martes, 8 de octubre de 2024

KENIA, CONSTERNADA POR EL FALLECIMIENTO DE DOS ATLETAS INTERNACIONALES

Marca.com

El atletismo keniano se despertó este lunes con dos noticias luctuosas del fin de semana. Kipyegon Bett, bronce mundial en los 800 metros de Londres 2017, había fallecido el domingo por un fallo renal y hepático y Samson Kandie había sido asesinado el viernes en su domicilio por unos asaltantes.

Bett tenía sólo 26 años pero llevaba años alejado del tartán. Su historia ha terminado de la peor forma posible en el Hospital Tenwek de Bomet, donde había sido ingresado seis días antes porque llevaba un mes sin sentirse bien después de estar vomitando sangre por daños en el hígado y otros órganos internos, según reveló el periódico keniano Daily Nation.

Bett había sido una joven estrella del mediofondo. En 2015 fue plata en el Mundial juvenil de Cali (Colombia) y en 2016 se proclamó campeón del mundo sub 20 de 800 metros en Bydgoszcz (Polonia), un año antes de lograr un bronce absoluto en la final del Mundial de Londres, en aquella recordada carrera en la que el francés Pierre Ambroise Bosse sorprendió a sus rivales atacando desde lejos.

Tenía sólo 19 años y un futuro más que prometedor pero fue 'cazado' usando EPO y le cayó una sanción de cuatro años. Aquello supuso, de hecho, el final de su carrera pues volvió de forma casi marginal para correr un 400 vallas en 2022, con un paupérrimo resultado. 

Bett, hermano de la también atleta Purity Kirui, una destacada corredora de 3.000 obstáculos, llegó a ganar una prueba de la Diamond League en Shanghái pero acabó como tantos otros juguetes rotos del atletismo keniano.

El caso de Samson Kandie es muy distinto pero igualmente trágico. Kandie ganó los maratones de San Sebastián 2001 y Viena 2004 y fue segundo en Berlín 1998 y 1999, carrera esta última en la que logró su mejor crono: 2:08:31. Esto le valió para disputar el maratón mundialista de Edmonton 2001, carrera en la que se retiró.

El maratoniano, retirado en 2006, murió el jueves por la noche en su casa del condado de Uasin Gishu, a las afueras de Eldoret. Según revela el medio keniano The Star, Kandie sufrió un ataque brutal de unos ladrones que lo hirieron de gravedad en piernas y brazos y lo dejaron tirado detrás de su casa. 

Los agresores, que le habían estado esperando en el domicilio, huyeron llevándose sólo el teléfono móvil. De momento no hay ningún detenido por su presunto asesinato. Tenía 53 años.

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