la ucraniana Yaroslava Mahuchikh, de 18 años, que saltó 2,04 en la final mundial de altura. "Fue un gran recuerdo tener esa medalla de plata (le ganó Lasitskene) y batir el récord mundial sub-20. Espero estar en Tokio 2020".
El premio entrenador del año fue para Colm O'Conell, ese religioso irlandés que desembarcó en el valle del Rift en Kenia y descubrió talentos como Wilson Kipketer y David Rudisha. "Hace 43 años que llegué a Kenia. No tenía intención de ser entrenador, pero descubrí a estos chicos", explicaba Brother O'Conell, que recibió el galardón de manos de Kipketer.
Y hubo un galardón español. Fue para Félix Sánchez Arrazola, que por segundo año consecutivo se lleva el premio a mejor foto. En 2018 lo ganó con una instantánea de Barega en el Cross de Elgoibar, esta vez fue una de Shelly Ann Fraser-Pryce al entrar en la meta de Doha tras ganar los 100 metros. "Gracias a los que me dijeron que enviara esta foto, porque yo estaba cegado con otra", decía Sánchez.
Pero los reyes eran Dalilah Muhammad y, de nuevo, Kipchoge, el gran icono del fondo. El que tiene el récord mundial de maratón y el que bajó de dos horas en Viena, en su particular reto fuera del marco competitivo habitual, que World Athletics valoró como una gran gesta.

¿RUSIA FUERA DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS?


JESÚS MÍNGUEZ
AS.com

'Rusia debe ser apartada del mundo del deporte durante cuatro años'. Esa es la contundente es la recomendación que el Comité de Revisión de Cumplimiento (CRC) de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha remitido a su Ejecutivo, que se reunirá el próximo 9 de diciembre en París para decidir sobre una posible sanción.
El Comité independiente concluye en su informe de 26 páginas que las autoridades rusas manipularon, para ocultar positivos, los datos que la AMA recogió de su laboratorio de Moscú el pasado mes de enero. En concreto, cientos de resultados de análisis sospechosos que aparecen en la copia que el arrepentido Grigory Rodchenkov (exdirector del laboratorio ahora exiliado en Estados Unidos) sacó de Moscú y entregó a la Agencia, se han borrado en 2016, 2017 y 2018.
Una suspensión de la RUSADA (Agencia Antidopaje de Rusia) implicaría que el país no participara en los Juegos de Tokio 2020 ni en los de Invierno de Pekín 2022. También podría tener consecuencias sobre la Eurocopa de fútbol 2020, pues los partidos previstos en San Petersburgo deberían desplazarse de nación. Tampoco podría optar a organizar eventos internacionales durante el castigo de dos años.
Rusia ya quedó fuera de los Juegos de Río tras denunciar el Informe McLaren que "más de 1.000 rusos de 30 deportes tuvieron un dopaje sistemático". El Comité Olímpico Internacional dejó entonces en manos de las respectivas federaciones internacionales si los deportistas rusos podían competir bajo bandera neutral. Así ocurre todavía en Atletismo, donde World Athletics no ha levantado la suspensión.
El COI parece decidido a apoyar acciones contundentes de la AMA antes de Tokio. Un comunicado del organismo condena la "flagrante manipulación" y la considera "un ataque a la credibilidad del deporte así como un insulto al movimiento deportivo internacional". También deja claro que esas manipulaciones son "responsabilidad única de las autoridades rusa", por lo que abre la puerta a no sancionar a deportistas que demuestren su limpieza.
Por su parte, la RUSADA reconoció que no tiene "bases jurídicas" para impugnar la posible suspensión que dejaría al país fuera del movimiento olímpico y deportivo internacional, ya que se corresponden con las normas establecidas.

jueves, 21 de noviembre de 2019

PAULA RADCLIFFE ENTRENARÁ A JORDAN HASAY, EXPUPILA DE ALBERTO SALAZAR

EFE

La estadounidense Jordan Hasay, que entrenaba en el Proyecto Oregon de Nike, trabajará ahora bajo la supervisión de Paula Radcliffe, explusmarquista mundial de maratón. La británica, siempre muy beligerante con el dopaje, entrenará a Hasay, de 28 años, la segunda atleta estadounidense más rápida en maratón. "Es un honor tener a Paula como entrenadora", anunció la atleta.El Proyecto Oregon se cerró días después de que su director, el entrenador Alberto Salazar, fuera sancionado por la USADA por violación de las leyes antidopaje. Hasay, que sólo ha disputado tres maratones, aseguró que "la experiencia que tiene Paula es enorme y eso me va a ayudar. Siempre la he admirado como atleta".
Los atletas que estaban en este Proyecto han cambiado de entrenador o siguen buscando un técnico que les dirija en las próximas temporadas.

