Miguel Pradas
La pertiguista malagueña Dana Cervantes, nueve veces campeona de España con 39 plusmarcas nacionales en la disciplina, se ha despedido este martes de la alta competición desvelando que prepara, en una nueva etapa en su vida, unas oposiciones para bombero: «Cierro un ciclo y empiezo otro; estoy muy contenta con la decisión tomada».
Cervantes ha manifestado que la retirada no responde a «algo dramático», para añadir a continuación: «Me encuentro cansada de lo que la competición exige, de todo lo que significa en cuanto a horarios, rutina, calendarios y viajes».
La ex pertiguista ha precisado que, aunque parezca una decisión extraña, tomada a mitad de temporada, «ha sido algo muy meditado», después de que no haya competido al más alto nivel «desde hace un año».
Cervantes ha repasado la sucesión de acontecimientos que han propiciado su retirada, justo tras los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004. Ese evento, «lo más importante para un atleta», significó, con su clasificación para la final de pértiga, su éxito más celebrado, pero también su declive, por culpa de una lesión de espalda. «Desde ahí, estuve tres años a muerte para recuperar mis sensaciones, algo que conseguí el año pasado en pista cubierta con una marca de 4.30», ha indicado.
Sin embargo, dicha marca fue insuficiente para acudir al Europeo de Valencia: «Me quedé a las puertas». Al encarar los entrenamientos para la temporada al aire libre notó que la motivación ya no era la misma: «De repente, mi cuerpo y mi mente hicieron pluff».
Su última competición fue en mayo, en la Copa de Europa de Clubes celebrada en Portugal. Hoy lo deja: «Ahora ya no importan ni las marcas ni los récords ni las mínimas, sólo queda sonreír, mirar hacia atrás y decir: ‘Joer, soy una tía con suerte’».
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