viernes, 27 de abril de 2012

JAMAICA, LA ISLA DE LA VELOCIDAD

Ángel Cruz As.com
De esta pequela isla caribeña poblada por descendientes de esclavos africanos salen los mejores velocistas del mundo. Desde Bolt a Powell y a Blake. Usain Bolt, Yohan Blake, Asafa Powell, Veronica Campbell, Shelly-Ann Fraser... Purasangres venidos al mundo en Jamaica, la Isla de la Velocidad. Entre todos ellos y otros muchos suman en la última década 23 medallas mundialistas individuales en 100, 200 y 400 metros y diez metales olímpicos. Trece oros en conjunto. Más aquellos que han logrado en relevos. Y en un país que no llega a los tres millones de habitantes. ¿Quiénes son? ¿De dónde proceden? ¿Cómo consiguen sus éxitos? ¿Dónde viven? ¿Cómo es la isla en la que han nacido? ¿Quienés son esos genios de la velocidad? Usain Bolt, conocido como El Relámpago, tiene el récord mundial de 100 y 200 metros (9.58 y 19.19), es el actual campeón olímpico en ambas distancias y ganó el pasado verano el oro mundial de 200. Pocos días después de hacer una salida nula en el hectómetro, tras la que fue descalificado. En su ausencia, venció su compañero de entrenamiento Yohan Blake, cumpliendo el pronóstico que hizo el técnico de ambos (Glenn Mills) meses antes del Campeonato del Mundo: "En Daegu habrá fuegos artificiales en honor de Yohan". Asafa Powell, por su parte, es el hombre que más veces ha bajado de los diez segundos en los 100 metros: lo ha hecho en 74 ocasiones. La mujer más destacada es Veronica Campbell, actual campeona mundial de 200 metros y subcampeona de 100, pero que, además, adorna su palmarés con cuatro medallas en Mundiales (una de oro) y tres en Juegos Olímpicos (dos de oro, consecutivas, en los 200 metros). Sin embargo, la campeona olímpica actual es Shelly-Ann Fraser... Y es que Jamaica tiene recambio para todas sus estrellas y, por ejemplo, ha liderado el ránking mundial de los 100 metros masculinos en los últimos siete años, con tres atletas distintos. ¿De dónde proceden? Son negros descendientes de los esclavos que llegaron al Caribe desde el Oeste de África, donde los indígenas nacen con fibras blancas en sus músculos, las explosivas, las que les hacen veloces. Los negreros (británicos, en su mayoría) eligieron a los mejor dotados físicamente, les hacinaron en barcos de vela en condiciones miserables y casi la mitad de ellos no sobrevivió al viaje a través del Atlántico, que duraba entre seis y doce semanas, según los vientos oceánicos. Sólo los mejores llegaron vivos, y sólo los mejores volvieron a sobrevivir en los duros trabajos de las plantaciones de caña de azúcar. Y cuando llegaron a ser libres, eran una raza poderosa. Se calcula que quince millones de africanos fueron conducidos a Jamaica (desembarcaban en Kingston) en la época de la esclavitud. Una inmensa mayoría murió. ¿Cómo consiguen sus éxitos? La calidad natural no es la única explicación. Jamaica tiene un sistema muy elaborado de prospección de valores. No tanto como el cubano, pero minuciosamente desarrollado. Se observa a los niños en las escuelas, se capta a los mejores, se le comienzan a dar los medios necesarios para entrenarse sistemáticamente con técnicos jamaicanos de alta calidad, se les envía a competir fuera y la masa inicial es cribada meticulosamente hasta que aparece alguien como Usain Bolt, como Yohan Blake, como Veronica Campbell... y todos los demás. ¿Dónde viven? Habitualmente, en Kingston, la capital, donde está el gran centro de entrenamiento de la isla, y a donde terminan yendo a prepararse las grandes estrellas. Los atletas de éxito son unos privilegiados, porque gozan de un nivel económico que la inmensa mayoría de sus compatriotas no podrá alcanzar jamás. Jamaica es un país pobre, con el total de la población de raza negra. Gente alegre, a pesar de todo, dinámica, con ganas de prosperar, aunque algunas ciudades son peligrosas. Personas que hablan patois, un conglomerado de palabras británicas actuales, del siglo XVI, trufadas con vocablos africanos, españoles y franceses. El ídolo nacional no es Usain Bolt, sino Bob Marley, omnipresente en toda la isla. Es el país del reggae, de la marihuana, de los rastafaris, del ron, de las playas increíbles, de los huracanes ocasionales, de los diluvios a media tarde, de la vegetación exuberante, de los delfines, los papagayos... y de los hombres más rápidos del mundo.

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