Arropada en Valladolid por sus familiares, amigos y compañeros, la atleta Mayte Martínez ha dicho adiós a la competición. La mediofondista vallisoletana, que logró el bronce en dos campeonatos del mundo -en Birmingham (Inglaterra), en 2003 y en Osaka (Japón), en 2007- ha lamentado que su retirada "no se haya producido en las pistas" y que se haya visto "precipitada por las lesiones".
"Pensé que una vez más podía salir airosa, pero me he tenido que rendir a la evidencia al ver que los meses pasaban y mi rodilla no aguantaba las exigencias que requiere el deporte de elite", ha confesado Martínez ante el numeroso público que se acercó al Ayuntamiento de Valladolid.
"No soy mujer de medias tintas, y después de competir por medio mundo y luchar contra las mejores de mi especialidad, no volver a ser la sombra de lo que fui, atléticamente hablando, no va conmigo", ha añadido la corredora de Santovenia de Pisuerga, que ha preferido "retirarse antes que arrastrarse por las pistas".
Mayte Martínez sufre una lesión en la rodilla izquierda desde principios de 2011, que apareció tras la rotura del gemelo que se produjo en noviembre de 2010, y de la que no ha podido recuperarse, por lo que no pudo participar ni en los Juegos Olímpicos de Londres ni tampoco en el último Campeonato de España. Ya en 2008, la considerada "una de las atletas más importantes de la historia del atletismo español", tal y como ha destacado el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, sufrió una fascitis plantar que la mantuvo en el dique seco durante varios meses, impidiéndole también competir en los Juegos Olímpicos de Pekín.
Esas continuas lesiones no solo han mermado la capacidad física de Mayte Martínez, sino que, sobre todo, la han afectado "mentalmente", lo que le causó un importante "estrés psicológico" y, por tanto, tampoco podía ya "disfrutar" en las pistas, que es lo que finalmente le impulsó a abandonar la competición. Para la atleta, el atletismo ha sido "un regalo", le ha "formado como persona" y le ha "permitido conocer vivencias y experiencias que, de otra forma, no hubiera podido disfrutar". Pero si hay algo de lo que la atleta se ha mostrado orgullosa es de "haber conseguido todas las medallas de una forma íntegra y honesta", e intentando tener "una actitud modélica y disciplinada", una "gran voluntad, trabajo y rigor en los entrenamientos" y siempre con "esfuerzo, constancia y sacrificio".
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