domingo, 16 de febrero de 2020

DUPLANTIS VUELVE A BATIR EL RÉCORD DEL MUNDO DE PÉRTIGA CON 6,18

JUANMA BELLÓN
AS.com

Tras batir por primera vez el récord del mundo de pértiga (6,17) en Torun (Polonia), el juez preguntó a Armand Duplantis: "¿Quieres un centímetro más? Mondo respondió: " Lo dejo para otro día". Se refería a este sábado en el Emirates Arena de Glasgow, donde el sueco rompió otra barrera. Voló a 6,18 y puso más tierra de por medio con Lavillenie (6,16) y Bubka (6,15). Este prodigio, de 20 años, se queda solo en su carrera contra el cielo y ya tiene los dos mejores saltos de la historia, hechos en apenas una semana.
En Glasgow repitió su estrategia. Calentar por debajo de lo seis metros y facilidad absoluta en su intento sobre 6,00. Para él superar ese techo considerado uno de los 'everest' del atletismo va camino de convertirse en rutina. Y pidió, 6,18. Corrió, batió y también salió como un misil hacia arriba. Récord del mundo con 6,18, a la primera y con sensación de tener mucho margen por delante. Se fundió en un abrazo con Sam Kendricks, el militar que le quitó el oro mundial, pero sobre todo un amigo entregado a las gestas de Mondo. Otra fiesta, y da la sensación de que hay margen.
"Sentí que había dado un buen salto desde el principio, cuando me vi encima del listón supe que lo había superado. Probé una pértiga más rígida y funcionó. Ese segundo en el aire y la caída... es algo mágico", explicaba Duplantis, que se llevó un cheque de 30.000 dólares por la plusmarca. Centímetro a centímetro, como Bubka.
Duplantis, de 1,82, no es un saltador al uso. Lleva en la pértiga desde los tres años y posee una velocidad que le hace sacar una gran energía cinética. Con 17 años corrió en 10.57 los 100, el pertiguista más rápido a nivel mundial que se haya visto nunca. Bate a 4 metros del cajetín, mucho más cerca de lo que lo hacían sus precursores y sale disparado hacia las alturas.
Con esa fórmula y ausencia total de temores se ha hecho un saltador irrepetible ya con 20 años. "Es algo que me sale natural, los movimientos de piernas, clavarla, los giros... ", dice Duplantis, nacido en Lafayette (EE UU) hijo de pertiguista americano, pero que reivindica la figura de su madre Helena, una antigua heptatleta sueca y jugadora de voleibol, que le acompaña en cada uno de sus récords y por la que eligió la nacionalidad del país escandinavo: " Ella es importantísima y es fundamental en todo esto".
Este invierno Duplantis todavía tiene dos intentos más de mejorar su alucinante plusmarca y serán en Francia. El 19 de Febrero en Lievin y el 23 en Clermont Ferrand, la ciudad de Lavillenie y en la que se ha entrenado varias veces. Mondo se reserva. Por eso, cuando un juez con acento escocés le preguntó: ¿Quieres un centímetro más? Respondió de nuevo: "Otro día".

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