domingo, 7 de septiembre de 2008

Marion Jones: 'Mi fe en Dios y el apoyo de la familia me dieron fuerza'


Sus primeros pasos en libertad dieron una sensación de vacilantes, la expresión de su cara era reflexiva y su figura parecía todo menos segura. Era el final del "viaje que cambia una vida" de la ex atleta estadounidense Marion Jones.

A las ocho de la mañana del viernes, tras 182 días en prisión, la norteamericana, en otro tiempo la mujer más rápida del mundo, volvió a caminar libre tras abandonar la cárcel federal de San Antonio, en el estado de Texas.

Allí pasó desde el 19 de agosto los últimos dís de su condena de seis meses de prisión, a la que fue sentenciada el 11 de enero por dos cargos de perjurio. "Mi alegría por poder volver a estar de nuevo con mi marido y mis dos hijos es indescriptible", dijo la ex atleta, de 32 años con una forzada sonrisa.

Desde el 7 de marzo, la glamourosa estrella de los Juegos de Sydney se convirtió en el Centro Médico Federal Carswell, en la texana Forth Worth, en la prisionera número 84868/054 y en una más de las 250 reclusas.

No hubo excepciones para la ex atleta, que hace unos años entusiasmó al mundo con el encanto de su sonrisa y su velocidad. A las seis de la mañana debía levantarse, vestir el uniforme verde de la prisión y dirigirse al trabajo, por el que ganaba 13 céntimos de dólar a la hora.

"Fue un tiempo duro, pero mi fe en Dios y el apoyo de la familia, amigos y fans de todo el mundo me dieron fuerza", dijo Jones, que se mostró profundamente agradecida por las oraciones, cartas y e-mails que le dedicaron en los últimos seis meses.

La californiana tiene ahora por delante dos años de libertad condicional, en los que tendrá que cumplir con 800 horas de trabajo para la comunidad. "Marion se ganó una oportunidad de poder rehabilitarse de sus errores del pasado", dijo el ex jefe y cofundador del laboratorio Balco, Victor Conte, a quien Jones compraba productos dopantes.

Cuando en 2003 se destaparon sus sospechosos manejos, Jones negó de forma vehemente ante los investigadores haber recurrido a sustancias prohibidas. El 5 de octubre de 2007, sin embargo, confesó ante un tribunal de Nueva York entre lágrimas que había mentido y que de septiembre de 2000 a julio de 2001 se dopó con el esteroide de diseño THG.

"Ojalá encuentre una forma de ayudar a jóvenes atletas para que tomen mejores decisiones de las que ella tomó", dijo Conte.

Sin embargo, Jones prefirió por ahora no hablar de sus planes de futuro. "Ahora me concentraré sobre todo en mi familia y pido a todos que respeten eso".

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