JUANMA
BELLÓN
AS.com
“Sería
injusto que siempre se me pidiera un récord”, avisaba Armand Duplantis. Y en
Lievin (Francia), en su tercer asalto a la plusmarca mundial de pértiga que
había batido dos veces en una semana (6,18 y 6,17) Mondo fue semihumano, porque
falló tres intentos sobre 6,19. Pero sólo ‘semi’, porque ganó el concurso con
6,07 en un vuelo sobrado, tanto que hacía vaticinar un nuevo tope. La noticia
fue que no lo hubo.
El
estadounidense que defiende bandera sueca realizó un concurso basado en los
capítulos anteriores de Torun y Glasgow. Esta vez ante 5.000 personas que
llenaron el pabellón (el efecto Mondo funciona). En 5,60 arrancó como si fuera
un entrenamiento, que continuó con 5,80 y 5,90. Todos saltos que valían más de
seis metros. El listón para él estaba tan sólo como protocolo. Y así se quedó
sólo, sin su amigo Sam Kendricks (acabó en 5,90) que ha denominado al prodigio
de 20 años “la tormenta perfecta”.
En
esa soledad ante la colchoneta y el listón se acercó al juez francés. 6,07
pidió primero. Otra vez facilísimo y aroma de gran gesta. De nuevo
conversación. Era complicado llegar a un acuerdo idiomático entre el francés
del árbitro y el inglés americano de Mondo. Se entendieron: 6,19. Tentativa de
récord mundial. Ambiente calentísimo, pero esta vez los astros, la fuerza o la
concentración no acompañaron. La primera tentativa tuvo un choque de piernas
con la barra. Era cuestión de ajustar detalles, pero esta vez Duplantis se
bloqueó por primera vez en 12 días.
Adiós
al cheque de 50.000 euros y el récord se queda en 6,18, por ahora… “Hemos
tenido dos intentos del récord del mundo de pértiga, porque Sandy Morris
también lo intentó. No sé si el público volverá a ver algo así en su vida”,
decía Mondo.
Porque
este domingo compite en Clermont Ferrand, también en suelo francés, en el All
Star de la pértiga, en casa de Lavillenie, con un pasillo de tarima flotante
que hace despegar hacia las nubes y con afición entendida. Allí Duplantis
tendrá lo que en teoría será última tentativa de este invierno. En teoría y por
lo visto hasta ahora podría llegar a 6,20. Pero hay que hacerlo. Esta vez en
Lievin la noticia fue que no hubo récord.
Jesús
Gómez da otro paso en 1.500
A
un nivel altísimo en Lievin estuvo Jesús Gómez, en 1.500 con 3:36.68, marca
personal bajo techo y que hace presagiar un potente registro al aire libre. El
burgalés planteó una carrera de menos a más, dejando hacer a los corredores
africanos, el etíope Tefera (poseedor del récord mundial) y el keniano Keter. Y
marchó con el polaco Lewandowski del que Gómez se deshizo y se fue a la caza de
Keter y de Tefera, al que no alcanzó y se impuso con 3:35.64. Cuarto fue otro
español como Nacho Fontes (3:38.41), cercano a su marca personal y Saúl Ordóñez
fue undécimo (3:41.22).
Y
Orlando Ortega repitió el duelo con Pascal Martinot-Lagarde en 60 vallas. En
Val de Reuil ganó el español y en Lievin se impuso el francés con 7.47, su
mejor marca del año, y Orlando fue tercero con 7.56. Ahora regresará a
Valencia, su casa, para preparar el Nacional de Orense de la semana que viene.
Torrijos
fue séptimo en triple, con 16,83, en un concurso de un nivel altísimo que se
llevó el burkinés Pierre Hughes Zango, la gran sensación del invierno, con
17,51.
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