MUERE HARRISON DILLARD, EL ÚNICO CAMPEÓN OLÍMPICO DE 100 Y 110 VALLAS


EFE

El estadounidense Harrison Dillard, único atleta campeón olímpico de 100 y 110 vallas, falleció recientemente a los 96 años de edad. Dillard, que murió de cáncer de estómago en Cleveland, fue una estrella del sprint de finales de los años 40.Su ídolo había sido siempre su compatriota Jesse Owens, ganador de cuatro medallas de oro en Berlín 1936, que también era en Cleveland y había estudiado en la misma escuela secundaria que él. Dillard también ganó cuatro medallas de oro, la de los 100 metros y el relevo 4x100 en Londres 1948 y la de los 100 metros vallas y el relevo en Helsinki 1952. Entonces se convirtió en el primer campeón olímpico masculino en estos dos eventos, 100 y 110 vallas, y el único que ha logrado hasta ahora esa hazaña.
"El legado que Harrison Dillard ha dejado con sus medallas de oro de 100 y 110 vallas es un testimonio de un logro extraordinario", señaló el Comité Olímpico estadounidense. "Nuestro deporte ha perdido una personalidad propia y extendemos nuestras condolencias a familiares y amigos", agregó el organismo.

lunes, 18 de noviembre de 2019

LUIS ALBERTO MARCO ANUNCIA SU RETIRADA

TOMÁS CAMPOS
Marca.com

Luis Alberto Marco anunció hoy su retirada de la alta competición a los 33 años. Lo hizo de forma señorial y emotiva, con una carta escrita con el corazón en la que daba las gracias a muchas de las personas que influyeron en su exitosa trayectoria profesional.
El ochocentista sevillano llevaba prácticamente tres años en blanco por diversos problemas musculares, sobre todo en los gemelos, y no ha querido prolongar más esta agonía a la espera de un incierto regreso que cada vez se antojaba más lejano.
Marco, seis veces campeón de España de 800, fue medalla de plata en el Europeo indoor de Turín (2009) y olímpico en Londres 2012, en donde alcanzó las semifinales. También fue finalista (sexto) en el Mundial en pista cubierta de Doha (2010) y semifinalista en los mundiales al aire libre de Daegu 2011 y Moscú 2013.
No lo dejo con mal sabor de boca. Me voy con lo positivo, con lo que este deporte me dio"
Marco pertenece a esa generación de ochocentistas sevillanos que dominaron las dos vueltas a la pista a nivel nacional durante casi dos décadas junto a Antonio Reina, Manuel Olmedo y Kevin López.
En el momento de su adiós tuvo un recuerdo especial para Paco Gil, el entrenador que le cogió siendo casi un niño con 13 años y le convirtió en un atleta de élite, aunque también se acordó de Juan José González Badillo, el hombre con el que ha tratado de volver a las pistas en los últimos tiempos.
Pude haber sido mejor o peor según con quien me compare, pero me voy con la conciencia tranquila que lo hice por mis propios medios. Duermo tranquilo"
'¡Gracias por todo Atletismo!', se titula la emotiva misiva en la que Marco se despide. "No lo dejo con mal sabor de boca. Me voy con lo positivo, con lo que este deporte me dió. Y es que, del mismo modo, tampoco hubiese imaginado nunca que aquella decisión de "imitar" a mi hermano con 5 años se acabase convirtiendo en mi vida, me haya dado algunos de los momentos más felices de ella e incluso me haya dado a mi familia", escribe el medallista continental."Creo que lo importante es que hice todo lo que pude en cada momento, con las circunstancias de ese momento. Y lo hice de forma honesta, pude haber sido mejor o peor según con quien me compare, pero me voy con la conciencia tranquila que lo hice por mis propios medios. Duermo tranquilo", añade, en clara alusión a su impoluto historial y su tajante posición en la lucha contra el dopaje.

