martes, 29 de enero de 2008

EXCELENTE REPORTAJE DEL DIARIO "AS" SOBRE LA REALIDAD DE KENIA Y LOS ASESINATOS DE VARIOS ATLETAS



Kipyego y Eunice Jepkorir hablan del conflicto keniano
La semana pasada, el maratoniano Wesly Ngetich, vencedor en 2007 en el maratón de Duluth, Minnesota (ciudad natal de Bob Dylan) fue el segundo atleta cuya muerte anunció oficialmente la federación de Kenia, a consecuencia de los disturbios tribales que vive el país del Rift.
Cuando estalló la revuelta, el ex olímpico Julius Sang fue asesinado en Eldoret. Ngetich, 34 años y tres hijos, resultó muerto tras recibir en el pecho el impacto de una flecha envenenada, cerca de su casa, en Trans Mara.
David Okeyo, secretario de la Federación de Kenia, admitió que la federación tuvo que organizar la salida de varios atletas de Eldoret (Kilau, Jeplegat...) por vía aérea, ante la peligrosidad y la profusión de choques armados en la autopista Eldoret-Nairobi. El campamento de Lornah Kiplagat ha cerrado sus puertas. Fondistas de Kenia que participan en la temporada española de campo a través describieron la crisis que sacude a Eldoret.
Tensión.
Eunice Jepkorir, Kiprono Menjo y Bernard Kipyego viajan de punta a punta de España en la temporada de cross. Jepkorir, bronce en el Mundial de pista de Osaka, en 3.000 obstáculos, se proclamó vencedora en el Cross Internacional de San Sebastián, dominado por Menjo en versión masculina. Kipyego fue tercero en el Mundial de campo a través de 2007, en Mombasa. El subcampeón de Mombasa, Moses Mosop, escogió quedarse en Kenia para cuidar de su esposa, embarazada.
"El problema que hay en Kenia no ha nacido en nuestra sociedad, sino entre políticos. Por ellos pasa esto", dice Jepkorir, que sigue de lejos los avatares de su familia, residente en Eldoret. "Tengo preocupación constante, hay días en que el conflicto parece agravarse al máximo", señala Jepkorir.
La revuelta pilló a Kipyego justo en Eldoret: "Allí tienes miedo cuando vas a entrenarte, tienes que pasar a través de caminos y controles con gente armada que te detiene e identifica... cuando sales, nunca sabes si podrás regresar a casa". Kipyego escapó de Eldoret y cogió el avión en Nairobi tras "decenas y decenas de colas, paradas y controles".

Tras algunos días de calma relativa, Kenia se incendia de nuevo. Y tras la muerte del cuatrocentista Lucas Sang (quemado vivo) y del maratoniano Wesley Ngetich (atravesado por una flecha ponzoñosa), otros atletas están en peligro. James Moiben, que contó su experiencia en El Larguero, sigue recluido en las altiplanicies. No quiere salir de allí, porque alejarse de su casa y verla en llamas puede ser todo uno. Guadalajara, el lugar donde vive, tendrá que esperar. La vida de los kenianos no vale nada, en esta orgía de sangre producto de fronteras artificiales, guerras tribales y elecciones fraudulentas.
Palabras estremecedoras de Moses Kiptanui (tres veces campeón mundial de obstáculos) y de Ezekiel Kemboi (oro en esta prueba en Atenas 2004): "Nos acusan ante la policía de haber transportado fusiles, arcos, flechas y otras armas utilizadas en los desórdenes". Ellos dos y otros 55 kenianos han hecho llegar un escrito a la prensa italiana, país en el que viven muchos de sus representantes y entrenadores: "Estamos en peligro de muerte". Arde Kenia y los mejores fondistas del mundo no piensan en los Juegos de Pekín, sino en salvar la vida.