X. GONZÀLVEZ-AMAT
MUNDO DEPORTIVO
Eugene (EE.UU.)
Bob Beamon pasó a la historia por conseguir un récord salvaje en longitud con 8,90 metros en los Juegos de México’1968, 55 centímetros por encima de la plusmarca vigente hasta esa fecha. Ese récord de Beamon duró 22 años hasta que Mike Powell lo batió con 8,95 en el Mundial de Tokio’1991. A sus 75 años, Beamon sigue siendo una leyenda del deporte y no quiso perderse la celebración de un Mundial que por primera vez pisaba suelo estadounidense. El plusmarquista norteamericano no se mueve del campus en todo el día. Sigue en directo desde la pista las sesiones matinales y de tarde. Y para comer se queda también en las instalaciones de la Universidad de Oregón para seguir viviendo el ambiente mundialista. Beamon tuvo la deferencia de atender a Mundo Deportivo, un periódico al que le tiene “mucho cariño” al ser el protagonista de la Gran Gala de 2021.
Bonita y entrañable Gran Gala de Mundo Deportivo, ¿verdad?
Sí, la recuerdo muy bien. Lo pasamos genial y rememoré muy buenos momentos. Cuando un periódico tiene tanta sensibilidad por el atletismo, significa que es un gran periódico. Y que esté usted aquí siguiendo nuestro Mundial, lo confirma. Además, Barcelona es una ciudad que me encanta.
¿Qué le está pareciendo este Mundial de Oregón?
Me
está gustando mucho. Estoy entusiasmado por tener un campeonato como este en
nuestro país. Somos la potencia número uno en atletismo y no podía ser que
nunca hubiésemos celebrado un Mundial al aire libre. ¿Ha visto cuántos países
tenemos aquí? Cerca de 200 y todos han recibido el mismo respeto por parte del
público. Amigo, el atletismo es el mejor deporte. Aquí no existen banderas ni
razas, todo el mundo es animado y respetado por igual. Me hace ilusión que la
gente conozca cómo somos los americanos y lo que somos capaces de hacer. Cuando
vuelva a Barcelona tiene muchas cosas buenas para contar.
Y en 2028 organizarán los Juegos Olímpicos en Los Angeles…
Sí y no puedo esperar para vivirlos. Espero que la salud me respete. Serán unos grandes Juegos, no tenga duda. Y recuerde lo que le digo, vivirá una experiencia única y los recordará toda la vida. Los Angeles está trabajando muy duro para que todo salga perfecto y los americanos tienen muchas ganas de volver a celebrar unos Juegos en casa.
Hablando de Juegos, ¿todavía recuerda los de México’68?
Por supuesto, amigo. Siempre me preguntan por esos JJ.OO. y por el salto. Fue el gran momento de mi vida. Aquel vuelo lo cambió todo. ¿Que cómo lo hice? Han pasado más de cincuenta años y todavía no sé cómo explicarlo. Fue un día perfecto en una ciudad con una altitud y unas condiciones idóneas para saltar. Recuerdo que afronté ese salto con mucha fe. Tener fe en lo que haces es muy importante.
Su récord duró 22 años hasta que Mike Powell se lo arrebató en 1995. Ahora es su récord el que está perdurando en el tiempo y todavía sigue imbatido 31 años después. ¿Cree que se podrá superar?
Es una pregunta muy difícil de contestar. Powell, sin duda, fue un gran atleta y su salto fue increíble. Para superarlo hace falta tener a atletas extraordinarios y los que tenemos actualmente son buenos, pero no extraordinarios. La generación de Powell, Pedroso o Lamela era extraordinaria. Ojalá salga el atleta que llegue a los nueve metros, lo necesitamos.
¿Lo necesitamos?
Sí, el atletismo necesita tener grandes estrellas que atraigan al público. Usain Bolt fue una gran estrella y estamos sufriendo su ausencia. Le echamos de menos.
¿Actualmente no ve ningún atleta que sea una estrella?
Es cierto que hay varios atletas que están consiguiendo marcas increíbles, pero no son Bolt. Necesitamos su magia.
¿Hay mucha diferencia entre el atletismo que se practicaba en su época y en el de ahora?
Por
supuesto. Ahora todo es mucho más profesional. La gente se prepara mejor y
tienen materiales más buenos. Tal vez haya demasiada ciencia y poca fe. Tener
confianza es básico para lograr grandes cosas.
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