SANDRA MYERS: "NO ESPERABA QUE MIS RÉCORDS DURASEN TANTOS AÑOS"

ÓSCAR BADALLO

Marca.com

Sandra Myers confía en que los récords que aún tiene vigentes desde hace ya alrededor de 30 años sean batidos por la nueva ola de atletas españolas, si puede ser en los próximos Juegos de Tokio, la ciudad en la que fue bronce en el campeonato del mundo de 1991. La plusmarquista española estuvo con MARCA con motivo del FICA, el Festival Internacional de Cine y Atletismo que se celebra en San Sebastián y del que es presidenta del jurado.

Presidenta del jurado del FICA. ¿Cómo recibió la propuesta y que le pareció?

Siempre es una alegría que se acuerden de una, después de tantos años desvinculada del mundo del atletismo, así que enseguida me entusiasmé, por un lado porque me pareció una propuesta maravillosa y, por otro, porque hay muy pocas ocasiones para disfrutar de la combinación entre el deporte, en este caso el atletismo, y el arte y FICA es una de ellas. Había escuchado algo de su creación, pero cuando Juancho Sabadie, su presidente, me explicó la idea del festival, me pareció muy bonita y ojalá continúe muchos años.

Se acaba de trasladar a Pamplona, después de muchos años en Salamanca y ahora está de visita en San Sebastián. ¿Qué le dicen estas ciudades?

San Sebastián me trae muchos y buenos recuerdos, me encantaba pasear por la ciudad. En Salamanca he estado muchos años, 17 trabajando en su conservatorio, y ahora desde hace unos meses vivo en Pamplona, porque saqué una cátedra en el conservatorio superior de música.

En el festival se proyectan cortos, películas y documentales sobre atletismo. ¿Su carrera daría para una película de éxito, de las taquilleras?

No lo sé si buena, curiosa a lo mejor. Hay películas muy emotivas, que cuentan historias de superación, de dificultades que tienen que pasar los deportistas, a veces físicas, pero otras veces sociales o culturales. Y también de las malas rachas que puede haber después de esos triunfos.

¿Guarda vídeos de sus títulos, los suele ver con frecuencia?

Intento no verlos, aunque de vez en cuando en las redes sociales me encuentro con alguno de ellos. Tuve momentos muy buenos y también algunos muy duros.

Aún están vigentes sus récords de velocidad. ¿Esperaba seguir siendo la plusmarquista española de 100, 200 y 400 en 2019? ¿Era tan, tan buena o es que no ha habido ni hay nivel?

¡Para nada esperaba que mis récords durasen tantos años! Son muchos los que llevan, no es normal. Los récords se hacen para batirlos. Ahora hay una nueva ola de atletas españolas jóvenes, llevadas muy bien por sus entrenadores, y espero que en pocos años mis marcas caigan. Cuando salga una chica que corra muy rápido los 100 metros imagino que batirá todos mis récords. ¿Pena? Yo creo que me dará bastante alegría.

Usted ha sido siempre muy crítica con el dopaje. ¿Qué le parece la idea que barajó en su momento la IAAF de hacer tabla rasa con los récords del mundo que están manchados por la sospecha del dopaje como el de Marita Koch en los 400 metros?

Me parece que, en primer lugar, tendrían que examinar lo que está pasando ahora, porque se está corriendo con marcas casi iguales y batiendo récords mundiales con frecuencia. Sería absurdo empezar de cero. ¿Dónde empiezas? ¿Dónde terminas? Es complicado.

Otro tema de actualidad ahora es el de Semenya. ¿Qué piensa usted de la decisión de la IAAF de no dejarla competir en los 800 metros si no se medica para rebajar sus niveles de testosterona?

No estoy muy informada, la verdad. Algo he escuchado, pero no estoy al día. Es un tema muy complicado. Es evidente que los hombres tienen otra constitución muscular, sanguínea y de todo, que les permite correr más. Hemos tenido algunos casos muy complicados de resolver y lo que pienso es que tienen que ser las comisiones médicas las que tomen las decisiones adecuadas.

Volviendo a usted, todos los atletas están ahora con la vista ya puesta en los Juegos de Tokio. ¿Qué opciones de medallas ve para el atletismo español?

Los mundiales recientes son una buena medida para tomar el pulso al atletismo español, que creo está bastante bien. Han faltado algunas figuras, como por ejemplo en velocidad masculina, pero se sacó una medalla y, como los y las atletas se están preparando muy bien, estoy segura de que en Tokio los resultados van a ser mejores que en los mundiales.

Por cierto, Tokio es una ciudad que a usted le trae los mejores recuerdos. ¿El bronce en el Mundial de 1991 fue la carrera de su vida?

La verdad que han pasado muchos años, pero fue el mejor momento de mi carrera, mi momento más dulce en el atletismo. Recuerdo muchas veces que nos hicieron correr cuatro rondas en cuatro días, fue una salvajada que no se ha vuelto a repetir nunca más. Me acuerdo que, cuando llegué a la final, estaba tan cansada que casi no podía ni salir. Fue muy duro, pero aguantamos.

¿Y la mayor decepción?

Mi peor momento fue cuando me lesioné antes de los Juegos de Barcelona y me los perdí. Llegaba muy bien del año anterior y pensaba que tenía una muy buena oportunidad de conseguir algo importante, pero el cuerpo tiene sus propias leyes.

Para prepararse para esas competiciones, usted entrenó muchas veces en el viejo Vallehermoso. ¿Ha tenido tiempo de visitar el nuevo estadio? ¿Qué le parece?

No lo he visitado, pero he visto la inauguración y fotos de ese día, que me han traído muy buenos recuerdos. Tengo muchas ganas de visitarlo. Es un lugar muy bueno para seguir sacando atletas.

Después de su carrera hizo sus pinitos en política -fue concejal de Educación en el ayuntamiento de Salamanca y diputada en la Asamblea de Madrid por el PP- y públicamente fue una ferviente defensora de George Bush hijo. ¿Le gusta la forma de hacer política de Donald Trump?

Creo que son muy malos momentos para estar en política. No quisiera estar ahora. Me interesa mucho, pero es una pena como está, muy revuelto. Tengo mis opiniones, como todo el mundo, pero intento mantenerme al margen. Necesitamos rigor, seriedad y calma para cuidar lo que hacemos con la sociedad.