J. M. Moreno AS.com
Finalmente la Maratón de Nueva York, ciudad que esta semana fue castigada por el huracán Sandy, no se celebrará. Apenas unas horas después de que el alcalde Michael R. Bloomberg garantizara su disputa, las muchas presiones y críticas recibidas le hicieron cambiar de opinión cancelando por primera vez la carrera desde su estreno en 1970. La oposición de la opinión pública, sobre todo de los habitantes de uno de los barrios más afectados, Staten Island, se basaba en que por qué se debían destinar recursos a la celebración de la carrera cuando estaba tan reciente la catástrofe. Bloomberg tenía su visión: "Se tiene que correr porque así la ciudad tendrá algo que celebrar y además significa una gran inyeccción económica".
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