EFE
José
María Odriozola, catedrático de bioquímica y miembro del Consejo Directivo de
la IAAF -hasta septiembre-, salió en defensa de la normativa sobre
hiperandrogenismo introducida por la IAAF y explicó que la sudafricana Caster
Semenya, el caso más relevante, "biológicamente es un hombre" y a la
hora de competir tiene "una ventaja enorme" sobre sus
rivales."Ella dice que la IAAF va contra ella, pero las normas son para
todos. Su caso viene de los Mundiales de Berlín 2009. Ella tiene cromosomas XY,
como los hombres, y luego una serie de controles internos hormonales que hacen
que sea hiperandrogénica. No entramos en su denominación como mujer, sino en
que biológicamente es un hombre, con características, en algunos aspectos, no
totalmente definitorias anatómicamente de hombre, pero tiene una ventaja
enorme, por eso hay competiciones de hombres y de mujeres", declaró a EFE
Odriozola, uno de los promotores de que el tema se tratara en el Consejo
Directivo de la IAAF, en el que lleva veinte años.
Catedrático
-en la actualidad jubilado- en la Universidad Complutense de Madrid, Odriozola
recurrió a su antiguo trabajo docente: "A partir de la pubertad los chicos
y las chicas se diferencian en función de los niveles de testosterona que su
cuerpo secreta. Los chicos se convierten en personas más fuertes, dentro de la
campana de Gauss, unos más que otros, y los niveles máximos de testosterona que
se suelen ver en mujeres es de dos y pico nanomoles por litro de
sangre"."La IAAF -señala- ha puesto el límite en 5, más del doble.
Semenya tiene más testosterona que la mayoría de los hombres y eso le da una
ventaja indudable, a ella y a todas las demás que tienen esas características.
El podio del 800 en los Juegos Olímpicos de Río eran tres hiperandrogénicas y
había que ver a las otras finalistas poco menos que llorando en la línea de
meta porque veían que era imposible luchar contra ellas".
Según
Odriozola, "estudios muy rigurosos demuestran que concretamente en las
carreras que van desde los 400 metros a la milla -las afectadas por la nueva
normativa-, hay suficientes casos demostrados de hiperandrogenismo compitiendo.
En otras pruebas no había suficientes para sacar conclusiones. Semenya es la
única que ha ido al TAS, que nos ha dado la razón. Luego recurrió a la Corte
Suiza y esta, primero cautelarmente y luego definitivamente, también nos ha
dado la razón".
"Este
tema -subrayó- "tiene una enorme importancia porque cada vez hay más
casos, en todos los deportes, de personas transgénicas, que cambian de sexo y
que tienen unas ventajas físicas evidentes. En una universidad americana las
deportistas han protestado porque las becas se las están llevando atletas
transgénicas que dicen que se siente mujeres pero físicamente son hombres.
Tienen una enorme ventaja sobre las demás y reciben las becas porque hacen
mejores marcas".En opinión de Odriozola, "el COI ha utilizado la
táctica del avestruz" en este asunto. "Sólo tienen una norma para las
transgénicas, a las que les ponen un límite de testosterona de 10, el doble que
nosotros, y nada más, sin tener en cuenta el hiperandrogenismo y otros
síndromes"."¿Por qué está prohibida la testosterona como producto
artificial dopante?, se pregunta. "Pues precisamente por eso. La toman
incluso los hombres para aumentar su fuerza y su capacidad física. Las antiguas
atletas del este lo que tomaban fundamentalmente era testosterona sintética que
aumentaba de una forma exponencial su fuerza, que es la cualidad más importante
en el atletismo, incluso para un maratoniano", concluyó.
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