ÁNGEL CRUZ
AS.com
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“Este es un premio
tan importante como los otros que he recibido como mejor atleta española del
año, pero éste es el más especial, porque ya nunca más volveré a conseguirlo y
a ser nominada”, dijo, emocionada Ruth Beitia tras recibir su recompensa en la
sede del Comité Olímpico Español. “Me siento muy orgullosa”, añadió. La vigente
campeona olímpica de salto de altura conseguía su sexto premio consecutivo,
desde el alcanzado en 2012.
Se ha apartado del atletismo activo, pero no del deporte:
“Estoy aprendiendo a jugar al tenis, a esquiar, camino, subo montañas y dos
días a la semana hago pesas. El deporte sigue siendo parte importantísima de mi
vida, aunque ahora lo disfruto de otra manera”.
Comenta que seguirá yendo a las competiciones. “Me voy a
convertir en la mayor fan de mis compañeros y les voy a animar desde la grada
como el que más”, dice. Y augura “un futuro muy brillante para el atletismo
español, con mucha gente que es muy buena. En altura, por ejemplo, hay un grupo
muy bueno de saltadoras, como mi amiga Saleta Fernández, a la que entregué la
medalla de campeona en pista cubierta, que me hizo mucha ilusión. Ojalá mi
récord de 2,02 se bata lo antes posible”.
Y sobre el futuro apuntó a María Vicente, que estaba a su
lado: “Aquí tenéis a una chica con un inmenso futuro”. Y María la miraba con
admiración.
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