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-Primero...
¿qué representa que le elijan para ser el Premio AS Arabia 2019?
-Sentí
una felicidad inmensa por ganar este trofeo, especialmente cuando viene del
Diario AS, con su fama mundial y su visión para todos los deportes y los
deportistas. Estaré presente en la gala para recibir el premio el 3 de
diciembre. Este galardón es un honor y una confirmación de que nuestro
esfuerzo, el de mi equipo y el mío, no fue en vano.
-¿Sorprendido
por la distinción y por su temporada?
-No
esperaba lograrlo, especialmente porque viene después de una etapa muy difícil
en mi carrera: por la lesión que sufrí, que dejaba mi participación en los
Mundiales de atletismo en duda. Sinceramente, no estaba listo al 100% para
participar, y se decidió el asunto dos semanas antes de la competición.
Teníamos miedo de una recaída por estar casi un año lejos de las pistas, pero
al final las cosas fueron como esperábamos y pude ganar el oro en mi país y
ante mi gente, que la considero la causa principal para conquistar esta
medalla.
-Hablando
de la lesión... ¿cómo superó el sufrimiento de la fractura de su tobillo y fue
capaz de regresar de nuevo a la élite mundial?
-Fue
una época muy complicada, especialmente porque estuve un año recuperándome, y
teniendo miedo de no rendir a la altura de siempre. Pero me mantuve paciente y
optimista a lo largo de todo 2019, algo que me ayudó para volver con mucha
fuerza y subir al podio de nuevo.
-Después
de estos logros... ¿a qué aspira el próximo año 2020?
-La
temporada que viene tendremos muchos eventos muy importantes, algo que me
pondrá muchos retos en mi camino, eso me gusta y me anima, porque ya me
acostumbré a afrontar la presión de las competiciones más grandes. Participaré
en varias citas, pero la más destacada para mí serán los Juegos en Tokio, donde
aspiro a ganar el oro después de haberme colgado el bronce y la plata (en las
últimas dos ediciones, Londres y Río). Y el otro logro que me gustaría es batir
el récord mundial (2,45 metros de Javier Sotomayor, también premiado por AS)
tras conseguir 2,37 en los Mundiales de Doha.
-¿Se
siente presionado por las expectativas de sus seguidores por ganar el oro
olímpico?
-La
presión es un aspecto con el que convive cada deportista que busca triunfar en
su deporte a nivel mundial, y por eso tengo que acostumbrarme para afrontar ese
tipo de tensión, y es algo que estoy consiguiendo últimamente. Y la presión de
buscar una medalla nunca será más que la que sentí en la etapa de la lesión que
amenazaba toda mi carrera.
-¿Qué
rol tiene la academia Aspire de Qatar en su trayectoria deportiva?
-Considero
a la academia Aspire como mi segunda casa. Y desde que empecé mi carrera allí,
sentí que todos los responsables quieren mejorar a todos los deportistas y
dotarles de habilidades. Tenemos un ambiente de deporte, que ayuda a cualquier
deportista para triunfar, y es algo que me puso en el camino de los éxitos.
-¿Cuál
es el consejo que daría a los deportistas jóvenes?
-Les
aconsejo esforzarse todo lo que puedan y que se sacrifiquen para ser mejores, y
cada uno tiene que aprovechar todas las circunstancias que están a su favor
para llegar a su meta. Es algo que hice estando en Aspire, y lo encontrarán
todos los deportistas que trabajan en la academia.
-¿Cómo
se siente siendo una estrella?
-Sinceramente,
no pienso en eso. Yo, como deportista, no busco la popularidad, sino que
persigo conseguir mis metas y tener más éxitos con mi equipo. Aspiro a ganar la
confianza de los responsables y los seguidores y eso es algo que me hace feliz.
Siempre intento ser humilde y trato de mejorar todos los aspectos en mi carrera
y mi técnica.
-¿Última
palabra para los lectores de AS?
-Le
doy las gracias al Diario AS por esta entrevista, y por elegirme como el mejor
deportista árabe en 2019. Y les dedico a los lectores mi firma, que lleva mi
ambición para romper récord del salto más alto en la historia (2,45 metros).
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