EFE
Abel Antón (Ojuel, Soria, 1962), doble campeón mundial de
maratón (1997 y 1999), se propone seguir corriendo "mientras el cuerpo
aguante" y afronta "en buena forma" el maratón de Sevilla, en el
que participará, el 17 de febrero próximo.Veinte años después de repetir título
mundial en Sevilla, Antón, que llegó a ganar el maratón de Londres en 1998 con
un tiempo de 2h07:57, se propone ahora, con 56 años, un objetivo mucho más
modesto en la capital andaluza: terminar el maratón en cuatro horas.
"Como soy ahora embajador del Banco de Santander en
carreras por toda España, correré en Sevilla junto a cien corredores debutantes
a un ritmo accesible", explicó Antón a EFE.El domingo pasado el exatleta
soriano participó en la carrera solidaria Fundación Real Madrid. "Como
madridista, me apetecía correrla, y además me sirve para preparar el maratón de
Sevilla, en el que estaré cuatro horas con Fermín Cacho, los dos mano a mano,
ayudando a la gente que va a correr allí por primera vez un maratón",
señaló.
A diferencia de otros atletas de elite, Antón ha seguido
practicando la carrera después de su retirada, de forma que se considera
"sobrado de ritmo para correr el maratón en cuatro horas".En la
carrera del Real Madrid cubrió los 10 km en 38 minutos, es decir, por debajo de
los cuatro minutos el kilómetro. "Creo que está muy bien, estoy en buena
forma, que es lo que importa".Sobre las posibilidades de Fermín Cacho,
campeón olímpico de 1.500 en Barcelona'92 que correrá en Sevilla su primer
maratón, Antón no se atreve a hacer pronósticos."Tendré que ir
esperándole, cogiéndole de la mano, para intentar que él esté sobre las cuatro
horas, pero igual lo tiene difícil. Yo sí que tengo que ir a ese ritmo porque
llevo a un grupo de más de cien personas del Banco de Santander y voy a ir
clavado a cuatro horas", apuntó.Un ritmo incluso demasiado cómodo para
Antón: "Se me va a hacer aburrido, igual me canso más que yendo más
rápido, pero ese es mi objetivo en el vigésimo aniversario del Mundial de
Sevilla".Aquel 21 de agosto de 1999, en que Antón obtuvo su segunda corona
mundial de maratón bajo el sol de justicia sevillano, le dejó un recuerdo
imborrable.
"Veinte años ya. Van a dar una reproducción de mi
medalla de oro en el Mundial de Sevilla a todos los que participan, con mi
imagen ganando el campeonato. Me acuerdo de cada kilómetro, pero sobre todo de
los cinco últimos, del cambio para coger al japonés (Nobuyuki Sato). Lo tengo
en la mente y eso no se olvida nunca".También recuerda el calor sofocante:
"En la salida hacía 45 grados, luego durante el recorrido la temperatura
fue bajando a 40 y terminamos en 38, pero da igual, con el calor corporal es
como si lleváramos 45 o 50 grados encima".Antón no piensa dejar de ejercer
su profesión de corredor en un horizonte próximo. "Mientras pueda voy a
seguir corriendo. Me gusta y soy de los que salen todos los días. Si estoy dos
o tres sin salir ya me siento raro. Por tanto, mientras el cuerpo aguante ahí
estaremos", anticipó.
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