lunes, 28 de enero de 2008

NUEVA ERA EN LA LUCHA ANTIDOPAJE


En diciembre, un mes después de que, en Madrid, 1.500 delegados de 152 países, 34 miembros del Comité Olímpico Internacional (COI), incluido el presidente, Jacques Rogge, 33 presidentes de federaciones internacionales, 28 ministros de Deportes y 300 medios de comunicación se dieran cita en la III Conferencia Mundial Antidopaje para conocer el nuevo presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA); la atleta norteamericana Marion Jones era condenada a seis meses de prisión y a devolver las cinco medallas –tres doradas, dos de bronce- que obtuvo en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, luego de declararse culpable de mentir a los agentes federales que investigaron su consumo de esteroides antes de la competencia. El cónclave madrileño, que erigió al australiano John Fahey como titular de la AMA, no sólo sirvió para corregir el código antidoping, sino también para construir una atmósfera de advertencia para los deportistas a meses de los Juegos de Beijing. El texto, que entrará en vigencia en 2009, eleva el castigo inicial por doping positivo a cuatro años y prohíbe entrenarse con sus equipos a los deportistas suspendidos –la FIFA criticó este punto-. Los últimos días, Rogge repitió el "total compromiso del movimiento olímpico en la lucha contra el dopaje" y anunció 4.500 controles, muchos de ellos por sorpresa, en Beijing. A su vez, a la salida de una reunión con Fahey, planteó que se negará la participación en los siguientes Juegos a los atletas que sufran una sanción mayor a los seis meses. "No hay deporte y país inmune a la amenaza del doping", declaró Fahey. Y en una entrevista telefónica con Clarín.com desde la sede Agencia Mundial Antidopaje, el director general de la organización, David Howman, aseguró que "casi todos los deportistas quieren estar seguros de que sus contrincantes están limpios. No quieren ser engañados. Entonces, la mayoría quiere que dejemos afuera a los tramposos". -¿Consideran que cuando un deportista utiliza una droga para competir, lo más importante es darle una dura sanción que intentar recuperarlo? Los deportistas esperan que los tramposos sean severamente castigados. Quieren que se refuercen las sanciones. La comisión piensa que cada deportista debe ser sancionado para que deje de consumir drogas. Claro que esto incluye el deseo de ayudar a los tramposos para que demuestren que pueden rehabilitarse y que pueden mostrar su evolución a la sociedad. Debemos educar a los deportistas en esto, para que puedan servir de ejemplo. -Para la AMA, ¿es lo mismo un atleta que utilizó una droga social que el que usó esteroides para mejorar su rendimiento? La marihuana está en la lista porque los científicos consideran que tiene que estar. Es una sustancia prohibida. Las sanciones por consumirla están entre las más leves. La mayoría de los deportistas que la consumen suelen recibir advertencias. La cocaína es distinta porque es un estimulante más fuerte, tiene otras características que deben ser seriamente confrontadas. De todas formas, no las vemos como drogas recreativas, simplemente, están en la lista de sustancias prohibidas. -¿Cree que es la ambición de ganar y la presión de los sponsors lo que lleva a un deportista a incurrir en el dopaje? A veces hay mucho dinero en juego y el entrenador o el agente piensan que los deportistas pueden darle más dinero y los alientan a hacer trampa. Tiene que ver con la naturaleza humana, con la codicia. Hay tramposos en todos lados, en el deporte también. -Hay 13 deportista que forman el comité de la AMA. ¿Qué propuestas suelen elevar? Los escuchamos mucho porque ellos son los engañados por sus colegas. Nos pasan información sobre cómo se hace trampa y nos ayudan a que podamos detener a esas personas. -Siete años atrás, Marian Jones era la atleta más famosa del mundo. Hoy, algunos la consideran una criminal por su doping en Sydney. ¿Cuál es su opinión? Creo que si cuando fue acusada hubiese dicho la verdad a los oficiales, no hubiese ido a prisión. Lo que pasa, realmente, es que muchos tienen el valor de hacer trampa y después mienten y las mentiras son las que los llevan a prisión, porque cometen un delito al mentir. Es muy triste ver a alguien que fue tan buena deportista engañar y después negar los hechos y verla en prisión. Todos los deportistas jóvenes deben mirarse hacia adentro y decir "no vamos engañar". Y si alguien viene y los estimula, deben decirle que ellos no quieren meterse en esos problemas.