Ana Peleteiro va siempre a corazón abierto y no deja indiferente a nadie. La triplista gallega, que acaba de dejar atrás una etapa de ocho años en Guadalajara a las órdenes de Iván Pedroso para regresar a su Ribeira natal, repasó algunos aspectos muy íntimos de su vida en el podcast 'A solas con...' de Vicky Martín Berrocal.
El más delicado, sin duda, fue el de su adopción, un asunto del que nunca había hablado con tanta claridad hasta este momento. La madre biológica de la triplista la abandonó a las puertas de un hospital cuando tenía 18 años y lidiaba con un embarazo de alto riesgo.
En contra de lo que algunos pudieran pensar, Ana valora esa decisión como un acto de enorme "generosidad": "Tú imagínate dar a la luz a tu hija y tener que darla. Yo me puedo morir. Solo de pensarlo me dan ganas de llorar. Hay que ser muy valiente. No la puedo juzgar".
"Ha sido un camino largo, porque toda mi vida he tenido el síndrome del hijo adoptado -un término que reconocía acabar de inventarse-. He hablado con más personas que han sido adoptadas y todas coincidimos en lo mismo: nos hemos inventado nuestra película, nuestra historia", revelaba la campeona de Europa en Roma el pasado mes de junio.
Peleteiro siempre supo que era adoptaba -"no tenía más que mirarme al espejo"- pero confesó que no habló con sus padres del asunto hasta 2016: "Estábamos comiendo viendo los JJOO de Río, que yo me quedé fuera por una lesión, y solté un comentario del estilo: 'Como mi madre biológica murió...'. Mi madre me dijo: '¿Qué dices, Ana? Tu madre no murió, te abandonó'".
Ana se dio entonces cuenta de que se había refugiado en una historia inventada que saltaba por los aires: "Era un poco para evitar un dolor de un abandono, que, si a lo mejor no tienes una madurez, no eres capaz de llegar ahí, porque asumir un abandono...".
Si mi madre biológica está viva, tiene que saber quien soy fijo, porque salgo en la prensa y es un tema del que yo nunca he despistado. O sea que nunca me ha buscado y es algo que agradezco, porque tengo una vida muy bonita y a lo mejor todo eso me desestabiliza
La atleta española reveló entonces que "nunca" había sentido curiosidad por conocer a su madre: "Solo tengo curiosidad porque el año pasado, hablando con mi madre cuando ya había nacido Lúa, me enseñó mi acta de nacimiento. Tú la ves y da pena, porque pone: 'Embarazo de riesgo por no haber seguido el embarazo. Chica de 18 años. Segundo embarazo'".
Fue el momento en el que Peleteiro tomó conciencia de que quizás tenga "un hermano o hermana" pero añadió que prefiere no conocer a su progenitora: "Nunca nadie me ha buscado, o al menos no ha llegado hasta mí. Si mi madre biológica está viva, tiene que saber quien soy fijo, porque salgo en la prensa y es un tema del que yo nunca he despistado. O sea que nunca me ha buscado y es algo que agradezco, porque tengo una vida muy bonita y a lo mejor todo eso me desestabiliza".
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