viernes, 15 de noviembre de 2019

EL GUERROUJ: "KIPCHOGE ESTÁ CAMBIANDO LA HISTORIA"


EFE

La historia del atletismo debe a Hicham El Guerrouj (Marruecos, 1974) momentos inolvidables. Él fue el gran dominador del mediofondo a finales del siglo XX y principios del XXI. Es todavía el hombre más rápido en 1.500 metros, con aquel incontestable crono de 3:26.00, logrado el 14 de julio de 1998 en Roma.En una entrevista concedida a EFE en el marco del MARCA Sport Weekend, que se celebra en Marbella, Hicham El Guerrouj repasó los momentos más álgidos de su carrera, habló de su vida lejos de la competición y puso en valor la figura de Eliud Kipchoge.

¿Recuerda el 14 de julio de 1998?
Ese día significa mucho en mi vida. Siempre había soñado con ser el plusmarquista mundial de 1.500 metros. Lo intenté desde 1996 hasta 1998. Siempre corría más rápido y más rápido: en 3:28, otra vez en 3:28 y otra vez en 3:28. Nunca había bajado al 3:27, pero en Roma corrí más rápido que nunca y paré el crono en 3:26.00. Me había preparado mucho para ello, había entrenado muchísimo. Llegué en un gran estado de forma, motivado y mi espíritu interior también estaba preparado para batir ese día el récord del mundo. Es una gran cifra ese 3:26.00. Es un récord que será difícil de batir por las nuevas generaciones. No será fácil, pero deseo en lo profundo de mi corazón que mi récord del mundo sea superado en los próximos años.

Más allá de ese récord, ¿es su trayectoria lo que le convierte en una inspiración para los más jóvenes?
Siempre he intentado ser una buena inspiración. A lo largo de mi carrera deportiva, yo siempre he intentado ser un modelo a seguir, en cuanto a comportamiento; hablo de las carreras, pero también de mi vida fuera del deporte. No es fácil ser alguien inspirador, pero despertar en otros sueños, inspiración, fe o deseo es algo maravilloso. Ocurre conmigo y con otros deportistas en el mundo. A través del deporte, podemos hacer ver a otros que tienen la oportunidad de cambiar sus vidas. Por eso me gusta ayudar en la promoción del deporte, acompañar a otros deportistas o entrenadores o promover la construcción de instalaciones para que otros muchachos también sean exitosos en el deporte. En España se lo veo hacer al tenista Rafael Nadal, por ejemplo. Yo espero seguir siendo un buen ejemplo. Es mi misión ahora apoyar a los jóvenes deportistas.

En España, usted es también un ídolo para muchos deportistas. Es el caso de Ouassim Oumaiz. Él tiene 20 años, acaba de ganar el Cross de Atapuerca y reconoce que usted es su ídolo, que es su inspiración. De hecho, ha visto muchas veces esos 1.500 metros suyos en Roma. ¿Qué le recomendaría a un joven atleta como él?
Sé que soy un referente para los jóvenes en Marruecos y no deja de sorprenderme serlo también para otros jóvenes europeos. Me hace feliz ser un ídolo o un ejemplo a seguir para otros. Tal vez por eso intento estar en contacto con ellos a través de Facebook, intento darles consejos y hacer lo que está en mi mano para ayudarles. Me gusta saber, en el caso de Ouassim, que le he acompañado y le acompaño en sus sueños de futuro.

El atletismo también sueña ahora con récords que parecían imposibles, como un maratón en menos de dos horas, que Eliud Kipchoge ha conseguido ya aunque de manera no oficial. ¿Qué le parece esta revolución?
El ser humano ha sido capaz de superar los límites de su cuerpo y de su cabeza. Lo que Kipchoge hizo es increíble. Él no es solo un atleta, es un atleta sumamente talentoso. Recuerdo que me ganó en el Campeonato del Mundo de 2003. Fue uno de los mejores atletas del mundo en 5.000 metros. Pero también en 10.000 metros y en medio maratón y ahora en maratón. Creo que Kipchoge está cambiando la historia y nos está demostrando de lo que el cuerpo y la mente son capaces.

jueves, 14 de noviembre de 2019

¿VALDRÁ MÁS DE UN MILLÓN DE EUROS UN ORO DE JESSE OWENS?

