jueves, 11 de diciembre de 2008

Phelps es el último titán


Juan Mora
Diario As.

Aparece un libro sobre Phelps y es oportuno. La verdad es que las gestas de Phelps dan para escribir una antología: el nadador más joven en los Juegos de Sydney, el plusmarquista mundial más joven de la historia (15 años y nueve meses), seis medallas de oro y dos de bronce en los Juegos de Atenas, siete de oro en los Mundiales de 2007, ocho de oro en los Juegos de Pekín, 36 récords del mundo establecidos... Es, simplemente, el más grande. Pero también es verdad que en la natación todo está magnificado. Ahí están los siete oros de Spitz hace 36 años en los Juegos de Múnich, las 23 medallas de Thorpe entre Juegos y Mundiales en distancias que abarcan desde los 100 metros hasta los 800 y los ¡92 récords del mundo establecidos este año!
La natación avanza tan deprisa (y sorprendentemente sin escándalos de dopaje) que el mejor de los mejores se ve elevado de inmediato a los altares. La tecnología de los bañadores, las corcheras para evitar el oleaje o las condiciones del agua influyen tanto en la consecución de los récords que éstos se devalúan rápidamente. Mismamente este fin de semana se establecieron tres en los campeonatos franceses en piscina corta, en los que Rafael Muñoz, que compite con el Marsella, también nadó por debajo del récord mundial en 50 mariposa. En la natación son tan accesibles las plusmarcas, tan amplio el abanico de poder nadar varias distancias y distintas especialidades, que abundan los titanes. El último se llama Phelps.