I. ROMO - MADRID
Los puristas ganaron el debate. Encabezados por Michael Phelps, el mejor nadador de la historia, los partidarios de la natación más clásica lograron que la Federación Internacional (FINA) prohibiera los bañadores de goma, aquellos relucientes modelos de cuerpo entero que llenaron de brillo y polémica las piscinas en 2009 y que no volverán a ser vistos en la natación. A partir de ahora sólo se permiten bañadores textiles y de tipo bermuda, es decir, que cubran sólo de la cintura a la rodilla.
En España hubo partidarios de las dos posturas enfrentadas. Aschwin Wildeboer, el espaldista, siempre criticó que la FINA abriera la mano. A pesar de que batió un récord mundial ayudado por un modelo Jaked, el español declaró que los bañadores de goma desvirtuaban la natación y favorecían a unos nadadores más que a otros.
Phelps defendió esta misma tesis, tanto que se presentó a los Mundiales de Roma con sus bañadores de siempre y se negó a enfundarse el de cuerpo entero. Le costó el oro de los 200 libres, que fue a manos del alemán Biedermann.
Entre los partidarios de los bañadores impermeables (ya prohibidos) destaca Rafa Muñoz, el mejor nadador español del momento. El cordobés batió el récord mundial de 50 mariposa apretado en un bañador de poliuretano y va a echar de menos este año su efecto.
Porque hay nadadores que responden más a las ventajas de los Jaked (compresión de la musculatura y formación de burbujas bajo la goma), y Muñoz es uno de ellos.
Hoy comienzan en Málaga los Campeonatos de España y las marcas serán peores que las de 2009. Se ha visto ya en los Nacionales de Francia e Italia. El ránking mundial de 2010 no logra salir a flote.
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