JUANMA BELLÓN
AS.com

Una de las medallas de Jesse Owens será puesta en venta la próxima semana, a partir del 18 de noviembre, en la casa de subastas de productos deportivos Goldin Auctions, según adelantó la NBC. Será uno de los históricos oros que ganó en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, ante la mirada atónita de Adolf Hitler. En la capital alemana, el estadounidense se llevó 100, 200, 4x100 y longitud. No se específica de qué disciplina es el metal.
No es la primera medalla de Owens que se pone en venta, porque ya se subastó una en 2013 que se vendió en 1,4 millones de dólares (1,2 millones de euros). Una cifra muy jugosa para los propietarios de esta reliquia que podrían superar en esta ocasión esa cantidad.
Esta medalla de oro que se subasta se la regaló Jesse Owens a John Terpak, un haltérofilo amigo del velocista, que al fallecer en 1993 dejó en herencia la presea a su hijo y su hija que ahora la ponen a subasta.
Owens supuso la gran revolución del atletismo moderno, por sus cuatro oros olímpicos, con su velocidad (10.3 en 100 y 20.7 en 200), su salto (8,13 en longitud) y el valor de sus triunfos en los difíciles tiempos del régimen nazi. Por eso, sus medallas son preciadísimas, la de los 1,4 millones de dólares es el objeto olímpico más caro jamás vendido. ¿Lo superará esta?

JOSÉ ÁNGEL DE LA CASA: "CÓMO EXPLICAR LA NOSTALGIA"


