jueves, 11 de diciembre de 2008

Phelps: superdesayuno para batir a Mark Spitz


Héctor Martínez
Diario As.

En 'No Limits: The Will to Succeed', Phelps habla de los ocho oros de Pekín, de su padre, del dopaje y niega ingerir 12.000 calorías diarias. Eso sí, desvela su superdesayuno: "Tres sandwiches con huevo frito, queso, cebolla, una tortilla, papilla, cereales, tostadas, tortitas con chocolate..."
Si hubiera tenido la suerte de estar en Nueva York ayer -en Navidad luce el doble-, habría entrado en el Barnes&Noble del 555 de la Quinta Avenida. Allí, frente a San Patricio, firmó libros el rey de Pekín, la octava maravilla del mundo con sus ocho oros de eterno legado. Michael Phelps irrumpe en el panorama editorial con No Limits: The Will to Succeed (Sin límites: la voluntad de triunfar), una suerte de biografía que se puso ayer a la venta firmada por el ex reportero de Los Angeles Times Alan Abrahamson. 240 páginas sobre un chaval de Baltimore de quien se reían en el colegio -flacucho y con grandes orejas- y que este verano se convirtió en el primer deportista en la historia en ganar ocho oros en unos Juegos. Es decir: El Patito Feo, versión 2008.
No cabe duda de que ha sido el deportista del año. Así lo ha elegido Sports Illustrated, que lleva en portada al nadador de traje y corbata, eso sí, empapado. Es un héroe, aunque ha tenido que nadar más de una vez en aguas turbulentas, lo cuenta en el libro. Por ejemplo, cuando le diagnosticaron hiperactividad. O cuando lo multaron por conducir ebrio, encadenó lesiones o surgieron sospechas de dopaje por su apabullante dominio. Envidias, en suma, de un atleta que sólo entre corcheras se siente como pez en el agua. Su timidez no va con la entrevista y los actos de etiqueta. Me habría gustado ver cómo nadó ayer en la riada de claxones y compradores compulsivos de la navideña Manhattan.
El libro en cinco pasajes

Miedo al fraude en Pekín. "Estábamos paranoicos. Bob (Bowman, su entrenador) chequeaba a cada segundo mi bidón de agua. Quería asegurarse de que nadie cometería la tremenda estupidez de envenenarnos".

El relevo 400 libres. "Bernard cometió un error estúpido. Tras el viraje, no nadó recto sino que se fue hacia la izquierda. Eso hizo que Lezak (Jason, compañero de Phelps), a su izquierda, pudiera aproximarse a él. Bernard le hizo el trabajo duro y Lezak aprovechó para lanzar el ataque".
Su padre. "Él me enseñó a mirar a la gente a los ojos cuando uno habla. Heredé mi competitividad de él. Si jugaba a cualquier deporte, el consejo de mi padre era simple: juega duro y recuerda, los buenos chicos acaban segundos. Con los años fuimos pasando cada vez menos tiempo juntos. La última vez que lo vi fue en la boda de mi hermana Whitney, en octubre de 2005".

12.000 calorías diarias. "En los Juegos se difundió ese rumor, pero no es cierto. La cifra se aproxima más a las 8.000 que a las 10.000. ¿Un desayuno típico? Tres sandwiches con huevo frito, queso, lechuga, tomate, cebolla frita y mahonesa. Una tortilla. Cereales. Un bol de papilla. Tres tostadas francesas con azúcar. Y, como traca final, tres tortitas con virutas de chocolate".

Foto finish 100 mariposa. "Tras la última brazada, al principio pensé que me había costado la carrera. Hice muy bien algunas cosas técnicas justo al final: mi cabeza abajo, la suya (Cavic) arriba; mis pies rectos, los suyos arriba".