viernes, 27 de noviembre de 2009

La vida en prisión de Tim Montgomery


ELMUNDO.es

Equipado con unas zapatillas de tenis, Tim Montgomery 'esprinta' sobre una pista de cemento. Ningún entrenador le espera en la meta para corregir posibles defectos, si acaso algún compañero de celda para medir su tiempo: 10.13 s. "Dadme unas zapatillas con tacos y tres meses de entrenamiento y probablemente bajaré hasta 10.00", asegura. Pero la vida del preso que un día se sirvió del engaño para proclamarse plusmarquista mundial de los 100 m. no siempre transcurre tranquila.
Montgomery paga hoy en una cárcel de Alabama por dos sentencias, una por posesión y venta de heroína y otra por pagar con cheques falsificados. Si nadie reduce su condena, no saldrá hasta el seis de enero de 2016. Ha pasado por varias prisiones y en todas, reconoce, ha temido por su vida. "No puedo expresar lo duro que es", explica en una entrevista concedida al diario 'The Times'.
Montgomery batió el récord mundial de los 100 m. el 14 de septiembre de 2002 (9.72 s.) casi al tiempo que revelaba su relación sentimental con Marion Jones, la última reina estadounidense de la velocidad. Juntos cayeron. El 'huracán Balco' se los llevó por delante y ambos confesaron su cotidiana relación con el dopaje hasta el punto de reservar un espacio en la nevera para almacenar sustancias prohibidas.
Montgomery explica en la entrevista que recurrió a las drogas en un intento desesperado por superar a Maurice Greene, entonces el 'sprinter' a batir. Pronto pasó de consumirlas a venderlas, incluido heroína. Siempre se mostró insensible ante el dopaje. Tanto que cuando vio por primera vez un vídeo de Ben Johnson, vio al canadiense más como un ejemplo que como una advertencia. "Hubiera dado cualquier cosa para ser el más rápido del mundo ", comenta. "No hubiera permitido que nada se interpusiese en mi camino... ¿Que soy frío? Pues Marion [Jones] lo es más. Marion no se preocupaba por nada".
El velocista asegura que durante los 18 meses ya cumplidos en prisión ha sobrevivido a las bandas, las peleas, los disturbios e incluso a un intento de apuñalamiento. En una ocasión se vio obligado a luchar con un pedófilo para ganarse el respeto de los otros internos. En ocasiones también le han ayudado su popularidad y el hecho de ser deportista para entablar una relación pacífica con los más fuertes, "los que se entrenan".
Montgomery cumple 46 meses de pena por pagar con cheques falsos y otros cinco años por posesión y distribución de heroína. Hoy espera que su condena se reduzca y sueña con conseguir una plaza en el equipo estadounidense para los JJOO de Londres en 2012. Entonces tendrá 37 años, 11 más que Usain Bolt.

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