domingo, 25 de diciembre de 2011
LANDASSEM, TRAS LA SENDA DEL TRIUNFO
ANDRÉS ARMERO. MARCA.com
No todos los caminos conducen al Estadio de Vallecas. Ayad Lamdassem (Sidi Ifni, 1981) lo sabe mejor que nadie. En la última edición de la reina de las San Silvestres un despiste de orientación le arrebató una victoria que se había ganado a pulso. Ahora, el atleta español de origen marroquí vuelve a la cita para reclamar al mundo lo que es suyo: la corona más prestigiosa de Nochevieja.
"Estoy en un gran momento de forma", afirma el corredor. "Voy a tratar de ganar esta carrera, pero hay gente fuerte, como Chema Martínez y Jesús España, que siempre da la cara en esta cita".
Hace poco más de un año, el fondista intuía el kilómetro definitivo de la prueba con unos ojos inundados en una mezcla explosiva de espuma y sudor. Atrás quedaba el todopoderoso eritreo Zersenay Tadese. Delante, la gloria.
Sólo una desgracia podía echar por tierra su galopada. "Estaba muy nervioso porque había mucha gente, acababa de dejar al recordman mundial de medio maratón y no podía ver bien", comenta Lamdassem. "El camión que llevaba el crono de la prueba giró y el chico se fue con él. Se desvió del recorrido muchos metros y luego tuvo que retroceder", se lamenta su entrenador, Antonio Cánovas, al recordarlo. Un incidente que permitió a Tadese tomar la delantera para ganar en meta.
Era el colofón a un 2010 en el que el atleta afincado en Lérida se quedó en varias ocasiones a las puertas de los altares. En el Europeo de Cross en Albufeira (Portugal) no pudo destronar al ucraniano Sergey Lebid en unos últimos metros eternos. Meses atrás, en el Campeonato de Europa de Barcelona, se había arrojado del podio en 10.000 por relevar de manera altruista a Farah, pensando que tenía la plata asegurada y obviando la cercanía de dos perseguidores. Sin embargo, fue el segundo puesto en los 10 kilómetros de Manchester el que más le dolió. "¡Antonio, iba a ganar a Gebre! Estoy seguro", espetaba a su entrenador tras no poder esprintar por un pinchazo en el cuádriceps.
Lamdassem estrenará en la San Silvestre Vallecana carné de identidad. El viejo, obtenido en 2007 tras muchos años de sufrimiento, estaba a punto de caducar. Su técnico le esperaba en una comisaría de Lérida para realizar algo más que un simple trámite, una auténtica bendición. Ya hace casi una década que el atleta se escapó por una ventana de un viejo hostal en Santiago de Compostela. Aquella promesa del atletismo nunca llegó a participar con Marruecos en los Campeonatos Mundiales Universitarios de cross, pero sí lo hizo en otro tipo de competición de campo a través, la de su vida.
Del 10.000 al maratón
El atleta va a dar carpetazo a su aventura en los 10.000 metros lisos para centrarse en el maratón. De momento, el fondista se faja en interminables tiradas que lo aíslan del mundanal ruido: "Hace más de dos meses que no veo a mi familia y no sé cuándo la veré. Sueño con lograr la mínima olímpica para estar en el maratón de los Juegos de Londres".
La mítica plusmarca nacional del toledano Julio Rey, 2.06:52 en el Maratón de Hamburgo en 2006, estará un tiempo a salvo. "El primer objetivo es lograr menos de dos horas y 10 minutos", confirma Cánovas. El asalto de Lamdassem a los 42,195 metros tendrá lugar el próximo cuatro de marzo en el Maratón del Lago Biwa (Otsu, Japón). Mientras, se entrena en Lérida junto a otros atletas marroquís con los que convive encantado.
El horizonte de Lamdassem está lleno de proyectos. "Creo que por lo menos le quedan seis años al máximo nivel", indica su técnico. En la fase de preparación para la mítica distancia de Filípides el cross ocupa un lugar de excepción. El atleta estará en el Cross de Itálica el próximo 15 de enero y, posiblemente, en Amorebieta el fin de semana previo. Pero antes, Lamdassem tiene una cuenta pendiente con la San Silvestre Vallecana. Una herida que podría cicatrizar, como ocurre con tantas otras, en Nochevieja.
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