Gerardo Cebrián
www.rfea.es
El donostiarra, Ramón Cid,
Director Técnico de la Real Federación Española de Atletismo, prácticamente
concluida su primera temporada como máximo dirigente de la parcela técnica del
atletismo español, nos cuenta su primera experiencia al frente del Comité
Técnico de la RFEA.
El que fuera extraordinario
triplista español y luego Responsable de Saltos en el Comité Técnico de la RFEA
desde 1989 a 2012, habla sin tapujos del desarrollo de la temporada actual, de
las categorías menores, de la imagen del atletismo, de lo mejor y lo peor de
2012, y de muchas cuestiones más.
¿Qué balance haces de la
temporada que está a punto de terminar, refiriéndonos exclusivamente a la
selección absoluta?
En primer lugar quiero agradecer
a toda la familia atlética el esfuerzo realizado en esta temporada fatídica en
lo económico. Creo que ha sido un año aceptable en las actuales circunstancias
y, sin duda, ha sido gracias a la aportación de los diferentes estamentos de
nuestro querido deporte.
Y ahora, volviendo a tu pregunta,
aunque seguro que me dejo bastantes cosas, destacaría lo siguiente:
- Atletismo Universal en cuanto a
representación internacional de todos los sectores.
- En Moscú, resultados acorde a
las expectativas, quizás esperaba algún finalista más, compensada por la buena
irrupción de algunos jóvenes en la categoría absoluta y el buen papel general
de ilustres veteranos.
- Aceptable capacidad competitiva
media: teniendo en cuenta los puestos teóricos y los logrados en los
Campeonatos, los atletas han estado ligeramente por encima de sus expectativas
teóricas.
- Buenos avances en algunos
sectores como la marcha, la velocidad masculina, algunas especialidades de
lanzamientos, los jóvenes de
combinadas y afianzamiento de otros.
- Los récords de España en 200,
relevo 4x100 y martillo hombres.
- Campeones de Europa por equipos
e individual en 100km.
- Buena cosecha de medallas y
finalistas en los JJMM (7 medallas- 1 oro - 4 plata - 2 bronce) y Universiada
(4 finalistas - 1 medalla)
Es obligatorio resaltar el papel
del atletismo femenino.
Sí. Desde hace varias temporadas
el nivel competitivo de las mujeres en la categoría absoluta es muy alto. Han
rendido de forma excepcional en la alta competición tanto en Moscú (una
medalla, dos finalistas y seis atletas entre las doce primeras), destacando así
mismo la aportación de puntos en la Copa de Europa por Selecciones (130 puntos)
en la que fuimos octavos en la suma global que en mi opinión es nuestro puesto
continental acorde con nuestro potencial. Tampoco hay olvidar la victoria de
las mujeres en la Copa de Europa de 10.000 en la que fuimos segundos en
hombres, o el tercer puesto en la Copa de Europa de Lanzamientos. Inimaginable
hace años.
¿Y el aspecto más negativo?
Algunas lagunas en sectores
históricamente potentes. Nuestro deporte es muy amplio y siempre hay cosas que
mejorar. Nunca hay una actuación plenamente satisfactoria, como deporte somos
un permanente ejemplo del inconformismo tanto en el plano individual como en el
colectivo.
¿Qué crees que nos ha faltado
para haber logrado una actuación sobresaliente?
Nos ha podido faltar algún
finalista más en Moscú, hemos tenido varios novenos puestos. Subir una posición
en la Copa de Europa de Selecciones. Mejorar el rendimiento de algunos atletas
experimentados en los grandes Campeonatos. Una mayor aportación al equipo del
medio-fondo, aunque estoy convencido de que es coyuntural, las lesiones se han
cebado en este sector…
Con respecto al Mundial de Moscú,
el atletismo español experimentó un avance respecto a la anterior edición de
Daegu, sumando dos medallas de bronce y cinco puestos de finalista. ¿Con qué
sensación volviste de la capital rusa?
La referencia es beneficiosa, en
cualquier caso, el resultado de Daegu estuvo por debajo del potencial del
atletismo español en ese momento. En un plano general, creo que en Moscú se
superó el reto inicial. En un análisis pormenorizado hubo claroscuros, gente
que estuvo excelente y otra no tanto. La sensación que tengo es moderadamente
optimista; por un lado hay jóvenes prometedores, y por otro, los veteranos
siguen dando un buen ejemplo. En la selección hay un buen ambiente y creo que
un sentido de pertenencia a un proyecto común.
¿Con qué cupo de medallas y
finalistas te hubieras dado por satisfecho en Moscú?
Creo que las medallas han sido
las que nos correspondían, no tenía nada claro conseguir dos… aunque esperaba
algún finalista más.
También a lo largo de la
temporada se han cosechado interesantes resultados en las categorías juvenil,
júnior y promesa. ¿Crees que ahora mismo hay un relevo para las figuras
consagradas de nuestro atletismo?