Alfredo Varona
RFEA

Volvió "a ser un hombre de pueblo" o a vivir como viven en los pueblos: la felicidad, en realidad, reside en no complicarse la vida.
Compró unas tierras, plantó unos almendros y ahora, cada día que amanece, mira al cielo para ver "si llueve o si hiela". Luego, va a jugar la partida o escribe lo que se le ocurre, "sin ninguna pretensión por ahora". O sale a caminar, "porque ya correr me da miedo por si me caigo". O hace bicicleta estática en ese gimnasio que ha montado en casa y que aumenta su calidad de vida.
Porque ya no hay nada tan determinante en su vida como disfrutar de la vida.
Atrás quedó el hombre que llegó a pasar 200 días al año fuera de casa: en algún lugar del recuerdo, como si volviésemos a escuchar su voz, como si volviésemos a regresar a aquellos años ochenta en los que aprendimos que los atletas españoles podían aspirar a todo.
Y el que nos lo contó por televisión, junto a Gregorio Parra, fue él: José Ángel de la Casa. Y por eso sentimos que su voz fue una parte más de nuestra generación. Y que olvidarse de él es tan difícil como no amar a tu ciudad de nacimiento.
Por eso la nostalgia es una parte más de esta historia. Nos traslada a un hombre que ya tiene 68 años. Nos permite abrazarle o enviarle un abrazo desde la distancia por todo lo que aprendimos de su voz entre otras cosas que no hace falta complicarse la vida para que la gente te quiera.
Hoy, José Ángel de la Casa soporta la enfermedad del Párkinson, pero aún da gusto escucharle, compartir con él recuerdos que le hicieron tan feliz como aquella plata de José Luis González en el Mundial de Roma 87 ("puede que nadie se la mereciese como él ") o como aquella fotografía que se hizo con Carl Lewis en la villa olímpica de Los Ángeles 84 casi por accidente. "Me lo encontré de repente y me hizo tanta ilusión que aún me ilusiona volver a verla".
Son los recuerdos imbatibles como todo lo que nos reconcilia con lo que un día fuimos. Y nos recuerdan que hace ya mucho tiempo que José Ángel de la Casa se prejubiló. " No me quedó otra alternativa". Tenía 56 años y habían pasado 30 años desde que narró por primera vez un Campeonato de España de pista cubierta en San Sebastián en 1977, desde ese día en el que el jefe de deportes de la televisión pública le desafió: "Si lo haces bien", le dijo, "irás al Europeo".
Y lo hizo bien.
Y fue al Europeo.
Y estuvo narrando atletismo hasta los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 cuando tuvo que dejarlo, porque ya no podía compatibilizarlo. José Ángel de la Casa había pasado a ser jefe de deportes en TVE, y eso implicaba otras responsabilidades. Otra vida.
El tiempo había pasado desde aquellos crosses de los domingos en los que se alojaba en los mismos hostales y hasta en las mismas habitaciones que los atletas; desde aquellos grandes campeonatos en los que él o Gregorio Parra, siempre Gregorio, le entregaban lápiz y papel a los atletas, que no competían, para que siguieran los concursos que no podían seguir ellos y que luego les decían lo que ellos decían en televisión.
Y también había pasado mucho tiempo desde que José Ángel de la Casa fue uno de los socios fundadores de Mapoma.
Se acuerda entonces de que la noche antes de marchar al Mundial de Argentina de fútbol de 1978 estuvo "pintando el recorrido del maratón del Madrid".
Pero así es el tiempo, hoy encerrado en una caja fuerte.
Mientras tanto, nosotros no nos resignamos a olvidarle a él. El mismo hombre que también narró la medalla de bronce de Abascal en Los Ángeles 84, cuyo recuerdo aún tiene intacto, "porque saltó a falta de 500 metros y la última vuelta se nos hizo tan larga, llega, no llega, fue algo espectacular que uno no puede olvidar. La felicidad ahora es la de poder contar 'yo estuve allí, yo conté tantos éxitos de atletas españoles...'".
Y eso es lo que diferenciaba a José Ángel de la Casa en aquellos años. Siempre estaba allí fuese en los grandes campeonatos de verano, fuese en los mítines de Escandinavia o fuese en aquella Copa del Mundo en Camberra donde fue, junto a Gregorio Parra, y contaron el récord del mundo de Marita Koch en los 400 metros lisos que aún perdura (47'60).
"Pero es que en aquella época íbamos a todos los sitios fuese donde fuese", explica hoy. " Por eso ahora me da tanta pena ver narrar atletismo a Amat Carceller y a Gerardo Cebrián desde un plató de televisión. Pero supongo que estos son los nuevos tiempos y yo ya no puedo decir nada porque no estoy en ellos".
Atardece, efectivamente, en Los Cerralbos donde José Ángel Casa planta cara a los recuerdos, capaz de memorizar aquel día, en aquella Copa del Mundo de Dusseldorf, cuando subió a la habitación de Alberto Juantorena a cumplir un recado, a entregarle un regalo que le habían dado para él desde Madrid, y no pudo encontrar a alguien más antipático. "Qué hace aquí, me dijo, váyase, y eso que me había autorizado a subir el jefe de la delegación cubana".
En realidad, es casi imposible organizar tantos recuerdos en una sola tarde. Por eso entiendo que lo mejor es dejarse llevar, tratar de explicar que, detrás de ese hombre, detrás de esa narración fría en televisión, existía un fanático del atletismo: José Ángel de la Casa.
Tenía 10 años cuando empezó en el atletismo, que fue un gran descubrimiento. Luego, se convirtió en campeón de salto de longitud en los primeros Juegos de La Mancha. Y hasta llegó a correr los 400 metros lisos en 52 segundos en un relevo. "Pero a los 20 años tuve que elegir entre el fútbol y el atletismo y elegí el fútbol porque me daba dinero".
Y fue un honesto mediocampista en el Talavera y en el Alcorcón. Un futbolista bajito con gran capacidad para saltar y para estar en todas partes. Un joven que, en cualquier caso, hablaba con devoción del atletismo, "porque el atletismo había sido un complemento extraordinario en mi vida. Sobre todo, porque tuve un entrenador Juan Andrés Luna que se preocupó porque supiésemos la historia de este deporte".
Luego, José Ángel de la Casa tuvo la fortuna de ser él quien nos contase la historia. Y lo hizo con una elegancia impecable. Y con una personalidad que anuló toda indiferencia al escuchar su nombre.
Por eso hoy, tantos años después, por encima de contar su historia, valoramos la oportunidad de darle las gracias o de explicar que a los grandes hombres no se les olvida jamás. Porque olvidarse de ellos es como olvidarse de los libros que leímos en la infancia.
Y me parece que eso no es posible.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

OUMAIZ: "QUIERO TENER EL FONDO DE FARAH Y EL FINAL DE EL GUERROUJ"

