domingo, 2 de agosto de 2015

Jon Urbanchek: “Los que pretenden ser más fuertes que el agua se hunden”

DIEGO TORRES
El País.com

Hoy comienzan las carreras en los Mundiales de Kazán y en toda la piscina no hay un entrenador con más experiencia que Jon Urbanchek (Hungría, 1936). Exiliado en Estados Unidos en plena Guerra Fría cuando integraba la selección de waterpolo de su país, se convirtió en el responsable más exitoso en la historia del equipo de natación de la Universidad de Michigan. Entre 1972 y 2012 clasificó a 44 nadadores para los Juegos y formó parte del cuerpo técnico estadounidense en siete ediciones olímpicas. Promete jubilarse después de Río. Pero es poco creíble. Lleva anunciando su retirada desde hace 20 años. “Lo he intentado”, explica, “Pero mi mujer no quiere verme en casa”.
Pregunta. ¿Cuál ha sido el gran cambio en los entrenamientos en los últimos 40 años?
Respuesta. Ahora hacemos más intensidad. En los 70 todo el mundo nadaba entre 15 y 20 kilómetros diarios. En los 80 cambiamos. Yo formé parte de ese cambio cuando diseñé el Entrenamiento de Umbral. ¿Para qué nadar 15 kilómetros por día si puedes ser más rápido nadando cinco, y hacer una sesión en lugar de dos? ¡Pasarás más tiempo con tu novia y así te casarás antes!
P. ¿Cómo es el entrenamiento del umbral?
R. Básicamente consiste en no nadar grandes distancias. No hacer series de más de 300-200 metros, insistir en series de 100, o de 50, y prescribir velocidades para nadar al límite cada distancia. Así se puede actuar cerca del umbral de las posibilidades de cada nadador. Desde entonces los entrenamientos cada vez han sido más específicos y menos voluminosos. Se han añadido más sesiones de pesas en gimnasio, dentro de la piscina se nada con resistencias, y se hacen controles de lactato y ritmo cardíaco a pie de campo. La fisiología nos ha permitido medir con más exactitud sobre el terreno, de forma inmediata, ese umbral que tiene cada organismo para poder trabajar con más eficacia.
P. ¿Hacia dónde se dirige la natación?
R. Hacia distancias más cortas. La FINA ha impulsado las carreras de 50 metros porque son más entretenidas para las audiencias de la televisión. La gente quiere ver carreras cortas. Nadie quiere ver un 1.500 durante 15 minutos porque acabas yéndote a mear o a comer un perrito caliente y cuando vuelves todo sigue igual. No creo que en el futuro se naden los 800 y los 1.500 libres. Se pasará del 400 a los 10 kilómetros.
P. ¿Por qué?
R. Porque ya sabemos que la persona que puede ganar los 800 es la misma que ganará los 10 kilómetros, como hizo mi nadador, Oussama Mellouli, campeón olímpico de 1.500 en 2008 y de 10 kilómetros en 2012. El entrenamiento de aguas abiertas no existe. Todos entrenan en piscinas como los fondistas de 400 y 800. El gran concepto desde 2001 es ritmo de carrera. Entrenas a ritmo de carrera para el 800 o para las aguas abiertas.
P. ¿Cuál es el ritmo adecuado?
R. Si quieres ganar los 10 kilómetros debes entrenar calculando que tu nadador marque entre 1m6s y 1m7s cada 100 metros durante nueve kilómetros, y en el décimo kilómetro acelerar. En los 1.500, si quieres acercarte al récord de 14m31s, debes entrenar a un ritmo de 58 segundos cada 100 metros. Si quieres entrenar para un oro olímpico en 400 metros femeninos tienes que hacer series a un ritmo por debajo de un minuto cada 100. Eso es lo que tiene en mente Fred Vergnoux, el entrenador de Mireia. Si te preparas para batir el récord del mundo del 800 femenino tienes que ir básicamente a un ritmo que no pase de 1m1s, o 1m2s, cada 100 metros.
P. ¿Cómo ve a Phelps?
R. A Michael lo conocí con 11 años y acaba de cumplir 30. Sus mejores años los pasó en la Universidad de Michigan porque le permitieron ganar ocho oros en Pekín. Entrenó con muchos chavales de su edad que estudiaban en la universidad. No estaba rodeado de quinceañeros tonteando con niñas sino con universitarios adultos. Y aun así se metió en líos. Bebía y metía la pata. Pero eso es parte de la maduración, y de la vida universitaria. No puedes saltártelo. Debes experimentarlo.
P. ¿Cree que Phelps ganará más medallas olímpicas?
R. Tendrá buenas opciones de ganar el 200 mariposa, el 200 estilos y el relevo de 4x200; y con un poquito de suerte el relevo de 4x100, los 100 mariposa... Pero no creo que haga un programa largo. No está interesado. Ahora solo quiere dedicarse a las pruebas cortas. No necesita más medallas de oro. ¡Game over! Su motivación es disfrutar del deporte y atraer la atención del público hacia la natación. Todavía puede nadar muy rápido. Fui a visitarlo a él y a su entrenador, Bob Bowman, hace un mes a Baltimore, y se le ve maravillosamente bien en el agua.
