BEGOÑA FLEITAS
Marca.com
Fue
el gran broche a una tarde mágica de atletismo en la Weltklasse de Zúrich.
Llegó en los 400 metros vallas con un nombre propio, el de Karsten Warholm,
empeñado en escribir páginas de la historia cada vez que pisa el tartán. En una
gran carrera, en la que ya se colocó líder en los primeros 150 metros en la
contrarrecta, el vallista noruego, campeón del mundo, cruzó la meta en 46.92,
nuevo récord de Europa (lo había establecido él en 47.12 a finales de julio) y
segunda mejor marca de la historia, sólo por detrás del mítico récord del mundo
que logró el estadounidense Young en los Juegos de Barcelona (46.78).Y eso que
no fue la carrera perfecta. Con una notable ventaja desde el inicio, el
estadounidense Benjamin le puso las cosas difíciles en los 50 metros finales,
pero Warholm, pese al ácido láctico que ya le estaba pasando factura, aguantó
para cruzar la meta con un registro de 46.92, aperitivo de lo que nos espera en
los Mundiales de Doha. Nunca antes dos atletas habían bajado de 47.00 en una
misma carrera, y este jueves lo lograron Warholm y Benjamin.
Porque
Zúrich vivió este jueves la primera cita de las finales de la Liga de Diamante
que esta temporada, de forma inusual, concluyen antes que el gran campeonato de
la temporada. Los mejores atletas del mundo se citaron en Zúrich como primera
de las dos antesalas internacionales antes del Mundial. Entre victorias
inesperadas, marcas del año o remontadas asombrosas, destacó un salto, el
primero de Juan Miguel Echevarría, que en el foso de longitud, en el que varias
horas antes se celebró el triple femenino, voló hasta los 8,65 metros. Fue el
mejor salto de la temporada, pero además lo hizo con un leve viento en contra
(-0.5), que pone aún más de relieve el gran estado de forma del cubano a unas
semanas del Mundial. En la historia de la prueba, con ese viento o más en
contra (siempre legal), sólo saltaron más allá Dwight Phillips (8,74 con -1,2
m/s en 2009) y Carl Lewis (8,67 con -0,7 m/s en 1992).En la recta, en los 100
masculinos, volvió a ganar Noah Lyles. En los tacos, en las calles 3 y 4, se
medían la veteranía y la juventud del atletismo estadounidense: Justin Gatlin,
actual campeón del mundo, con 37 años, y Noah Lyles, el que parece empeñado en
acercarse a algunos de los registros de Bolt. Ganó de nuevo, como en los 200 de
París hace una semana, aunque su mala salida casi le deja sin victoria en 9.98.
Tuvo que remontar en los 20 últimos metros para superar al chino Xie (10.04) y
al jamaicano Blake (10.07).Miller-Uibo, de Bahamas, rompió los pronósticos en
los 200 metros femeninos que marcaban favorita a la campeona olímpica, Elaine
Thompson, hasta este jueves la atleta que más había corrido en el doble
hectómetro en 2019. Pero Miller-Uibo, con unos magistrales 21.74, superó en los
metros finales de forma espectacular a la británica Asher-Smith y a la
jamaicana Thompson para colocarse líder del ranking del año con marca personal
y récord de su país.
Otra
de los finales inesperados, por los guiones previos y por el propio devenir de
la carrera, fue el de 800 metros masculinos. Con Nijel Amos líder destacado a
falta de 300 metros, la victoria parecía estar en los pies del atleta de
Botsuana, pero en la recta final, aprovechando el ya extremo cansancio de Amos,
el estadounidense Brazier irrumpió por su derecha para arrebatarle la victoria,
y el Diamante final, sobre la línea de meta. Para ello tuvo que hacer marca
personal, con 1:42.71. Es la primera vez que este Diamante en los 800 metros no
lo gana un atleta africano.
En
los 3.000 metros femeninos, la plusmarquista mundial y líder de 2019, la
keniata Chepkoech, hizo valer su favoritismo para ganar con solvencia la
prueba, con 9:01.71. Revalidó así el diamante logrado la pasada temporada. En
los 1.500 metros, por su parte, Sifan Hassan, plusmarquista mundial de la
milla, añadió otro triunfo a su temporada, con 3:57.08, por delante de la
alemana Klosterhalfen
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