viernes, 4 de septiembre de 2009

"Natalia nunca empujó a Burka"


CARLOS ARRIBAS

A Natalia Rodríguez le invitaron a participar hoy en Bruselas en el Memorial Van Damme, la última reunión de la Golden League, en una prueba de 2.000 metros, una distancia inusual, una carrera preparada para hacer las paces con la etíope Gelete Burka, pero la atleta de Tarragona dijo no. Su intención había sido correr el mitin de Zúrich, una semana antes, donde, pensaba, la forma y la chispa que le habían llevado a ser la más fuerte en la final de Berlín la llevarían a batir el récord de España, por lo menos.
Pero Zúrich le cerró la puerta y Bruselas llega demasiado tarde, casi dos semanas después de la final de Berlín de 1.500 metros de la que fue descalificada después de ganar por, dijo el comisario de la carrera, empujar y hacer caer a Burka. Tiempo suficiente, además, para que Natalia Rodríguez, ya de vacaciones, haya decidido pasar página de un incidente que puede marcar toda su carrera, bajar los brazos y dejar de pelear por su verdad. Porque Natalia Rodríguez sigue manteniendo que en ningún momento empujó a Burka. Y sigue creyendo, aunque no quiera manifestarlo, que no fue defendida con el ardor necesario ante el jurado de reclamaciones de Berlín.
Su entrenador, Miguel Escalona, lo afirma con convicción y un punto de indignación. "Se están diciendo muchas cosas que no son verdad", dice Escalona, que vio la carrera sentado ante la misma curva en la que se produjo el incidente entre Burka y su pupila. "Natalia nunca empujó a Burka. Lo vi perfectamente: Natalia simplemente se protegió intentando que Burka se cerrara. Y así se lo dije a José Luis de Carlos [jefe de equipo español, que presentó la reclamación por la descalificación] cuando me lo preguntó antes de reclamar, pero él luego declaró que sí, que Natalia había empujado a Burka. A mí me dijo personalmente que había habido un empujón y no es así. Y no quiero que eso se quede sin respuesta. Natalia no quiere que hable nada en su nombre, pero lo hago en el mío propio. Sencillamente, no puedo escuchar esas cosas".
Ausente Natalia Rodríguez del montaje de Bruselas, el 2.000 quedará para que Burka intente batir un récord mundial (5m 26,36s, Sonia O'Sullivan, Irlanda) que data de 1994. No será la única plusmarca que peligre en una reunión que cuenta con la participación de Usain Bolt en los 200 metros, y con un 100 dominado por el duelo entre Tyson Gay y Asafa Powell, plata y bronce, respectivamente, tras Bolt en Berlín. La croata Blanka Vlasic, que hace unos días se quedó, con un salto de 2,08 metros, a un centímetro del récord mundial que la búlgara Kostadinova fijó en 1987, seguramente volverá, una vez más, a intentar pasar el listón a 2,10 metros. A la reunión, en la que la Golden League, sustituida el año próximo por la Liga de Diamante (14 reuniones) dirá adiós tras 11 años, acuden tres atletas con posibilidades de repartirse el bote de un millón de dólares: Kenenisa Bekele (5.000 metros), Sanya Richards (400 metros) y Yelena Isinbayeva (pértiga).

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