P. ¿Cómo funciona la pareja Phelps-Bowman?
R. Bowman se ha hecho cargo del programa la Universidad de Tempe, en Phoenix. Está preparando su vida después de Michael. Porque hay una vida antes de Michael y otra después de Michael, como Jesucristo. Bob es joven. Tiene 51 años. Aunque parece mayor, porque tiene el pelo blanco. Cualquiera tendría el pelo blanco si hubiera tenido que entrenar a Michael. No es sencillo. Pero todos los grandes atletas son diferentes. Jordan era igual. Ellos tienen sus propias ideas y son muy fuertes. Como los entrenadores necesariamente deben ser fuertes, hay choques. Así debe ser.
P. ¿Cuál es el nadador más difícil de entrenar que ha tenido?
R. Tom Dolan. Era muy agresivo. Hasta en los entrenamientos. Siempre quería ganar, ganar y ganar. Aunque no se trata de ganar, realmente. Es el miedo a perder. Michael tampoco soporta perder. No comprendo el origen de esta mentalidad. Habría que preguntárselo a un psicólogo. Pero los atletas de alto nivel no son borregos. Los borregos se juntan y obedecen. Los grandes atletas van a lo suyo.
P. ¿Y usted qué hace para orientar a tipos así?
R. A Dolan no le podías decir nada. Hablábamos en los entrenamientos, cuán rápido debía ir, cuál tenía que ser su ritmo en el primer 100 y en el segundo 100. a quién debía vigilar en la carrera… Hacíamos un plan. Le decía que no fuera rápido desde el comienzo, que empezara más despacio para reservarse para el final. Y él simplemente lo daba todo desde la salida. Así ganó sus oros olímpicos. ¿Qué puedes decirle a un tío así? Le das la matrícula de honor y ya.
P. ¿Cómo ve al equipo estadounidense en estos Mundiales?
R. Tendremos a Missy Franklin, a Katie Ledecky y a Ryan Lochte. Pero soy mucho más optimista para Río. Porque tenemos muchos jóvenes nadadores surgiendo ahora. No están en Kazán pero estarán en Río. En 200 mariposa hay un par de chicos nadando en 1m55s en el colegio. Y van a progresar. Además, en Río estará Michael. Y él hace una gran diferencia porque eleva el nivel de todos los demás. Es contagioso.
P. ¿Qué pronóstico hace de la final del relevo de 4x100 de esta noche?
R. En Kazán no podemos descartar que los rusos ganen las pruebas de 100 libre porque nadan en casa y Putin los está viendo. ¡El miedo puede ser una motivación! Tienen una bracista que es muy buena: Yulia Efimova. Y dos o tres chicos que entrenan en California con nosotros. No olvidemos que Vladimir Morozov, Alexander Sukhorukov, Danila Izotov y Andrey Grechin este año han nadado por debajo de 49,70s.
P. ¿Qué opina del entrenamiento con pesas que hizo Lochte antes de los Juegos de 2012?
R. Lochte nada muy relajado. Incluso es un poco gordo. Tiene más grasa corporal que la mayoría. Cuando ha hecho trabajos de fuerza no los ha hecho tanto con pesas en máquinas como con cuerdas, o levantando objetos como ruedas de tractor. No es tan duro como parece. Tiene una gran técnica, preciosa, suelta, con movimientos rítmicos. Abraza el agua. Cuando acabamos los Juegos de Pekín un chino me preguntó por qué Michael es tan bueno. Yo le dije: "Michael es uno con el agua. No lucha contra el agua. Va con el agua. Usa el agua para avanzar". Con Ryan es lo mismo. A mí me gusta cabalgar. Si montas un caballo es lo mismo. Tienes que acompañar el movimiento del caballo con tu cuerpo, unificar el ritmo. Si luchas contra el caballo te caes. Debes ser uno con el caballo. Y uno con el agua. Aquí los que pretenden ser más fuertes que el agua se van al fondo. El agua siempre gana. Sir Isaac Newton nunca perdió una carrera porque sus principios de acción, reacción y resistencia, son los que gobiernan la natación.
P. ¿Por qué?
R. Porque la natación consiste en superar una resistencia. Es como si algo nos estuviera agarrando. Si te mueves como una serpiente vas más rápido. Si eres voluminoso y tus hombros son grandes la resistencia aumenta. La fuerza te confunde, porque puede ayudarte. Por eso en los 70 la gente tomaba esteroides para ser más potente y aumentaba de tamaño. Entrabas en un círculo vicioso. Porque cuanto más grande eres más se resiste el agua. Por eso los esteroides funcionaron en el atletismo pero no en el agua. En el agua debes hacerte tan estrecho como puedas. Ledecky es el ejemplo perfecto de movimiento continuo. No hay desaceleración. Es la encarnación de la teoría de Newton. El movimiento debe ser continuo porque si reduces el ritmo luego gastas más energía en recuperarlo. Por eso la braza es el estilo menos eficiente: hay demasiada desaceleración. El reglamento no permite que la patada sea continua.

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