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Extrovertido fuera y dentro de la pista, Sergio Sánchez luce el carácter que le ha llevado a convertirse en uno de los grandes del atletismo a nivel internacional, capaz de amenazar el reinado de los africanos en las pruebas de fondo. Su reto son los Juegos de Londres, competición en la que debutará a los 29 años. Antes, el atleta de Ciñera espera resarcirse de una irregular temporada en pista cubierta acaparando el protagonismo en las competiciones al aire libre. «El invierno no ha sido igual que el del año pasado. Los problemas de salud han tenido en parte la culpa pero también mi cambio de planificación con vistas a brillar en verano. Sueño con hacer algo grande en Londres y por eso he retrasado mi punto óptimo».
Sergio Sánchez sabe que antes debe aprovechar lo que queda del 2011. «Mi intención era estar en perfectas condiciones en junio, pero una pequeña lesión ha aplazado mi objetivo a julio donde me espera la Diamond League. Allí debo hacer una gran marca en los 5.000 para acudir al Mundial de Daegu. Y ya en esta competición dios dirá».
El atleta gordonés ya ha olvidado la polémica que generaron sus palabras criticando la política de nacionalización de atletas o los criterios para erradicar el dopaje. «Todo está olvidado. Mis palabras las comparten la mayoría de los atletas españoles aunque quizás las formas en las que me expresé no fueron las idóneas», se explica. Pero también estas se produjeron «en un momento complicado. Además, se sacaron de contexto. Aquellas palabras las realicé a una pequeña emisora de Cantabria a nivel coloquial, entre amigos. Quizás me calentaron la cabeza y exploté. Reconozco que fueron duras pero el único fin era denunciar unos hechos que sin duda alguna están poniendo en jaque la salud de este deporte que me apasiona, al que amo y con el que me he formado como persona».
Precisamente el atleta de Ciñera no se muerde la lengua a la hora de criticar la influencia que en este deporte está ejerciendo la política. «No soy de un partido ni de otro. Lo mío es el atletismo, entrenar y dar lo mejor de mí», enfatiza el subcampeón del mundo de los 3.000 metros que una vez tras otra reitera su limpieza. «Para correr y ganar no necesitas utilizar sustancias dopantes. O eso lo veo yo. Nunca me he dopado pero no sé a quien he molestado. A pesar de mi limpieza como demuestran todos los controles que he pasado sé que me están buscando las vueltas. Van a por mí pero no conseguirán nada. Una prueba de ello es la visita de un médico de la IAAF hace unas pocas semanas para realizarme un control nada menos que a las seis de la mañana cuando en el acuerdo estipulado existe una hora para realizarlo, de ocho a nueve. Yo no tengo nada que ocultar y lo pasé. A lo mejor buscan que yo me niegue a realizarlo o no esté para poder amonestarme. Ya pasó el año pasado cuando por unos días se me olvidó completar un formulario y me dieron un aviso. Por suerte hacen falta tres y este primero cumple en un mes», remarca Sergio para el que «pocos atletas pueden decir que a lo largo de un año pasan hasta 50 controles antidóping. Lo normal para un atleta de élite es que lo haga en una veintena de ocasiones y yo lo doblo. Hubo épocas no muy lejanas como el año pasado en que en apenas tres meses pasaba hasta 24».
El atleta de Ciñera ya ha trasladado este malestar al ente federativo. «He pedido explicaciones porque no es justo que a unos nos sigan tan escrupulosamente y a otros los despachen con escasos controles. Y más si a lo largo de mi trayectoria nadie ha podido dudar de que compito sin ayuda de anabolizantes». Tampoco comprende como a atletas como «Ruth, Natalia y yo, cuando ganamos la plata en un Mundial nadie vaya a felicitarnos y en su día cuando un atleta como Bezabeh se impuso en un Europeo alguien lo trató como un héroe. Eso sí, luego le salió rana y no quiso saber nada de él. Existe un doble rasero que no me gusta», pun tualiza.
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