En líneas generales, estoy
bastante satisfecho de lo acontecido en las categorías de jóvenes. Hemos
logrado llevar bastantes atletas con buen nivel pese a las circunstancias y sin
recurrir al famoso copago. Los resultados en el Mundial Juvenil (6 finalistas -
2 medallas) unidos a los de la FOJE (13 finalistas, de ellos 5 medallas) son
más que aceptables.
En el Europeo Junior, las dos
medallas, y sobre todo, los otros 14 finalistas es un buen resultado.
Los S-23 también han estado
excelentes con 15 finalistas, de ellos 6 medallistas (3 oros). Quizás en esta
categoría el fallo haya sido la escasa presencia de mujeres entre los
finalistas (2).
Resumiendo ¿Hay materia prima
para trabajar de cara al futuro?
Sí. El reto es conseguir que su
evolución sea la adecuada.
¿Son Julia Takacs, Álvaro Martín,
Eusebio Cáceres y Bruno Hortelano, las principales puntas de lanza de la
renovación de la Selección Absoluta y la nueva imagen del atletismo español, o
destacarías a algunos atletas más?
Sin lugar a dudas, los atletas
que nombras son los jóvenes que mayor relevancia han tenido en el Mundial de
Moscú, pero hay bastantes más que pueden aflorar en una temporada. Me remito a
las respuestas de las dos preguntas anteriores, donde hay varios jóvenes que
pueden estar en los JJOO de Río. Se me ocurren bastantes nombres que están en
la mente de todos, pero prefiero no entrar a enumerarlos porque seguro que me
dejo algunos.
Muchas esperanzas del atletismo
español estaban depositadas en la posible elección de Madrid como sede olímpica
en 2020. ¿Cómo hubiera cambiado nuestro deporte con esa designación y qué se
puede hacer ahora que este sueño olímpico se ha frustrado?
Me hice ciertas ilusiones con la
concesión de los JJOO a Madrid, pero creo que más por la necesidad de creer en
algo, de tener una ilusión que pudiera cambiar el rumbo económico del deporte,
que por tener argumentos razonables al respecto. Lo primero que debemos hacer
es olvidarnos, no especular con lo que podría haber sido la situación y
adaptarnos a las circunstancias reales.
Uno de los problemas para la
mejor venta del atletismo actual y para lograr una mayor implantación en la
sociedad es la pérdida de peso en los medios de comunicación en relación a
épocas pasadas, principalmente en la televisión. ¿Qué crees que se puede hacer
en este sentido para que nuestro deporte vuelva a tener la repercusión que
merece? La situación es compleja en este apartado; por un lado, los medios de
comunicación en general están también muy afectados por la crisis, se cierran
periódicos y las televisiones, como hemos vivido este verano, no tienen
presupuesto para pagar los derechos de retransmisión de eventos que no sean
fútbol o baloncesto. Pienso que no hay una única medida, sino que deben ser
muchas que actúen al unísono.
Por concretar, destaca dos que
consideres vitales
Mejorar la imagen de nuestro
deporte. No es la idea que prevalece en la opinión pública, pero puedo asegurar
que nuestros atletas son, en un gran número, ejemplares en sus comportamientos
y en sus procesos deportivos. Son buenos referentes para nuestra juventud. En
definitiva, tenemos que explicar que el atletismo es una actividad con un gran
potencial educativo, que es un medio excelente para la formación de valores y
también para la creación de hábitos saludables en los jóvenes, algo que nuestra
sociedad necesita con urgencia. Cuando se escribe o televisa atletismo, se está
tratando de un deporte milenario que es obligatorio en el currículo formativo
de los niños en muchos países.
Otra más...
Debemos vendernos mejor. En
televisión, es necesario buenas realizaciones, dinámicas y bien comentadas
(creo que este verano ha sido un ejemplo de lo malo en el primero y lo bueno en
lo segundo). Tenemos que sacar más rendimiento y más presencia en las redes
sociales y en las nuevas tecnologías.
En este sentido, nuestros
protagonistas, los atletas, deben estar predispuestos a atender en todo momento
a los medios de comunicación y a ser imaginativos a la hora de promocionarse
ellos.
También nos vendría fenomenal que
la IAAF revisara su normativa de publicidad. La actual ofrece pocas
posibilidades de esponsorización a las federaciones y a los clubes. Tampoco
estaría de más darle una vuelta a la forma de hacer los mítines, el atletismo
es un deporte espectacular como lo demuestran las audiencias de los JJOO, pero
el deporte espectáculo es competición e identificación con los protagonistas y
algo falla en este sentido.
Seguro que hay muchas más
medidas…
¡Claro! Estamos obligados a hacer
una reflexión y a evolucionar para adaptarnos a los tiempos modernos sin perder
nuestra esencia.