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Juegos Olímpicos de Atenas, 24 de agosto de 2004, 10:53 horas, 4ª eliminatoria de los 200 metros masculinos. En la calle 5 corre un joven jamaicano, de 17 años, acreditado en 19.93 ese mismo año. Gana la serie Jedrusinski, de Polonia, con 20.63. El jamaicano es quinto, con 21.05. Queda eliminado. El joven talento al que todos querían ver ha decepcionado completamente. Pocos saben que está lesionado. Y menos aún vislumbran entonces que aquel chico que tan mal ha corrido será luego seis veces campeón olímpico y batirá los récords mundiales de 100, 200 y 4 x 100 metros, convirtiéndose quizá en el atleta más popular de la historia del atletismo.
Usain Bolt nació en Trelawny, en una zona rural del norte de Jamaica, y creció con su hermano Sadeeki y su hermana Sherine y sus padres Wellesley y Jennifer. Era un niño inquieto que sólo pensaba en correr y jugar al fútbol y al cricket y que empezó pronto en la actividad deportiva. En efecto, Usain Bolt fue un atleta muy precoz, que comenzó a destacar muchísimo en su época de juvenil y júnior. En 2001, con todavía 14 años, participa en el segundo campeonato mundial juvenil, en la ciudad húngara de Debrecen, en donde llega a semifinales de los 200 metros.
En 2002 el atletismo jamaicano estaba expectante ante el campeonato mundial júnior, pues la competición se iba a celebrar en Kingston, la capital de un país, Jamaica, en el que la velocidad es una religión. En los 200 metros, ante el delirio del público, el joven Bolt, que tiene todavía 15 años, casi 16, vence con 20.61, mejor marca mundial para un atleta de esa edad. Al terminar gesticula, saluda al público, monta un pequeño número que encandila a la enloquecida grada. Causa asombro en el atletismo mundial, que se fija en este joven de 1.96 de altura, algo desgarbado y que ha de mejorar aún mucho su técnica de carrera. Ya se le conoce en Jamaica como "Thunder Bolt". Don Quarrie, el legendario velocista jamaicano, comenta: "Tiene un talento excepcional. Es el futuro si sabe desarrollarse mentalmente". Con aquel título se convirtió en el campeón mundial júnior más joven de la historia. En 2003, en el mundial juvenil de Sherbrooke, vence de nuevo en los 200 metros, esta vez con 20.40. Se da la circunstancia curiosa y aparentemente contradictoria de que se proclama antes campeón mundial júnior que campeón mundial juvenil.
2004 será un año de alegrías y decepciones. En los Carifta Games, una competición muy importante para los juveniles y júniors del Caribe de habla inglesa, Bolt corre los 200 metros en 19.93, nuevo récord mundial júnior. Pero luego se lesiona a mitad de temporada y no puede competir en julio en el mundial júnior de Grosseto. Aún así acude muy ilusionado a los Juegos Olímpicos de Atenas en agosto. Pero con una preparación muy limitada debido a las lesiones. No ha cumplido aún los 18 años y, como dijimos al principio, es eliminado en series y sufre una enorme decepción. En 2005 comienza a trabajar con el entrenador que le llevará a lo más alto, Glen Mills. Accede a la final del mundial de Helsinki pero se lesiona en la misma y termina ahí su temporada. En estos dos años 2004 y 2005 pertenece a la categoría júnior, pero parece que no acaba de despegar como atleta y que todo son problemas. Esta travesía del desierto le enseñará mucho y le asentará como persona y como atleta, dejándole bien claro que para llegar a lo más alto no sólo basta con la clase y el talento, sino que es necesario un intenso trabajo diario y hábitos de vida compatibles con el estar en la élite mundial. Y, rechazando ofertas de Estados Unidos, Usain Bolt permanecerá en Jamaica para vivir y entrenar.
En 2006 rebaja su marca de 200 metros en Lausana (19.88) tras los americanos Xavier Carter y Gay, y brilla en la final mundial de la IAAF y participa en la Copa del Mundo, en Atenas; se vuelve a reivindicar a los ojos del mundo al ser segundo en ambos casos tras el estadounidense Wallace Spearmon. Fue 2006 un año muy importante para Bolt, en él adquirió mucha experiencia y supo encauzar su trayectoria deportiva. No ganaba casi ninguna carrera de primer nivel, siempre oscurecido por su compatriota Asafa Powell o por los estadounidenses Gay, Carter o Spearmon, pero se empezaba a manejar como pez en el agua en los grandes duelos.
A finales de junio de 2007 Usain Bolt gana el campeonato nacional de Jamaica y con 19.75 bate el récord de su país de 200 metros, que tenía la friolera de 36 años, pues lo poseía el legendario Don Quarrie desde 1971. En ese año compite en el mundial de Osaka y es plata tras el norteamericano Tyson Gay en los 200 metros. Ese será el último enfrentamiento entre ambos atletas en el doble hectómetro. Muchos aficionados tras esa final le rescatan entonces de la memoria. Será la última carrera en la que es el segundón.
