domingo, 12 de junio de 2011

UN PUÑADO DE HOMBRES MÁS RÁPIDOS



AMAYA IRÍBAR El País.com

Este año promete ser el más rápido de la historia. A estas alturas de la temporada, cuando los mejores atletas del mundo afinan sus piernas a poco más de dos meses de los Mundiales, hasta 16 hombres, más que nunca en la historia, han bajado de los 10s en los 100m. Se trata de un número asombroso si se tiene en cuenta que aún no se han celebrado los campeonatos de Jamaica, la tierra del plusmarquista mundial Usain Bolt y de Steve Mullings, la gran sorpresa de la temporada, y Estados Unidos, de donde es Tyson Gay, el hombre más rápido del año (9,79s), el que tiene entre ceja y ceja acabar con el dominio casi perfecto que impuso el gran Bolt hace tres años.
Desde que en 1968 el estadounidense Jim Hines corriera los 100m en 9,95s, 79 atletas han emulado su gesta, el último su compatriota Rakieem Salaam, el viernes pasado en los campeonatos universitarios.
El año que más hombres lograron romper esa barrera que define a los velocistas elegidos fue 2008. Según el análisis realizado por la revista Track&Field, la Biblia del atletismo, ese año 14 atletas bajaron de los 10s en la prueba reina de la velocidad. Fue también el año de los Juegos Olímpicos de Pekín y de la estratosférica exhibición de Bolt en el Nido de Pájaro.
Ha bastado medio año de 2011 para superar esa cifra. La gran mayoría de este puñado de hombres selectos han nacido en Estados Unidos (Gay, Salaam, Mike Rodgers, Darvis Patton, Justin Gatlin y Travis Padgett) y Jamaica (Bolt, Mullings, Asafa Powell, Nesta Carter, Michael Frater, Yohan Blake y Nickel Ashmeade). Pero también un trinitense -Keston Bledman-, un francés y blanco, para más señas -Christopher Lemaitre- y hasta un zimbabuense -el genio universitario Ngonidzashe Makusha.
Más definitivo aún que el país donde nacieron y su raza es dónde se entrenan. Si hace años que Jamaica es conocida por su facilidad para fabricar velocistas, y Usain Bolt solo es el último y más magnífico producto de la isla, Clermont, una pequeña ciudad de Florida (Estados Unidos) se ha convertido en un foco de atracción para un buen puñado de algunos de los atletas más rápidos del mundo.
Allí se entrena Gay, campeón mundial de 100m y 200m en 2007, que no levanta cabeza en las grandes citas desde que apareciera Bolt a ritmo de triunfo, plusmarcas estratosféricas y alegría contagiosa. Pero también un buen grupo de jamaicanos, como Mullings, que hasta 2011 no había bajado de los 10s y este año ha volado hasta los 9,8s, la segunda mejor marca de 2011, Ashmeade (9,96s), Padgett (9,99s) y Yohan Blake (9,95s) y el trinitense Bledman (9,93s).
¿Qué tiene esta localidad de poco más de 30.000 habitantes a 35 kilómetros de Orlando? Pues tiene buen clima -más de 230 días de sol al año- y un moderno Centro Nacional de Entrenamiento con una recoleta pista donde se han producido algunos de los mejores tiempos del año. Y, sobre todo, cuenta con un entrenador, Lance Brauman, el gurú americano de la velocidad, que es como un imán. A su equipo de corredores se le conoce como Pure Athletics (Puro Atletismo).
Brauman es joven, blanco y tiene pinta de simpático. También le rodea cierto aire de misterio. Conoció a Gay en 2001 cuando era entrenador en la Universidad de Arkansas. Y siguió siéndolo cuando desde la cárcel, en la que estuvo 10 meses por fraude deportivo (utilizó dinero público para pagar a sus atletas por trabajos universitarios que nunca realizaron). Cuando salió, en 2007, su pupilo se acababa de convertir en doble campeón mundial de 100m y 200m y le convenció de que se trasladara a Florida. En estos cuatro años, el grupo en torno a Gay ha engordado con atletas de medio mundo. "No trabajo con nacionalidades, trabajo con gente", dijo Brauman en una entrevista reciente para una televisión jamaicana.
Sobre el cronómetro, su exitoso programa parece funcionar. Ahora hay que ver el carácter competitivo de sus muchachos. La primera ocasión para hacerlo serán los trials este mismo mes. Los de EE UU y los de Jamaica. Solo tres atletas de cada país podrán participar en los Mundiales de Daegu (Corea del Sur). "El objetivo de todos mis atletas es entrar en el equipo y conseguir una medalla en los Mundiales. Es para lo que entrenamos", ha reconocido el entrenador. No lo dice tan claro, pero seguro que también quiere acabar con el fenómeno Bolt, pasar a la historia como el técnico que consiguió frenar al hombre más rápido del mundo.

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