martes, 10 de agosto de 2010

PELIGRA EL DUELO BOLT VS. GAY EN BRUSELAS


Carlos R. Galindo Sport.es

No es fácil ver a estos tres atletas corriendo juntos. La palabra la tiene Bruselas, pero a Bolt no le gustó perder la imbatibilidad en Estocolmo
Bolt, Gay y Powell, en los pasados Campeonatos del Mundo de Berlín en 2009.
Carlos R. Galindo El pasado enfrentamiento en Estocolmo entre Usain Bolt, el hombre más rápido del planeta y su más directo rival, Tyson Gay, emocionó a cientos de miles de aficionados que, hasta pocos días antes del esperado choque, llegaron a pensar que era posible un duelo a tres, sumando a aquellos la presencia de Asafa Powell, que horas antes de saltar a la ‘milagrosa’ pista sueca se dio de baja aduciendo una lesión. No es fácil ver a esos tres atletas en una misma carrera.
De hecho, es una misión casi imposible. Desde los pasados Mundiales de Berlín no se han vuelto a enfrentar, en parte, por la obstinación de los representantes, que no quieren correr riesgos innecesarios –perder equivale a una merma en la imagen y, quizá, en los ingresos–, también por culpa de los propios atletas, muy pagados de sí mismos –no quieren ver más allá de su ombligo– y, sobre todo, porque las cantidades que solicitan por participar en un choque a tres bandas son desorbitantes.
Estocolmo estuvo a punto de lograrlo, pero no lo consiguió. Le faltó muy poco. El enfrentamiento queda aplazado hasta Bruselas (27 de agosto) aunque según pudo saber este diario de fuentes jamaicanas, Bolt no está por la labor.
La derrota que sufrió en Estocolmo ante Gay –se había mantenido imbatible durante dos años–le escoció más de lo previsto. Sabe que no está en forma y, al parecer, no quiere sufrir un nuevo varapalo. Su imágen se resentiría. Y es demasiado vanidoso-
Tras la carrera de Estocolmo, Tyson Gay no exteriorizó un entusiasmo especial.
Sin embargo, por dentro hervía de satisfacción, porque acababa de doblegar al invencible, al hombre récord, al más rápido en 100, 200 y 4x100 metros... Al número 1. Tras esa victoria, el estadounidense imaginó que no era una utopía pensar que podía derrotar al jamaicano en los Mundiales de Daegu de 2011 y en los Juegos de Londres’2012.
El sobrenatural Bolt es batible y esa es una buena noticia para los gerifaltes del atletismo, que pueden seguir ‘vendiendo’ a precio de oro las carreras con Bolt, Gay y Powell. Pero cuando el atleta más carismático de este deporte cruzó por línea de meta siguiendo la estela que había dejado el estadounidense, arrugó el entrecejo. No le gustó la experiencia, todo y que reconoció: “Ya sé que puedo ser derrotado”.
Después, se recluyó en sí mismo. Huraño, enfadado... No tiene ganas de más duelos, al menos esta temporada. Veremos si le convencen. Desde luego, el dinero que le ofrecen en Bruselas es una poderosa razón.

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