El próximo 15 de agosto, comienzan en Berlín los Campeonatos del Mundo de Atletismo, la cita más importante del deporte rey por antonomasia, aparte los Juegos Olímpicos. Vamos a hacer una valoración, acompañada de algún pronóstico sobre las diferentes pruebas, empezando por las pruebas masculinas:
La velocidad, como siempre en este deporte, volverá a ser el plato fuerte de estos Campeonatos, y más después de la irrupción el año pasado del jamaicano Usain Bolt como auténtico “Relámpago”, a la altura de los mejores sprinters de la historia. Pero este año, en el Olímpico de Berlín, habrá más emoción, más competencia para el jamaicano. Y es que este año tendrá, si las lesiones no lo impiden, un rival casi de su altura. Nos referimos a Tyson Gay, que el año pasado, en plenitud de forma, se lesionaba en los Trials, y llegaba escasísimo de fuerzas a Pekín. Este año, Gay está el primero en el ránking, tanto en el 100, como en el 200, y aunque eso no le haga favorito, sí que nos augura una gran lucha por la medalla de oro. La sensación de Bolt de correr “sólo” se transformará en algo muy distinto, habida cuenta de la competitividad demostrada por el velocista de Arkansas, doble campeón del mundo, hace dos años, en Osaka. En el 100, la salida será clave, y ahí, ninguno de los dos, es especialmente brillante. Es favorito Bolt, porque, de momento, es el único ser humano que ha demostrado poder bajar de 9.7 aunque Gay, al máximo esfuerzo, seguro que se puede acercar muchísimo. Por lo que cruzamos los dedos los aficionados, es porque ambos lleguen en plenitud de condiciones, porque puede ser una final tan apasionante como la de Seúl’88…esperemos que sin el maldito doping. Para la tercera plaza, que en teoría debería ser para el frágil mentalmente Asafa Powell, será una lucha entre el joven estadounidense Rodgers y el antillano Daniel Bailey. En el 200, auténtica especialidad de ambos “superhombres”, en teoría, y con más distancia para subsanar un posible mala salida, el favoritismo de Bolt aumenta. Ambos corren la curva de maravilla, y es previsible un nuevo récord de proporciones históricas. Martina y Spearmon, descalificados en Pekín, deben optar al bronce. Los 400 metros están esta temporada más flojos que en los últimos años. El campéon mundial, Jeremy Wariner, está sorprendentemente bajo en cuanto a marcas, y LaShawn Merritt, si bien está venciendo con solvencia, no ha conseguido bajar aún de los 44 segundos. Habrá doblete americano y quién sabe si de nuevo triplete.
En medio fondo, “pescado” el tramposo Ramzi, serán carreras más decentes. El sudanés Kaki, de solo 20 años, al que le vino grande la cita olímpica, tiene la oportunidad de ganar a los veteranos en los 800 metros, y en el 1.500 metros, con la esperanza de alguna medalla para el español Higuero y con la duda razonable sobre el rendimiento de Lagat, los kenianos Choge y Kiprop pueden conseguir el oro para su país.
Kenenisa Bekele desvelará en el último momento si corre el 5.000 y el 10.000, siendo el favorito en cualquiera de las dos carreras. El marathón está pendiente de la participación del gran Gebrselassie, recordman del mundo, y seguro que los españoles lucharán por medalla.
Solo hay un favorito, con la lesión del chino Liu, en los 110 vallas: el cubano Robles, que ganará salvo accidente, seguramente escoltado por los americanos Payne y Trammell. En el 400 vallas, solo el jamaicano Phillips puede poner en peligro un nuevo triplete estadounidense, aunque el orden se antoja imprevisible, con un Taylor bajo de forma hasta el momento, un Jackson irregular en la gran competición y un Clement con sus problemas crónicos de “pasitos” en las últimas vallas.
En 3.000 metros obstáculos, habitual coto cerrado de kenianos y etíopes, Ezekiel Kemboi se puede tomar la revancha de su pobre 7º puesto en los Juegos Olímpicos, mientras que su compatriota Brimin Kiprop Kipruto volverá a demostrar, seguramente, lo gran competidor que es.
En los saltos, destacará la final de longitud, con el redivivo Dwight Phillips, que con 8.74 metros, lidera el ránking, y que sostendrá un duelo espectacular con el panameño Irving Saladino, con “invitados” de lujo como Mokoena y Lapierre. En salto de altura, “desaparecido” al parecer por lesiones, el campeón olímpico Silnov, sus compatriotas Ukhov y Rybakov son los más fiables, ya que los americanos Williams y Manson se diluyen en la gran competición. En pértiga, es favorito el aussie Hooker, aunque esta vez es previsible un duelo con Brad Walker, si no vuelve a fallar en la clasificación. El joven francés Lavillenie, que ha saltado este año 6,01 metros, pondrá a prueba su competitividad. Y en Triple Salto, hasta tres cubanos tienen las máximas opciones, con Évora, Idowu y el americano Roulhac, que puede dar la sorpresa, al acecho.
En lanzamientos, en el de Peso, será un duelo del polaco, campeón olímpico Majewski contra la Armada Americana, que fracasó en Pekín. Kanter parece muy superior en disco, como el húngaro Pars en Martillo, y en jabalina, se reeditará el ya clásico duelo entre Pitkämäki y Andreas Thorkildsen, dos grandes competidores.
Por último, en la Marcha, recaerán las mejores bazas de la expedición española, con un Paquillo Fernández que intentará su primer oro mundialista. Y en el decatlón, ausente el campeón Bryan Clay por lesión en los trials, podríamos asistir a una nueva hazaña del checo de 34 años, Šebrle, con permiso del cubano Suárez y el americano Hardee. En los relevos, claros favoritos los jamaicanos en el corto, a pesar del doping de alguno de sus integrantes, y el habitual paseo de los americanos en el largo, es lo más probable.
JOSÉ MANUEL MORENO. OCHO CALLES.
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