EP
El nadador australiano Eamon Sullivan ha solicitado a la Federación Internacional de Natación que no ratifique los dos récords del mundo conseguidos durante los recientes Campeonatos de Francia, al considerar que los ''bleus'' llevaban un bañador no homologado.
El ''aussie'' ha sido despojado de sus plusmarcas en los 100 y los 50 metros por Alain Bernard (46.94), primer hombre en cubrir el hectómetro por debajo de los 47 segundos, y Frédérick Bousquet (20.95), respectivamente.
"Espero que la FINA vaya a reglamentar sobre la espesura, el material y las cualidades de flotación de estas combinaciones, y por lo que yo entiendo, el material utilizado no ha sido autorizado por la Federación Internacional", indicó.
Mientras que el entrenador de Sullivan, el sueco Grant Stoelwinder considera que el bañador fue clave en el récord de Bernard, ya que perdió en la final siendo superado por su compatriota Bousquet en 36 centésimas.
Pocas horas antes, el entrenador australiano Alan Thompson aseguró que los bañadores franceses son ilegales. "Creo que se estaría estableciendo un peligroso precedente si fuese aprobado y todo el mundo lo verá. Es un poco como la situación de Libby Tricket que batió el récord del mundo de los 50 libres y no fue ratificado porque Michael Phelps nadaba a su lado. Aquello no era una competición autorizada y éste es un bañador no autorizado", señaló Thompson al diario ''The Australian''.
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