sábado, 27 de agosto de 2011

LUCHANDO POR GANAR EL 100



XAVIER AGUADO JÓDAR El País.com

No siempre se llega en las mejores condiciones a las grandes competiciones. Habiendo entrenado bien, sin arrastrar secuelas de lesiones previas y tocado por ese especial estado de gracia del que se pueden esperar grandes cosas. Paradojas del destino, Usain Bolt seguro que ha pensado más de una vez en lo que hizo en los últimos 20 metros de la final del 100m de Juegos de Pekín. Entonces parecía que su capacidad de mejora no tenía límites y que rebajaría en multitud de sucesivas ocasiones su récord. En esa ocasión, al ver que ganaba con relativa facilidad se dejó ir, levantó los brazos, miró a las gradas y parecía que danzaba más que corría. A pesar de ello ganó con 9,69s y rebajó el récord de la distancia en 3 centésimas de segundo. Su entrenador, Glen Mills, igual que algunos científicos opinaron que hubiera podido correr bastante más rápido. Incluso más de los 9,58s, actual récord del mundo, que hizo al año siguiente en la final del Mundial de Berlín. Glen Mills dijo unos días después de Pekín que Bolt podía haber corrido como mínimo en 9,52s y posteriormente unos físicos noruegos publicaron un estudio en el que obtenían un tiempo entre 9,55 y 9,61s para esa carrera.
Conocemos bien bastantes características cinemáticas de la carrera de Bolt. Tiene una salida que no brilla por su tiempo de reacción. En Berlín fue el tercer peor de la final (0,146s). Posee una alta capacidad de aceleración en los primeros metros de carrera. En Berlín a los 20m ya iba en primera posición. Su frecuencia de pasos es similar a la de otros buenos velocistas y alcanza su máximo antes de mitad de carrera. En la final de Berlín alcanzó entre los 20 y 40m los 4,54 pasos/s. La punta de velocidad de Bolt es superior a la de cualquier otro velocista y la alcanza algo más allá que otros. En Berlín fue a los 65m: se le midieron más de 44km/h y posteriormente hasta la meta la pérdida de velocidad fue pequeña. Finalmente una característica peculiar de Bolt es su enorme amplitud de paso, unida a que ésta va incremento desde el inicio hasta el final de la carrera. En la fina del último Mundial en el tramo desde los 80 a los 100m el promedio de su amplitud de paso fue de 2,85m. Corre con pasos enormes, incluso si se consideran de forma proporcional a la longitud de sus largas piernas.
Usain Bolt llega a Daegu arrastrando las secuelas de una lesión de espalda desde año pasado. Ni siquiera tiene la mejor marca del año. Claro que quien la tiene, Asafa Powell (9,79s) no competirá por lesión. Tampoco Tyson Gay (9,79s este año). Y aún así Richard Thompson que sí competirá (9,85s) le aventaja en la actual temporada en 3 centésimas. Bolt nos dio pruebas de que el récord de los 100 tiene aún capacidad de mejora y ahora en Daegu nos mostrará su aspecto más humano de luchar por el podio sin esperar una gran marca. Y a pesar de ello ver correr a este gigante siempre es emocionante.

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