viernes, 8 de noviembre de 2019

GEBRSELASSIE: "COSTARÁ DIEZ AÑOS EN BAJAR DE LAS DOS HORAS EN MARATÓN"

JUANMA BELLÓN
AS.com

-¿Qué le trae estos días por España?
-El domingo iré a la Behobia San-Sebastián, que me han dicho que es muy bonita. Igual intento correr, aunque ya no voy a 3:00 el 1.000, más bien a 4:00.

-Tiene 46 años, ¿Corre aún?
-Sí, cada día, no muchos kilómetros, sobre 10 o 20. Sigo delgado, con algunos kilos de más, sobre cinco. Pero estoy feliz.

-¿Qué hace ahora Haile Gebrselassie, el Emperador?
-Me dedico a mis negocios. Los tengo de agricultura, y hoteles en diferentes ciudades del país. Me gusta, porque además puedo dar trabajo a bastante gente con mi empresa.

-¿Es cierto que de niño corría al ir al colegio?
-Sí, hacía todos los días 10 kilómetros a la escuela y volvía. Lo hice diez años y es por eso por lo que soy corredor. Fue importante para mí. El cuerpo se acostumbra, los ligamentos... todo. Porque no conduces un coche y el humano se adapta.

-¿Cuáles son sus mejores momentos como atleta?
-La final olímpica de 10.000 en Sidney en 2000 en la que gané en un apretado esprint a Tergat. Peleamos mucho. Fuera de la pista, somos amigos. Yo he ido a Kenia, él a Etiopía. La gente dice, ¿cómo es posible que se lleven bien? Otro momento es la maratón de Berlín 2008, con el récord 2h03:59.

-Es famoso por su sonrisa.
-Es mi carácter, desde que nací era así. Cuando competía estaba serio, al acabar siempre sonreía, ganara o perdiera.

-¿Prefiere pista o maratón?
-Siempre la pista, la gente está muy cerca, aplauden. La maratón es dura, cansada. Cambié porque me hacía mayor...

-Pero hizo dos récords mundiales de maratón.
-Sí. Creo que pude ser más longevo, pero tuve problemas en mis piernas. Entrené para correr en 2h02. Sin embargo, me quedé en 2h03:59, que es fantástico y soy feliz con mi época. Aunque esa marca no tiene comparación con lo que se corre ahora. 2h03 y 2h02 es normal.

-¿Cree que las zapatillas Vaporfly han influido en esta revolución de la maratón?
-No tengo dudas sobre ello. No son tiempos fáciles, porque yo creo en los atletas en sí, y que esa es la diferencia. No sé si son aceptables o no, y que la Federación Internacional debería investigar sobre ello. Porque puede llegar una compañía que consiga unas zapatillas que sean como canguros.

-¿Qué piensa del 1h59:40 de Kipchoge en el reto de Viena?
-Para él fue fantástico ser el primer hombre que baja de dos horas. Le felicito. Pero... ¿Qué será lo siguiente? Me preocupa el futuro de la maratón. ¿Quién organizara las carreras? ¿Estarán felices con 2h02 o 2h03 si no bajan de dos horas? Suelo no comentar esto, porque yo estoy fuera.

-¿Kipchoge o Bekele?
-Los respeto a los dos, pero Bekele es de mi país.

-Fuera de retos... ¿Bajará un hombre de dos horas en una maratón 'normal' comercial?
-Sí, alguna vez, pero la pregunta es ¿cuando?. No será pronto, al menos en diez años.

-¿Le hubiera gustado vivir esta época?
-Estoy contento con mi tiempo y lo que viví. Y pude ser presidente de la Federación de Etiopía y luchar con cárcel contra el dopaje. Ahora soy feliz.

El Emperador del fondo que nunca pierde la sonrisa
Haile Gebrselassie irrumpió en el atletismo mundial a principios de los noventa. Era un corredor bajito, de aspecto simpático, que llevaba un brazo de manera poco ortodoxa, demasiado elevado. El motivo era porque de niño tenía que correr 10 kilómetros para llegar a la escuela, y esa postura era la de haber portado los libros. "Aquello me hizo ser corredor", explicó a AS el atleta que tuvo el sobrenombre del Emperador y que se ganó al aficionado con su sonrisa.
Haile tenía la hegemonía en los 10.000 metros, en los que sumó cuatro títulos mundiales (1993, 1995, 1997 y 1999) y dos olímpicos (Atlanta 1996 y Atenas 2000). Todos seguidos. Sin fallar. La fórmula era correr a un ritmo altísimo y ejecutar su tremendo esprint final, que sufrió sobre todo Paul Tergat, su némesis keniana. Gebre firmó cuatro récords mundiales de 5.000 y tres de 10.000. Hasta los Mundiales de París 2003 (plata) dio guerra en la pista, pero después tocó dar el irremediable paso a la maratón... 
En los 42.195 metros también hizo su revolución. En 2007, en Berlín llevó el récord a 2h04:26, quitándoselo de nuevo a Tergat. Y en 2008 lo trasladó a 2h03:59 y derribó otra barrera. Las bases de lo que evolucionarían Bekele y Kipchoge.
"Soy feliz con mi tiempo", dice Gebre, que fue presidente de la Federación Etíope y tiene negocios de agricultura y hostelería. Siempre con una sonrisa

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