Dos hechos llaman poderosamente la atención en la trayectoria atlética de Bolt. Una es su precocidad con las competiciones y las grandes marcas, que ya hemos comentado. La otra es que el campeón olímpico de 100 metros en 2008 (y luego en 2012) disputó su primera carrera sobre dicha distancia en ¡2007! El dato es increíble; registró 10.03, sin duda el mejor debut sobre la distancia. Las buenas sensaciones en la prueba más corta hacen que Bolt quiera desechar los 400 metros, que disputaba esporádicamente, y prefiera los 100 y 200 metros. Su entrenador, Glen Mills, que no veía la prueba de 100 con buenos ojos, tuvo que dar su brazo a torcer, por lo que desde el año siguiente su preparación iría también encaminada al hectómetro. De hecho fue campeón en Pekín con sólo 13 carreras de 100 metros, incluidas rondas previas, en sus piernas. Su carácter alegre y siempre desenfadado ha calado en la opinión pública. Sus logros deportivos y su carácter le han hecho traspasar los límites puramente deportivos, para terminar siendo conocido por el gran público de todo el mundo. Usain Bolt no tiene un mal gesto, no se enfada, siempre tiene una sonrisa. Y antes de cada prueba monta su particular "show" que hace tiempo nos llamaba la atención y que luego tendrá imitadores. Esta parafernalia antes de cada carrera no fue bien vista por muchos aficionados, por algunos dirigentes, por algunos rivales, que la ven exagerada y que aprecian en ella un menosprecio a los rivales. Con seguridad no es esa la intención del jamaicano que siempre ha demostrado gran respeto y deportividad con los demás atletas. Simplemente es así y si no fuera así no sería Usain Bolt. Y quién sabe que no fuera así no hubiera conseguido lo que ha conseguido.
La historia desde 2008 es bien conocida. En Nueva York, el 31 de mayo y en su ¡quinta! carrera de 100 metros, bate con 9.72 el récord mundial que poseía su compatriota Asafa Powell. Llama la a atención su altura, 1.96 ("casi dos metros" se redondeaba con frecuencia), el más alto plusmarquista de 100 de la historia, sus escasas 42 zancadas, así como su casi siempre deficiente salida (aunque ha ido mejorando) y su gran aceleración final, que nos recuerda al rey Carl Lewis. Empieza a entrar Bolt en el imaginario colectivo del mundo del atletismo. Tres títulos olímpicos en 100, 200 y 4 x 100 metros en los Juegos de Pekín y en los tres casos con nuevas plusmarcas universales. En la capital china, en los 100 metros, el duelo entre Asafa Powell, Tyson Gay y él es apasionante. A pesar de ser "el tercer hombre" vence con 9.69, récord mundial. Los aficionados de todo el mundo enloquecen. Y a pesar de ser la primera vez que dobla en un campeonato, nadie duda entonces de su victoria en el doble hectómetro, y sólo se discute si podrá batir o no el mítico récord de Michael Johnson, esos 19.32 que nos parecían que iban a ser eternos. Lo hizo y borró de las listas al Expreso de Waco. Usain Bolt es el atleta más importante y más conocido del mundo de los últimos cinco años. Dentro de un panorama de la velocidad mundial de enorme nivel, obviamente impulsado en buena parte por él, Usain se destaca sobre todos con unas marcas absolutamente inalcanzables para cualquier otro, registros que hasta hace poco hubieran parecido de ciencia ficción, dejando a sus rivales muy lejos.
En 2009, en el campeonato del Mundo de Berlín, renueva su primer puesto en la jerarquía mundial. Vence en ambas pruebas individuales, logrando en las dos nuevos récords mundiales absolutamente estratosféricos, 9.58 y 19.19. En los tres últimos años Usain Bolt ha seguido en el primerísimo plano de la actualidad de nuestro deporte. Pese al borrón de su descalificación en la final de 100 metros del mundial de Daegu, en 2011, ha sido la punta de lanza de un atletismo, el jamaicano, que le ha plantado cara en las pruebas de velocidad a Estados Unidos. Los caribeños han ganado en los últimos años la partida a sus vecinos del norte. Se dudaba si Bolt, tras alguna actuación irregular (como por ejemplo en Ostrava, donde ganó con 10.04, ¡el peor tiempo de su carrera!) iba a ser capaz de renovar sus títulos olímpicos en Londres. Tenía en su propia casa a su mayor rival, su compañero de entrenamientos Yohan Blake. Este le había vencido en las dos pruebas de velocidad en las pruebas de selección olímpica de Jamaica. Abanderado de su país en la ceremonia inaugural de Londres, Usain Bolt se volvió a mostrar como el rey indiscutible de la velocidad en los recientes Juegos Olímpicos y para bien del atletismo revalidó sus tres títulos olímpicos. "Soy leyenda", nos dijo a todos mirándonos a los ojos y lanzándonos un beso. Pues sí, efectivamente señor Bolt, tiene usted toda la razón, es usted una leyenda.
viernes, 23 de noviembre de 2012
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