martes, 14 de mayo de 2019

ANA PELETEIRO: "LO QUE SUCEDE, CONVIENE"


AS.com

"Lo que sucede, conviene". Es la filosofía de vida que tiene Ana Peleteiro desde que se entrena con Iván Pedroso. La gallega, de 23 años, dio el gran salto en invierno al ser campeona de Europa bajo techo de triple. "Aquello ya está olvidado, vi el vídeo tropecientas veces, hice 14,73, y hay muchos fallos. Sí es cierto que esto da un punto diferente, sabes que puedes estar con las mejores del mundo. El bronce olímpico fue 14,74", explica Ana en su visita a As, a la que viene acompañada por el cubano (nueve oros mundiales y uno olímpico en longitud), que analiza el boom Peleteiro: "Llega en el momento justo, Ana va hacia arriba cuando vienen Mundiales en Doha y los Juegos de Tokio 2020".
Peleteiro y Pedroso unieron caminos en Guadalajara en octubre de 2016, cuando el disciplinado técnico, que ya dirigía a las estrellas Yulimar Rojas y Teddy Tamgho, ofreció "un período de prueba" a la saltadora. Ana venía de "una travesía en el desierto" tras ser campeona mundial júnior en 2012. "Tuve toda la atención. Soy hija única. Me vine a Madrid y me relajé, no me cuidé y el cuerpo no respondió. Pero no cambiaría nada de aquello, fue un aprendizaje; ya le digo, lo que sucede conviene", narra la gallega con sinceridad, que oía a su espalda: "Es un supertalento, pero a ver si la recuperamos".
Y entonces... "Escribí por Facebook a Iván, con el que tenía amistad, y él ni me respondía. Llamé a Alberto, mi mánager, y le dije que le convenciera para entrenarme". El cubano se lo pensó con calma: "Antes le había ofrecido ser su entrenador, pero ahora ya no quería yo". Al final accedió, le dejó seis meses en su grupo y le pidió un cambio y un reto: "Tenía que ser internacional y hacer marca": "La hice en el Europeo de Belgrado 2017, en el último intento", dice Peleteiro, que se ganó una prórroga. En 2018, la de Ribeira era 'fija' en el Team Pedroso.
El técnico explica cómo su discípula recobró la senda de la élite: "Ana ahora sí tiene sueños en su mente. Se trataba de cambiar la mentalidad. Todavía tiene margen de mejora, cuando me dice a algo que no puede le digo: '¿no lo he oído?'. Las barreras se las pone uno mismo y yo no acepto un 'no puedo". Peleteiro asevera: "Se trata de mantener el hambre. Yo me entreno para ser campeona mundial, para ganarlo todo; si no, no sería atleta. Luego que lo consiga es otra historia...". Y hace una reflexión que revela cómo entrenar con Pedroso le ha hecho ganar en humildad: "¿Cómo voy a poner en valor mi título europeo, si mi entrenador ganó nueve Mundiales y un oro olímpico?".
Ana Peleteiro cambió el chip gracias a Pedroso y a una conversación que tuvo con el triplista portugués Nelson Évora, su pareja y también parte del grupo alcarreño del cubano: "Él ha ganado todo (oro olímpico, mundial y europeo) y no es ni el más fuerte, ni el más alto, ni el más rápido, pero aprovechó su momento. Fue una revelación, yo también podría hacerlo. Desde ese momento comencé a ir a los entrenamientos con todo".
Peleteiro reconoce que esas primeras sesiones en el tartán de la Fuente de la Niña frente a Yulimar Rojas, plata olímpica, eran duras: "Cuando veía que en pentasaltos me sacaba más de dos metros lo veía imposible". Y ahí estaba Pedroso, que tiene como referente al Cholo Simeone, alimentando su autoestima y su talento "partido a partido": "Le decía: 'Tienes que creer en tí, tener confianza. Ana siempre busca la lógica a todo". La gallega admite: "Ahora a Yuli en algún entrenamiento le planto cara".
El triple femenino es una de las disciplinas más de moda del atletismo mundial con el duelo Caterine Ibargüen-Yulimar Rojas, un Colombia-Venezuela. ¿Sueña Ana Peleteiro con meter a España ahí? "¿Oyes esa pregunta? Ves como es posible", le espeta Pedroso a Peleteiro, que responde sencillo: "Estar ahí sería bonito, pues claro que sí".
La Diamond League de su disciplina arranca en junio y en octubre tendrán los Mundiales de Doha. "Será como un parcial importante, porque muchos focos estarán ahí, pero el gran examen final es los Juegos de Tokio 2020, quiero llegar bien y no hacerme pequeña". Tras batir el récord de España (14,73) en Glasgow a Peleteiro se le presenta ahora la pregunta de hablar de los 15 metros. "No quiero ponerme límites de marcas, sólo sirve para ponerte barreras y frenarte". Pedroso refuerza la visión: "La mente tiene que ser libre, La meta está en la persona, Ana hablaba del hambre, es clave, más allá de las condiciones y el talento".
Esas sesiones heterodoxas de psicología se fraguan entre pesas, series de velocidad e infinitos saltos. "Este año quiero probar la longitud, que nunca pasé ni de seis metros. Si se me da bien igual me quedo", reflexiona a la ligera Peleteiro. "Ni lo pienses", dice Pedroso. "Le haré caso porque al final siempre tiene razón". Aunque han hecho una tregua y este sábado en Ibiza, Ana hará su reestreno en salto corto.
Y así, en Guadalajara la vida va tranquila y los entrenamientos comienzan tarde, a las 12:30, en la Fuente de la Niña y un gimnasio improvisado, montado en el garaje de casa de Peleteiro y Évora. "Empezamos a esa hora porque quiero que los entrenamientos sean de la máxima calidad y que ellos estén descansados". Uno de los secretos es la piña del grupo, ese estilo familar que se ve en cada gran campeonato, en los estadios, en los halls de los hoteles. En Doha y Tokio 2020, el Team Pedroso estará de nuevo. Luchará por todo. "Estaría bien un podio con Ana, Yulimar y Nubia Soares", dice Pedroso: "Luego ya se sabe... Lo que sucede, conviene".

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