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Dalilah
Muhammad y Eliud Kipchoge fueron nombrados mejores atletas de 2019 en
Montecarlo, en la Gala de World Athletics, la Federación Internacional antes
conocida como IAAF. Kipchoge repite el galardón que ya se llevó en 2019 gracias
a su victoria en la maratón de Londres y el reto de bajar de dos horas en Viena
(corrió en 1h59:40), una carrera comercial sin validez como récord mundial ni
para los rankings por sus circunstancias especiales (liebres permanentes, no
homologación...). Sin embargo, World Athletics sí lo ha tenido en cuenta para
dar el galardón por delante de Warholm, Lyles, Kendricks...
"Estoy
muy feliz por hacer historia. Tengo un gran equipo, de entrenadores, de
sponsors, nutricionistas... Fue muy especial que me felicitara tanta gente, en especial
Barack Obama, el primer presidente negro de los Estados Unidos. Él demostró que
el ser humano no tiene límites", decía en videoconferencia Kipchoge, que
no estuvo en Montecarlo y al que también se le tuvo en consideración su
victoria en la maratón de Londres.
Sí
acudió Muhammad, que batió este 2019 el récord mundial de 400 vallas en dos
ocasiones. "Fue un año fantástico.
No esperaba volver a casa con este galardón. Las vallas son una carrera en la
que entran en juego muchos factores y pude prepararme muy bien", explicaba
la neoyorquina de 29 años, que primero hizo una plusmarca en los Trials de Des
Moines (52.20) y la ratificó en los Mundiales de Doha (52.16).
El
etíope Selemon Barega, que grababa con su teléfono móvil la ceremonia, se llevó
el premio a mejor atleta incipiente masculino. Barega, de 19 años, fue
subcampeón mundial en Doha. Ese galardón en categoría femenina fue para la
ucraniana Yaroslava Mahuchikh, de 18 años, que saltó 2,04 en la final mundial
de altura. "Fue un gran recuerdo tener esa medalla de plata (le ganó
Lasitskene) y batir el récord mundial sub-20. Espero estar en Tokio 2020".
El
premio entrenador del año fue para Colm O'Conell, ese religioso irlandés que
desembarcó en el valle del Rift en Kenia y descubrió talentos como Wilson
Kipketer y David Rudisha. "Hace 43 años que llegué a Kenia. No tenía
intención de ser entrenador, pero descubrí a estos chicos", explicaba
Brother O'Conell, que recibió el galardón de manos de Kipketer.
Y
hubo un galardón español. Fue para Félix Sánchez Arrazola, que por segundo año
consecutivo se lleva el premio a mejor foto. En 2018 lo ganó con una
instantánea de Barega en el Cross de Elgoibar, esta vez fue una de Shelly Ann
Fraser-Pryce al entrar en la meta de Doha tras ganar los 100 metros.
"Gracias a los que me dijeron que enviara esta foto, porque yo estaba
cegado con otra", decía Sánchez.
Pero
los reyes eran Dalilah Muhammad y, de nuevo, Kipchoge, el gran icono del fondo.
El que tiene el récord mundial de maratón y el que bajó de dos horas en Viena,
en su particular reto fuera del marco competitivo habitual, que World Athletics
valoró como una gran gesta.
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