lunes, 9 de marzo de 2009

Platas para Ruth Beitia, Marco y Diego Ruiz


Ángel Cruz | 09/03/2009

La Selección se despidió del Europeo con tres medallas de plata (Luis Alberto Marco en 800, Diego Ruiz en 1.500 y Ruth Beitia en altura), que llegan a cinco, añadidas a la plata y el bronce logrados el sábado. Una cosecha escasa, porque se buscaban ocho y porque hace dos años, en la última edición, se alcanzaron diez. La potencia española en sala se ha reducido a la mitad.
Una decepción, que se personaliza, sobre todo, en Nuria Fernández y en los chicos del kilómetro y medio. Nuria se lamentaba tras su cuarta plaza en los 3.000: "Tenía que haber hecho caso al presidente Odrizola y haber corrido 1.500". Iba a por el oro y se quedó con el chocolate. Confió en sus sensaciones y en la opinión de su entrenador y no compitió en la distancia corta, donde es líder mundial, para hacerlo en 3.000 , con la peor marca de las inscritas. Fue un error. Ahora lo sabemos.

Decepción.
Ese cuarto lugar de Nuria supuso una gran decepción, porque se esperaba mucho más. La clave estuvo en los momentos finales, cuando la madrileña no pudo cambiar de ritmo y entrar en la pelea por el podio. También supuso un revés para lo que se esperaba la carrera masculina de 1.500 metros: salíamos a por el triplete que se alcanzó en la última edición y hubo que conformarse con la plata. Sabe a poco, desde luego. Ganó el portugués Rui Silva, uno de los mejores mediofondistas europeos de los últimos años (ya fue campeón indoor hace once), que mantiene su velocidad terminal, imprescindible en este tipo de carreras. Corrió muy bien Diego Ruiz, subcampeón, pero Arturo Casado, bien colocado la mayor parte del tiempo, no planteó batalla al final. Álvaro Rodríguez se rezagó cuando las cosas se decidían y acabó sexto.
Sin embargo, sabe a mucho la plata de Luis Alberto Marco en 800, por detrás del ruso Yuriy Borzakovskiy, oro olímpico en Atenas 2004, y superior a todos los demás. Y sabe a mucho más porque Marco es un chico de sólo 22 años, muy seguro de sí mismo y con un tremendo futuro por delante.
Y causa especial alegría el subcampeonato de Ruth Beitia en salto de altura. Saltó a la primera 1,99 y falló en 2,01 (hubiera empatado el récord español), altura que sí sobrepasó la alemana Friedrich. Es el tercer Europeo consecutivo en el que Ruth sube al podio. Un ejemplo de capacidad competitiva.

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