TOMÁS CAMPOS
Marca.com

A Ouassim Oumaiz no le gusta ver los partidos de Liga. Lo suyo es la Champions. "Yo soy del Barcelona pero mi verdadero ídolo es Cristiano Ronaldo. Siempre miro sus partidos europeos con la Juve", explica la estrella emergente del fondo español. Oumaiz acaparó titulares el pasado fin de semana tras imponerse en el Cross de Atapuerca, para muchos el mejor del mundo.Hacía 11 años que un español no ganaba la prueba burgalesa, en la que participan habitualmente muchos de los mejores fondistas del circuito. Sin ir más lejos, Oumaiz superó al eritreo Aron Kifle, cuarto este mismo año en el Mundial de cross de Aarhus. Lo hizo además sobreponiéndose a una caída a dos kilómetros de meta.
"El objetivo inicial era quedar entre los primeros españoles pero ya en la línea de salida, tras tantos meses sin poder competir, me vine arriba y pensé que era posible luchar por todo. Luego, cuando me caí y vi que era capaz de volver a enlazar con el grupo de cabeza me di cuenta que la carrera ya era mía porque me notaba muy cómodo y fresco al ritmo que ellos estaban marcando", relata el nuevo prodigio del fondo español.
Cuando me caí y vi que era capaz de volver a enlazar con el grupo de cabeza me di cuenta que la carrera ya era mía porque me notaba muy cómodo y fresco al ritmo que ellos estaban marcando"
Atapuerca fue su primera carrera en más de siete meses. Una fisura en el sacro se cruzó en su camino a finales de abril y truncó sus fundadas esperanzas de cara a una temporada al aire libre que debía acabar en Doha.Lloró de rabia y acabó viendo con frustración un Mundial en el que no hubo españoles en los 5.000 metros, la prueba en la que él debía brillar en la capital qatarí. "Mi madre me tranquilizó recordándome que si Dios te ha quitado algo luego te lo devuelve", reflexiona el atleta de Nerja, que el año pasado se convirtió en el campeón más joven del Campeonato de España de Cross con apenas 19 años.
Nunca he tenido problemas de discriminación pero si algún día alguien me dice algo, me va a entrar por un oído y me va a salir por el otro"
Su próximo gran reto es el Europeo de la especialidad en Lisboa, el 8 de diciembre, aunque antes correrá en Soria este domingo, ya con la vitola de favorito, algo que no le afecta. "Soy joven pero ya estoy acostumbrado a la presión. A Lisboa voy a ir a por el oro y si luego tengo un mal día habrá que gestionarlo", asegura el pupilo de Antonio Serrano, que aspira a ser el segundo español en ganar el título continental tras Alemayehu Bezabeh, que lo consiguió en 2009 y 2013. Bezabeh había sido el último atleta nacional en ganar en Atapuerca. ¿Premonitorio?Otro fondista que reinó en el Europeo de cross fue Mo Farah, en su caso en 2006, antes de su definitiva eclosión como atleta. El británico es uno de sus grandes ídolos junto al plusmarquista mundial de 1.500, Hicham El Guerrouj. "Quiero tener el fondo de Farah y la velocidad final de El Guerrouj. A éste no le conozco en persona pero al británico me lo encontré en Etiopía durante una concentración y me hice una foto que guardo en el móvil", recuerda Oumaiz.
Un apellido, huelga decir, que sitúa sus orígenes en Marruecos. Su padre y primer entrenador, Abderrahim Oumaiz, es un exatleta que lleva más de tres décadas trabajando en el Chiringuito de Ayo, famoso por la serie Verano Azul, así que Ouassim -que prefiere La casa de papel- nació ya en España, algo que no importa a los que reparten 'carnets de españolidad' atendiendo sólo a los apellidos y el color de la piel.
"Hay gente que siempre va a hablar de eso, lo tengo asimilado. Yo lo que sé es correr y lo demás me da igual. Nunca he tenido problemas de discriminación pero si algún día alguien me dice algo, me va a entrar por un oído y me va a salir por el otro", asegura el hombre llamado a situar de nuevo a España en el primer plano del fondo mundial si confirma lo demostrado en Atapuerca. De momento, mientras añora las paellas del Ayo, estudia inglés. El futuro, si nada se tuerce, le pertenece.