martes, 19 de febrero de 2019

SALMA PARALLUELO SE CARGA DE RAZONES PARA SER ATLETA...Y FUTBOLISTA TAMBIÉN

GONZALO CABEZA
EL CONFIDENCIAL

La favorita de la serie es Aauri Lorena Bokesa, con tiempo de servicio importante y presencia internacional, pero los ojos se van, de manera irremediable, a la calle exterior. Vestida de amarillo, Salma Paralluelo muestra desde los primeros metros la facilidad que tiene para correr. Pisa el tartán con las puntas, con delicadeza, cuando se pone en marcha parece más alta de lo que es en realidad. La elegancia no se presta, se tiene o no se tiene, y en este caso no hay mucha duda, cuando ella corre la mirada persigue sus andares.
Cuando en la segunda vuelta toca reagruparse, ella se queda en la dos, tímida de coger la cuerda. Pero, a pesar de todo, tiene motor suficiente para esprintar un poco al final y llevarse la serie. Una carrera más, podría pensarse, pero todo se va al traste cuando se mira el DNI de la protagonista. El pasado mes de noviembre cumplió 15 años. El simple hecho de que esté en Antequera es asombroso, su actuación lo es todavía más. 54.10 es récord sub-18 y se coloca a una sola centésima del sub-20 que tiene Sara Gallego. Si ese fuese el objetivo, no suena a muy difícil, una sola centésima en casi cinco años. Y un día más tarde, en la final, pulverizó también esa marca de Sara Gallego. Va, por lo tanto, un lustro por delante de lo que se espera. Y ya es bronce nacional, pues quedó tercera en su prueba.
El potencial es absoluto, esa niña, porque no deja de serlo, que hace nada tenía 14 años está a la altura de una final nacional y batiendo plusmarcas. Su táctica no ha sido la mejor, pero lo que hubiese sido extraordinario hubiese sido lo contrario. "No estoy muy acostumbrada a estas cosas, me queda experiencia, muchas carreras por correr, con esto se aprende", explica Paralluelo por la tarde. Ella está más hecha a los 300 metros, que es la prueba de velocidad más común entre cadetes, claro. Y lo de la falta de experiencia parece obvio en este caso, es su primera carrera de cierto nivel.
Pero es que en ella se uno otro factor, y es que se entrena bastante menos que el resto de atletas, incluso que el resto de atletas de su edad. No es dejadez, nada más lejos, es que Salma también es una excelente futbolista ¿cómo de buena? mucho, lo suficiente para haber ganado un Mundial sub-17 con España. Debutó hace poco con el primer equipo del Zaragoza, en cuanto pudo, porque con 14 años es ilegal en fútbol formar parte de un equipo de máximo nivel. Con el balón destaca, por supuesto, por su velocidad, pero con eso solamente es poco probable que hubiese llegado a la selección. En lo del atletismo también es versátil, su récord de España sub-18 de 400 se une a unos cuantos más en atletismo. De 300, de 300 vallas. También salta triple con buenas marcas. Tenemos, por lo tanto, uno de esos extraños casos en los que el deporte parece salir natural, como una parte más de levantarse cada mañana.
Salma tiene poco tiempo para pulir la técnica, todo es naturaleza, incluso ese correr como si estuviese flotando. Se levanta por las mañanas antes de las cinco para estudiar, que es algo crucial, siempre lo es, incluso en alguien que tiene todas las trazas para terminar siendo deportista profesional. Su padre, maño, lidia desde el paro con sus tres hijas. Su madre, guineana, pasa la mayor parte de su tiempo en África, por lo que casi no la ve. Sí, Paralluelo, como Vicente o Bestué (campeona en 60 metros), también es hija de una España mestiza y moderna, diferente. También más atlética, todas ellas en mayor o menor medida se están dedicando en las categorías inferiores a destrozar las mejores marcas previas de sus categorías.
María Vicente, de hecho, ha aprovechado el campeonato de España bajo techo de Antequera para batir el récord nacional de pentalón. De paso, hizo la mejor marca sub-20 de la historia en 60 metros vallas (8.35). Y mejoró sus marcas en cuatro de las cinco pruebas que componen esta combinada, solo se dejó el 800, donde estaba algo cansada. Es algo más que una evolución asombrosa. La atleta, todavía con 17 años, acumula ya 50 plusmarcas nacionales contando todas las categorías y todas las disciplinas. O, si se quiere simplifcar, nunca antes se vio una atleta española que dominase de esta manera en categorías inferiores. "Sabía que venía bien, pero no tanto", decía después de dominar de inicio a fin una prueba que es dificílisima. La federación la utiliza ya como uno de los emblemas de su deporte, pero no deja de ser alguien que todavía está por llegar.
Volvamos, de momento, a Salma Paralluelo, todavía más joven, también tremendamente capaz. A la decisión, esa por la que le preguntan siempre. Es un tema difícil de gestionar y mucho más todavía difícil de hablar, especialmente si, como es el caso, hablamos de una persona que con 15 años, y por madura que parezca cuando coge el micrófono —desde luego, lo parece— no deja de ser una niña con una decisión muy complicada. Porque en una caso u otro, dejará por el camino experiencias, entrenadores y amigos, que no es poca renuncia y menos todavía en etapa de formación.
En España es una rareza, pero en Estados Unidos se da con cierta frecuencia, ya que los jóvenes acostumbran a probar un poco de todo. Hay algunos deportistas asombros, como Bo Jackson o Deion Saunders, que han sido capaces de combinar varios incluso profesionalmente, pero lo normal es, en algún momento, tener que elegir. El caso más reciente, Kyle Murray, un joven 'quarterback' que fue elegido por un equipo profesional de béisbol en la novena posición del 'draft'. La liga de béisbol, de hecho, intentó cambiar las normas de la competición para que los A's, el equipo que le escogió, pudiese darle más dinero y así ganar la puja al fútbol americano. A pesar de todo, perdieron. Murray jugó en Oklahoma un año más y ahora se presentará al 'draft' de la NFL. La pasada temporada ganó el trofeo Heisman que distingue al mejor jugador universitario.
Más cercano a Salma, por la coincidencia de los deportes, es el caso de Adam Gemili. Él formaba parte de la cantera del Chelsea y hasta los 19 años no decidió finalmente que su futuro tendría que estar en el atletismo. No le va mal, tiene medallas europeas y mundiales. Paralluelo ha dicho en alguna entrevista que su idea es decidir este año y poder centrarse en uno u otro deporte. Y si no lo hace, tampoco pasa nada, ella no está todavía en el tiempo de sentir una gran presión.

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